— Positivo —dije en seco, cerrando la computadora donde miraba Penelope del otro lado.
Por Dios, creí estar feliz, pero después de unos segundos todo lo que creí despreocupante, comenzó a ser un problema.
La escuela; la opinión de mis tíos; la opinión de mis padres; la opinión de los papas de Nicholas; ¡Por Dios! ¡Nicholas! ¿Qué iba a creer el? ¿Dónde íbamos a vivir?
Lo único que daba por seguro, es que la vida humana que tenía en mi estomago ahora, iba a nacer.
Me tomé la cabeza con ambas manos, y esperé en mi habitación a que todos los tipos de malos pensamientos pasaran.
Escuché cantar a Nicholas por los pasillos, y cuando llegó a mi habitación lo vi. Estaba más feliz que nunca.
— Nick... Hay algo que debo decirte.
— Yo también, no sabes... Oh, espera, mejor tú primero.
— No, no —No quería sacarle su ilusión. No sabía cómo le caería lo que estaba apunto de contarle, no quería ser egoísta—, habla.
— Bueno... ¡El entrenador me ha dicho que es muy probable que entre a Princeton por mi buen desarrollo en el fútbol!
— Oh por Dios Nick. Estoy tan contenta por ti —Lo besé, pero aún así estaba tensa.
— Ahora... Dime... Que es lo que te pasa.
— Verás... Nicholas yo...
— ¡Chicos! ¡La cena está lista! —Llamó mamá desde abajo.
— ¡Un segundo! ¡Ya vamos! —contestó Nick—. Vamos cuéntame rápido así vamos a comer.
— No, luego te cuento.
En la cena aún seguí tensa. A penas toqué mi plato. Y es que no tenía hambre.
Me sentía la persona más egoísta del mundo. Nick estaba por entrar en la universidad, y yo si le contaba que tendríamos un hijo... No sé cómo reaccionaría, como se lo tomaría.
No estaba siendo justa, pero tampoco era justa si no le contaba.
Así que cuando la cena terminó y Nick subió a su habitación lo seguí. Estaba aún más nerviosa que antes, pero tarde o temprano tenía que decirle.
— Nick... —Lo llamé. El se dio la vuelta y se me quedó mirando sorprendido.
— Ivi, ¿tenías algo que decirme? —Asentí—. Pues habla, sabes que odio quedarme con la intriga.
— Estoy embarazada, Nick.
El tiró el celular, que estaba en su mano, al piso. Su cara se tornó de sorpresa. Luego procedió a sentarse, y masajearse la sien.
— Nick, se que esto...
— Es imposible. Nos cuidamos, no puede ser. ¿Estuviste con alguien más? ¿Ivanna me engañaste? —me miró fijo a los ojos.
— ¡No! Nick, sabes que no haría eso. Y aunque nos cuidemos, sabemos que hay un porciento de probabilidad de que la protección pueda fallar. Y este es uno de esos casos.
— No, no, no sé qué decir. Estoy en shock. ¿Fuiste al medico?
— No, me hice un test de embarazo, y salió positivo.
El siguió con la cabeza gacha, y luego la volvió a levantar. Hizo un ademán para hablar, y luego cayó. Continuó haciendo eso como seis veces, hasta que habló.
— Perdona, es que no sé qué decir. Yo solo... ¡Tenemos 17 años Ivi, por dios! No hemos terminado la escuela. Tenía planes para mi futuro. Paso a paso: Graduarme, graduarme de la universidad, casarme, comprar una casa, etcétera.
— ¿Y te crees que yo no? Al parecer mis planes cambiaron, y el orden de los factores es distinto al tuyo.
— Tenemos que poner en adopción al niño que nazca. No pienso hacerme cargo de el.
— Oh por Dios, dime que no has dicho eso. Mierda. Creí a Nicholas Wellington más cuerdo y menos idiota, pero al parecer me equivocaba.
— ¿Qué? ¿Pensabas quedarte con el? —No respondí, pues mi cara lo decía todo—. Ivi, piensa. Con la llegada de un hijo, no podremos hacer nada. No terminaremos bien la escuela, y no podremos empezar la universidad. Nuestros padres nos matarán.
— Hay que empezar por contarles.
— No, no podemos contarles.
— Por Dios, Nick. Ellos se enteraran tarde o temprano cuando vean mi panza,
— En ese caso, no quiero estar involucrado.
No podía creer lo irresponsable que se estaba comportando. Parecía un chico de cinco años. Si era de esos padres que abandonan a sus hijos, pues prefería criarlo sola.
— Me estás pidiendo... ¿Qué diga que otro chico me embarazó?
— Di lo que quieras. Solo, no me involucres —Las lágrimas comenzaban a caer sobre mis mejillas.
— ¿Sabes qué? Me alegra que me estés diciendo esto. Gracias a esto que me dices, se que hubieras sido un pésimo padre. No quiero volver a estar contigo, ¡JAMÁS!
Salí corriendo hasta mi habitación, y me apoyé contra la puerta. Del otro lado podía escuchar la voz de mi tío preguntando que eran todos esos gritos y que era lo que pasaba.
. . .
Tenía que ser fuerte. Y si Nick no me quería apoyar en esto, necesitaba saber a quién tenía de mi lado y a quien no.
Es por eso, que decidí reunir a todos en la sala principal, y contarles que estaba embarazada. Los padres de Nick taparon su boca impresionados, la mamá lloraba como loca. Mi tía me abrazó y dijo que todo estaría bien, en cuanto a mi tío...
— Quiero que sepan que el hijo que tendré no es de Nicholas. Es de una relación anterior.
— ¿QUIÉN FUE? —gritó lo más parecido que tenía a un padre cerca.
Nicholas estaba ahí. Oh si, y se estaba haciendo el idiota. Miraba la pantalla de su celular, y ponía la mejor cara de póker que tenía.
— Un chico que no conocen. Su nombre es Félix. Decidimos quedárnoslo y criarlo nosotros, nos pareció la mejor opción.
Y ahora estaba metiendo en aprietos a mi ex novio, que no tenía nada que ver.
Tal vez las ideas que estaban teniendo no eran de una persona cuerda, pero al menos harían pensar a Nicholas antes de hablar.
— Te apoyaremos, querida —dijo el padre de Nick.
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OMG que cambios rotundos. Que giro de 180º que hizo la historia.
Déjenme en los comentarios que piensan de Nick. Me interesa saber *_*
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Ivanna & Nicholas
Ficção AdolescenteIvanna llega de París, a Nueva York, para cursar su último año de Preparatoria donde asiste su prima. Ella se verá rodeada de cosas y personas nuevas, entre ellas: Nicholas Wellington.