Askarea: La venganza de Heldrick

Capítulo 19: El momento justo

—Todos los de su último año. Alístense, que la guerra comenzará en breve —ordenó Eithan.

A cada momento llegaban guerreros, magos, hechiceros y arqueros que Heldrick jamás habían visto. Eran los guerreros de luz que permanecían en casa hasta que comenzara la guerra.

Los guerreros de luz son aquellos que sirven a Askarea con la intención de proteger a nuestro mundo y usar la luz en contra del ejército de oscuridad. Los guerreros mantienen las defensas con la intención de resistir todas las oleadas impuestas por los soldados de Liddium, esa es su función principal. Los pocos magos que hay en la resistencia, se mantienen justo detrás de los guerreros, para cuidar sus espaldas y derrotar a los nigromantes. Los arqueros se mantienen justo detrás de todo el ejército para lanzar flechas a la dirección enemiga y los hechiceros se encargan de sanar y proteger a sus aliados, estos siempre están ubicados detrás de los guerreros y magos.

Al pasar varios minutos, la formación se desordena, pero ese es el plan y la estrategia primordial que inculcó la resistencia a sus guerreros.

Heldrick salió completamente listo con el bastón de su padre, su túnica negra y su sombrero que siempre usaba, pero esta vez le quitó la cinta. Alexander por fin le daría uso a su armadura brillante y a su espada reluciente. Elizabeth poseía una armadura dorada muy linda y Sofía una túnica de color marfil con su varita tradicional.

Estaban todos formados y listos para abandonar la resistencia e ir al campo de batalla, justo al lado de la montaña más alta de Askarea. Heldrick miró hacia el cielo y notó como el planeta se movía en dirección hacia ellos. Esta vez de una forma más directa.

—¡Todos corran al campo de batalla! —Ordenó Natalia, que estaba encima de un caballo blanco—. ¡Todos los guerreros sumerjan sus manos en la caldera!

Todos hacían filas para introducir sus manos en lo que parecía el líquido que cubría la piel con una especie de acero flexible, aquel mismo que aprendieron a realizar en la clase de alquimia avanzada.

Alexander fue a la caldera e introdujo sus manos. Ahora se había cubierto de ese líquido que se adhirió a su piel como si de un simple guante se tratase.

—¿Acaso no sería mejor bañarse con este líquido? —Sugirió Alexander a otro guerrero que sumergía su mano—. Así seriamos inmune a sus ataques.

—Se dice que la piel humana no puede soportar tanto líquido de este —dijo el guerrero—. No podemos durar más de 24 horas con este líquido o nos mataría. Mientras más líquido te adhieras a la piel, más tiempo durará pegado a ti. ¿Acaso no lo viste en clase?

—Sí, si, por supuesto —mintió.

...

Todos estaban formados en el campo de batalla cuando llegó un hombre un poco canoso, barba bien cuidada y pelo corto de color castaño. Era un tanto alto y su contextura intimidaba a los demás guerreros. Su bella armadura brillaba como el sol, sin duda se trataba de oro. Era la armadura más hermosa que se podía mirar en Askarea, su espada era tan preciosa que la espada de Alexander parecía una espada ordinaria, su empuñadora de oro poseía una gema en la base.

—¿Quién es él? —preguntó Heldrick a un guerrero que estaba delante de él. Parecía que había estado en una guerra, su confianza era la prueba de ello. Su rostro no se lograba mirar con claridad, por que usaba un casco que le cubría toda la cabeza y solo tenía dos ranuras por donde miraba y otras más pequeñas por donde respiraba.

—Es Borislav —respondió—. Es el único guerrero que ha sido capaz de enfrentar a Liam.

—Si no me equivoco, su armadura es de oro. ¿Cómo puede ser eso tan resistente? —preguntó Alexander, que se encontraba al lado del hombre.

El hombre rio. —Es acero reforzado bañado en oro. Él reunió a los mejores herreros de Askarea para que le fabricaran esa perfecta armadura.

—Si por casualidad, llegase a morir... —dijo Alexander, pero el guerrero lo interrumpió.

—El que encuentre la armadura, será digno de ella —aclaró—. Pero dudo que muera. Más posibilidades hay de que todos mueran y él quede vivo a que él muera y alguien quede con vida.

—Eso no suena tan bien —bromeó Heldrick.

—Suerte en la guerra —dijo el guerrero.

—Suerte —dijeron al unísono.

...

Liddium logró alinearse completamente, todos los guerreros de oscuridad y nigromantes descendían con hostilidad.

—¡Fórmense! —ordenó Borislav.

Todos se ordenaron como fue planeado con anterioridad, los guerreros más experimentados se encontraban en la punta de la oleada. Heldrick notó que existían solo cinco magos en la resistencia, entre ellos, el halcón, tres magos experimentados y él.

—¡Ataqueeeen! —gritó Borislav.

Todos se dirigieron en dirección a la oleada enemiga, que parecía contener al menos 400 soldados. Para la fortuna de Askarea, contaban con aproximadamente 1200 guerreros de luz.

El sonido de las espadas chocándose comenzó a escucharse con mucha fuerza y frecuencia, había iniciado la tercera guerra de los mundos y la primera para Heldrick.

Alexander esquivó un ataque enemigo de uno de los guerreros de oscuridad con solo agacharse, para luego realizar un giro y blandir su espada para cortarle el estómago. Enseguida se acercó otro guerrero con hostilidad, dirigiendo su hoja de forma vertical al rostro de Alexander, por suerte logró colocar su espada para desviar el ataque. Él no paraba de moverse mientras esquivaba ataques y chocaba su espada con las de sus enemigos, a pesar de ser pocos, eran muy rápidos.

A pesar de no ser el mejor guerrero de luz, resistía bien a los ataques del adversario. Súbitamente en el momento menos indicado, Alexander enterró su hoja en el estómago de un guerrero de oscuridad, lastimosamente la espada quedó trabada. Él forcejeó para intentar sacar la hoja de la armadura y en ese preciso instante un enemigo se acercó con la intención de atravesar su garganta con su espada, por suerte, Alexander escuchó como un objeto viajó al lado de su oreja con una velocidad impresionante. Se trataba de una flecha, la cual penetró la armadura del enemigo, salvando a Alexander en el momento justo.

—¡Me debes una! —gritó Elizabeth desde muy lejos.

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