Ivanna & Nicholas

24. Seis años.

Seis años. Seis años pasaron desde que volví a París. Seis años pasaron desde que huí de Nueva York, luego de la Graduación. Seis años, pasaron desde que Penelope tuvo un hijo con Ben, y mis tíos lo descubrieron. Seis años desde  que yo, cambié completamente.

Seis años.

Y yo me pregunto, seis años es mucho tiempo, ¿no? Es la primera vez en seis años tengo parado frente a mí a Nicholas Wellington, en la puerta de mi casa.

Me tomó de sorpresa, puesto que, yo venía de trabajar. Y el estaba sentado frente a mí apartamento en París.

Muchas pensamientos y emociones se me venían a la cabeza, por ejemplo, emoción o felicidad, hasta nerviosísimo. Y es que, no sabía qué decir. El solo estaba ahí, parado, con una sonrisa ladeada, como solía estar.

Me agarró justo en el momento en el que estaba por entrar a mi casa, diciendo mi nombre con una forma suave, y amable.

Nuestro momento tenso, fue interrumpido por una pequeña saliendo del apartamento. Mi pequeña, quiero decir.

— Mami, mami, ¿trajiste la muñeca que te pedí? —Ella me miró fijamente con sus ojos avellana.

— Si, cariño. La conseguí —Le extendí una de las bolsas que cargaba en mis manos. Ella sacó el juguete de la bolsa y lo abrazó como si no hubiera un mañana, después se percató de que Nick nos estaba mirando.

— ¿Quién es ese hombre?

— Danielle, déjame un momento, mami tiene asuntos que resolver.

— Okay —Entró a la casa inocentemente mientras yo miraba a Nick firme. El parecía confundido aún.

Me encargué de hablar primero:— Nick —corrí a abrazarlo, pero el no me devolvió el abrazo, se quedó quieto como piedra.

— Ivi, t-tanto tiempo.

— Lo sé. Ven, pasa —Lo invité a mi casa.

Los dos nos sentamos en el sofá, no sin antes, servirle una taza de chocolate caliente, como solíamos tomar en el invierno, mientras yo vivía en Nueva York.

El muy confundido aún, pidió que le cuente que fue lo que me pasó después de la Graduación, y como fue que mi vida continuó.

»Elegí a Zach, como haz presenciado. Al Graduarnos, le dije que quería volver a París, con mi familia, ya que la extrañaba muchísimo.

Estudió en Hardvard abogacía, y cuando terminó vino conmigo a Francia. Nos compramos un apartamento —miré a mi alrededor—.

El se ganaba la vida ejerciendo lo que le gustaba, y yo, pintando cuadros, que era lo que amaba.

Al año, nos casamos por iglesia, y meses más tarde tuvimos a Danielle; la hermosa niña que ves hoy».

— ¿Y dónde está Zach ahora?

— El... falleció, en un accidente de auto —Una lágrima se asomó por mi mejilla—, hace cinco meses —Nick cambió drásticamente su expresión—. Ha sido muy duro tanto para Dani, como para mí. Hemos sido fuertes, tratando de salir adelante con la frente en alto. Y ahora, te apareces tú, Nick. Después de tanto. Por Dios, no sabes lo que te he extrañado —lo volví a abrazar.