Capítulo 2: Sigue al perro

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Disclaimer: Alice in Wonderland 2010 pertenece a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro

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|Capítulo 2| 

|Sigue al perro|

Era una mañana soleada, pero Alicia se levantó sin ganas. El día anterior, su madre le dijo que irían a una reunión organizada por el alcalde del pueblo. Algo así como un día de campo, en un gran parque cerca de un arroyo. La chica sólo sabía que iba a ser aburrido y lleno de gente que no conocía o no quería conocer. Hace poco que había regresado de China, pero ella estaba segura de lo que quería hacer. Volver a Infratierra, pero al menos tenía que despedirse debidamente de su madre y de su hermana, quien ahora estaba embarazada de su primer hijo.

En fin, Alicia bajó al comedor a desayunar, se preparó una taza de té de canela, el preferido del Sombrerero, y salió al jardín cuando escuchó que su madre la llamaba.

― ¿Qué sucede madre?

―¿Estás lista, Alicia?― dijo, mientras observaba con una mirada inquisidora que Alicia tenía el cabello suelto, no llevaba medias y seguro que si le palpaba la cintura, no estaría llevando corsé.

―Madre, te he dicho que si quieres que yo vaya a esa reunión aburrida, debo ir como yo quiera.

Helen se mordió el labio y suspiró con fuerza. Siempre hacía eso cuando su hija se ponía rebelde.

―Está bien, Alicia. Pero al menos levanta tu cabello. Hace calor.

Era cierto, hacía mucho calor y por más liberal que Alicia fuera, su cabello empezaba a molestarle.

―Está bien, lo llevaré recogido, pero no me obligarás a usar corsé.

―Bueno, apúrate. Se nos hace tarde― le dijo su madre mientras ella corría a su habitación.

Alicia adoraba llegar tarde a esas reuniones. Era su forma de mostrarse independiente. Además era una forma de castigar a su madre por querer hacerla usar medias y corsé. Luego de recogerse el cabello en un alto rodete y lavarse bien la cara, volvió a bajar y subió con su madre al carruaje.

― ¿Dónde está Margaret? Creí que también vendría― preguntó la chica.

―Margaret nos verá allá, Alicia. Y por favor, trata esta vez de no desaparecerte. ¿Sí?

―Está bien, madre. No pasará esta vez― dijo sin realmente sentirlo. Ella deseaba que no fuera así.

[―]

―Creo que está teniendo una pesadilla. ¿Deberíamos despertarlo?

―No, lo peor que podemos hacer es despertarlo. Podría no reconocernos.

―Tenemos que hacer algo. Míralo, obviamente está pasando por un mal rato.

―Mally, ya te dije que no. Mejor nos quedamos aquí hasta que se despierte. Así podremos tranquilizarlo.

La igualdad entre el cuervo y el escritorio [AliciaxSombrerero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora