Capítulo 3: Alguien inesperado

98 16 9
                                    

Era de noche y Heldrick estaba recostado sobre su cama pensando en alguna razón por la que Sofía no le agradaran los magos. Se inundó en sus pensamientos hasta que terminó derrotado por el sueño.

Se hizo de día, la fuerte luz del sol que se escabullía por la ventana era testigo de ello, todos despertaron y bajaron las escaleras para desayunar en el gran comedor. Alexander se sentó con Elizabeth mientras que Heldrick estaba justo al lado de Sofía. Alexander golpea con la punta del pie a la rodilla de Heldrick para llamar su atención sigilosamente, en el momento que lo observa, ladea su cabeza señalando a Sofía, él entendió claramente el mensaje, por lo que actuó en muy poco tiempo.

—Eeeh, ¿y ya sabes algo de magia? —Preguntó mientras miraba a la chica.

—Si —respondió de forma seca.

—Que bien, ¿Usas varita o bastón? —dijo con entusiasmo.

—Varita —replicó sin siquiera mirarle el rostro. En ese mismo instante Elizabeth miró a Alexander notándose confusa, pues notó la forma en que Sofía trataba a Heldrick.

—¿Quién te enseñó? —Preguntó amablemente.

—¿Vas a durar todo el día haciéndome preguntas? —refunfuñó mientras se levantaba de la mesa para tomar otro lugar que estaba situado al otro extremo del comedor.

—¿Qué le pasa a ella? —preguntó Heldrick disgustado.

—Espera iré a hablar con ella —dijo Elizabeth, se levantó del asiento y camino hacia la mesa donde estaba Sofía—, Hola ¿Qué es lo que tienes con Heldrick?

—¡Me cae mal! —dijo con enfado.

—No es cierto, te vi echándole un ojo ayer después que te ayudó en el establo, de seguro hay algo que te impide estar con él —comentó—, pero ¿Qué es?

—No lo diré —replico mientras cruzaba sus brazos.

—Vamos, puede confiar en mí —dijo Elizabeth.

—Esta bien. Mi padre me prohibió socializar con magos —declaró mientras observaba hacia el suelo mostrando vergüenza—. Mi padre dice que los magos son descendientes de Liddium y por ello tienden a traicionar a sus amigos.

—Pero que dices —murmuró de forma confusa—, Heldrick es grandioso, solo míralo.

Enseguida las dos voltearon a ver a Heldrick que estaba explicándole a Alexander un ingrediente que no entendía muy bien.

—¿Por qué no le das una oportunidad?; además posiblemente tu padre esté equivocado —dijo Elizabeth tratando de no parecer ofensiva.

—Tienes razón, iré a pedirle disculpas —manifestó mientras se levantaba de su asiento.

Sofía llegó a la mesa junto con Elizabeth y se sentó. Al poco tiempo Elizabeth le da golpecitos con el codo.

Sofía suspiró y dijo —Eeeh, Heldrick —Enseguida captó su atención—, quería pedirte disculpas por tratarte de esa manera ¿Podrías perdonarme?

—Claro Sofía, ¿por qué no habría de hacerlo? —Aclaró mientras sonreía.

—Bueno... Creo que deberíamos ir a clases, ahora tengo Magia (Nivel I) ¿qué clases tienen ustedes ahora? —Preguntó Sofía.

—Armas, Escudos y armaduras —dijo Alexander.

—Arquería —mencionó Elizabeth.

—También tengo Magia (Nivel I) —comentó Heldrick.

—Oh, pues nos vamos juntos, adiós —dijo Sofía mientras se alejaba con Heldrick y ladeaba su mano repetidamente.

Ellos fueron al campo, en el camino se iban conociendo un poco más, al llegar, notaron a un grupo de chicos que obligaban a otro a comer arena, mientras todos los demás alumnos lo miraban muriéndose de la risa. Heldrick parecía muy disgustado, por ello le dio el estuche a Sofía para ir a ayudar al chico.

Askarea: La venganza de HeldrickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora