Askarea: La venganza de Heldrick

Introducción

Todo comenzó hace mucho tiempo, en un mundo llamado Askarea, este era bastante grande y la mayoría de los hogares de los aldeanos estaban construidos con madera. El caballo era el único transporte utilizado, y luego la carroza que solo la tenía las personas más importantes de este mundo.

En este lugar se veían cosas fantásticas, como magos, hechiceros, bestias y animales un tanto raros. Sobre ese planeta se encontraba otro llamado Liddium, el cual estaba considerablemente muy cerca y por alguna razón estos se mantenían en paralelo, como si hubiese un punto de eje que los mantuviese unidos, moviéndose simultáneamente para no perderse de vista en ningún momento.

Heldrick era un niño de 11 años, cabello castaño y de cuerpo delgado. Él aspiraba en convertirse en un gran mago, como su padre. Desde los 7 años ha mostrado mucho interés por la magia y sin duda un gran potencial.

Su padre era un mago muy reconocido y admirado; y su madre una hechicera envidiada por su belleza y habilidad para sanar.

Todo marchaba muy bien para este maravilloso mundo, hasta que un día como por arte de magia, Liddium se fue acercando lentamente a Askarea, cuando lograron observar de cerca, notaron un ejército de guerreros oscuros y nigromantes, el miedo se veía reflejado en los ojos de cada aldeano, todos los niños fueron llevados a un refugio y los padres salieron a defender su mundo.

En menos de una hora, la montaña más alta de Askarea coincidió con la más elevada de Liddium, así dando paso a que el enemigo comenzara la guerra.

Se miraban los guerreros y nigromante subir su montaña con hostilidad, y luego al superar la atmosfera, bajaban deslizándose por la nuestra, los guerreros de Askarea se colocaron a la defensiva esperando el ataque. Nadie sabía lo que estaba ocurriendo, el sol ya debió haber salido hace mucho, todos estaban atemorizados y luchando contra el enemigo.

El sonido de las espadas chocándose era lo que más prevalecía el ese lugar. A pesar de la gran fuerza del enemigo, los guerreros y magos lograron resistirse a la primera oleada.

—¡Liam viene! —Grita uno de los enemigos.

La voz de ellos era muy difusa, sin duda inculcaba miedo en todos los guerreros y aldeanos, su manera de hablar no parecía humana, pero su cuerpo sí.

Enseguida todos retrocedieron a esperar la llegada de su majestad.

Cuando de pronto, desciende un Hombre bastante alto, doblaba la estatura de un humano promedio, vestía una túnica negra y sus ojos eran totalmente negros.

—¡Todos arrodíllense ante mí y no sufrirán las consecuencias! —exclamó el ser extraño con la voz características de todos los seres oscuros.

—¡Nadie se arrodillará ante ti! —Manifestó uno de los guerreros mostrando firmeza, aunque en el fondo estaba muy asustado.

—Entonces acabaré con cada uno de ustedes y su mundo será mío —dice mientras levanta su mano derecha, apuntando hacía uno de los guerreros de Askarea. Todos enseguida se sintieron un poco más aliviado, ya que efectuar magia sin bastón o vara reducía el poder del hechizo un 70%.

Inesperadamente el hombre lanza una bola de oscuridad, esta mezclaba el color negro y morado, el guerrero vio venir el hechizo, por lo tanto levanto su escudo, pero esto no pudo detener semejante poder, cae al suelo y todos lo observan con asombro.

—¡Esta muerto! —anunció un aldeano.

Todos mostraron temor hacia Liam y él comenzó a acabar uno por uno, solo utilizando su mano derecha, nadie quería imaginar lo que podría hacer con sus dos manos o con un instrumento. Momentáneamente todos notaron que el sol empezó a salir y las montañas a moverse; la luz se aproximaba a ellos lentamente, acabando con cada uno de los soldados oscuros, desvaneciéndolos y convirtiéndolos en cenizas. El enemigo retrocedió desesperadamente y corrió hacia la montaña para refugiarse en su mundo, al parecer el sol es su debilidad.