Disclaimer: Alice in Wonderland 2010 pertenece a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro
|Capítulo 15|
|Entrenamiento|
Alicia se despertó con el rayo del sol del mediodía entrando por la ventana y un rostro sonriente que la sacudía.
―Alicia despierta. Tienes que comer algo para ir a tu entrenamiento.
― ¿Qué?
La chica miró a ambos lados de la cama, confundida. Aún estaba en la habitación vacía de Tarrant, se había quedado dormida en la cama del Sombrerero. Por unos segundos, Alicia no se movió. Aún sentía el sombrero entre sus brazos. Sus ojos se sentían terriblemente cansados de tanto llorar. La verdad era que hoy, ella no tenía mucha voluntad para levantarse.
―Vamos, querida. Necesitas energía si quieres entrenar para ser el campeón de la Reina Blanca nuevamente― el gato ronroneó a su alrededor.
―Está bien, me levantaré― dijo Alicia sentándose en la cama y acomodándose el cabello desordenado detrás de las orejas. Entonces recordó lo que había sucedido. Aún se sentía culpable porque se llevaran a Tarrant.
―Cariño, sé que debes sentirte terrible pero no eres la única apenada por su desaparición― le recordó el gato, flotando a su izquierda. Alicia sabía que tenía razón.
―Lo sé, Chess. Es que... siento que fue mi culpa. No debí dejarlo solo.
―La culpa es sólo de Stayne, esa sota malvada. No te preocupes, todos lucharemos para que él vuelva a estar con nosotros, sano y salvo.
―Supongo que sí...
El gato sonriente la llevo al Salón Comedor. Si fuera otro día, la chica se hubiera maravillado con la blancura de las paredes, los hermosos detalles en cada pared con perlas blancas o la blanca porcelana en la que le sirvieron su almuerzo. Pero hoy, Alicia no prestaba demasiada atención a eso. Sólo se concentró en comer a pesar de tener el estómago revuelto y ganas de desaparecer del mundo. Luego de un almuerzo formidable, la mismísima Reina Blanca acompañó a la chica hacia uno de los jardines para comenzar con su entrenamiento.
―Mi querida Alicia― le dijo, mientras caminaban ―. La vez pasada fuiste capaz de vencer al Jabberwocky, pero para serte honesta, si las cosas se ponían difíciles ese día, yo le había dado a Tarrant la orden de participar. Él fue un soldado del castillo una vez.
― ¿A qué se refiere?
―A que debes entrenar para mejorar tus habilidades, para poder luchar contra el campeón de la Reina Roja.
― ¿Y no tiene alguna idea de quién pueda ser?
―Tengo a varios grupos de soldados investigando por las Tierras Lejanas, pero aún no ha podido dar con ellos― Mirana hizo un gesto de preocupación ―. Así que sólo podemos entrenarte este mes para que estés lista.
―Reina ¿Adónde vamos?― preguntó Alicia, notando que no conocía ese sector de los terrenos de Marmorreal.
―Uno de mis cortesanos y mejores guardias te enseñará a mejorar tus habilidades con la espada― la mujer sonrió con calidez ―. Todo saldrá bien, Alicia.
La sonrisa de la Reina Blanca podría reconfortar cualquier corazón. Siguieron caminando hasta llegar a unos arbustos de flores blancas de cuatro pétalos cada una. Allí las esperaba un hombre que lucía maduro como el Sombrerero. Sus cabellos eran tan blancos como los de la reina y sus ojos tan oscuros como el cielo nocturno. Tenía una cicatriz en el rostro, le atravesada toda la mejilla izquierda. Vestido con una reluciente armadura blanca aguardaba por la Reina y su campeón.
―Limowi, gracias por atender a mi pedido― la Reina lo saludó con un movimiento de la cabeza.
El hombre hizo una reverencia caballerosa y fijó su mirada en el suelo.
―A sus órdenes, mi reina. Entrenaré a su campeón, para que esté preparado para la batalla― dijo, antes de levantar la mirada de nuevo.
―Muy bien. Los dejaré solos entonces.
Mirana se fue caminando por dónde vino. El caballero se dirigió entonces a Alicia.
―Así que tú eres la famosa Alicia. Creo que entrenarte no será difícil, sabiendo que ya has derrotado a una bestia tan temible como es el Jabberwocky.
Ella no estaba de humor para recibir cumplidos, así que respondió secamente.
―Eso fue suerte, yo tenía la Espada Vórpica en ese entonces. Ahora debo mejorar.
―Tu espíritu es rebelde y fuerte, creo que lo harás bien― respondió Limowi, lejos de sentirse ofendido por la respuesta seca de la chica ―. ¿Lista?
―Lista.
La fuerza de voluntad de Alicia crecía cuando recordaba por qué iba a luchar. Estuvieron toda la tarde practicando. Limowi le aconsejaba en sus maneras de moverse y la forma de obtener menos cansancio. Ella usaba toda su fuerza para blandir la espada. Estaba furiosa consigo misma por haber permitido que eso le sucediera al Sombrerero. Así, pasó aproximadamente medio mes.
Todos los días, ella se levantaba, iba a ver a Mirana para oír noticias sobre la investigación de las Tierras Lejanas, almorzaba e iba a entrenar con Limowi. Mucho tiempo duraban las sesiones de entrenamiento, a veces estaban todo el día hasta que anochecía. Una tarde, estaban simulando un duelo, así que Alicia blandía su espada contra el caballero de armadura blanca. En un momento, él la detuvo de repente.
―Limowi, ¿Por qué me detienes? ¿Hice algo mal?― preguntó sorprendida.
El hombre se sentó en la hierba, jadeando.
―No. En realidad, has mejorado bastante. Pero creo que deberíamos descansar un rato.
―No podemos descansar. Sólo tenemos medio mes antes del duelo. Ni siquiera sabemos quién será mi contrincante. Debo practicar más― insistió ella.
― ¿Acaso no estás cansada? ¿Por qué no te detienes un momento?
―No quiero detenerme. Tengo que salvarlo.
― ¿A quién?
―A Tarrant.
Limowi se quedó un segundo callado, como si ella hubiera dicho algo extraño.
― ¿El Sombrerero? Un minuto... ¿Conoces a Tarrant Hightopp?
―Sí, lo conozco. ¿Tú también?― preguntó Alicia, sin agregar nada más.
―Sí, antes de la destrucción de Witsend, su pueblo natal, solíamos ser amigos. Luego, nos separamos. Seguimos caminos distintos.
La chica se sorprendió de que había encontrado a alguien que había vivido en Witsend con el Sombrerero. Se sentó a su lado.
― ¿Por qué? ¿Se pelearon o algo así?― quiso saber.
―No sé si deba decírtelo― dijo él, rascándose la cicatriz.
―Un minuto... Mirana me dijo que nadie además de ella y Tarrant habían sobrevivido la destrucción de Witsend.
―Pues bueno... Es una larga historia― declaró Limowi con la mirada lejana.
Continuará...
Si te interesó esta historia y quieres leer más sobre Alice in Wonderland, puedes ver mis historias "La igualdad entre el cuervo y el escritorio" o "Sueños" o "El vacío que tú llenaste".
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Cereza Queenie
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La igualdad entre el cuervo y el escritorio [AliciaxSombrerero]
Fanfiction[COMPLETA] Han pasado cuatro años desde que Alicia dejó Infratierra luego de vencer al Jabberwocky. Los amigos del Sombrerero están preocupados por él, parece estarse dando por vencido y su locura lo arrastra cada vez más hacia la oscuridad. ¿Podrá...