Capítulo 23: No te quiero lejos

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Disclaimer: Alice in Wonderland 2010 pertenece a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro

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|Capítulo 23|

|No te quiero lejos|

― Claro, tú y yo estábamos en el jardín y... creo que ya lo recuerdo.

Abrió sus ojos de una manera descomunal y comenzó a tambalearse. Se sintió repentinamente mareado ante tanta información ingresando de golpe en su ser.

― Siéntate, Tarrant, siéntate ― dijo Alicia agarrándolo de un brazo y haciéndolo sentar en el suelo junto a ella ―. Cálmate, tranquilo. Todo estará bien.

― No... Yo traté de... ― el Sombrerero observaba sus manos como si hubiera hecho algo muy malo y luego levantó su mirada hacia Alicia, susurrando ―. Traté de asesinarte. Quise matarte.

― No me recordabas. Estabas bajo el efecto de esa pócima― decía Alicia, tratando de calmarlo ―. No fue tu culpa. Está bien.

― No, no está bien. Yo lo sabía.

― ¿A qué te refieres?

― ¿Re... Recuerdas el día en tú llegaste, cuando nos fuimos a dormir, que tú viniste a mi cuarto porque yo estaba hablando dormido?― preguntó Tarrant, asustado. 

― Sí, lo recuerdo

― En mi sueño, todo esto sucedía, Alicia. Yo ya lo había sentido en mi ser mucho antes.

― ¿De verdad?

― Sí, desde la última vez que te fuiste, ese sueño se repetía. No me dejaba dormir tranquilo.

― ¿Soñabas con matarme?

― En realidad, esa parte nunca llegaba. Siempre llegaba a la parte en que te quedabas sin espada. Pero... yo tenía miedo de que en realidad sucediera.

Sin más, Tarrant comenzó a llorar. Parecía un niño pequeño que se hubiera golpeado la rodilla jugando en una plaza.

― No llores. No hiciste nada malo. No eras tú mismo en ese momento.

― ¡Tú no entiendes! ― el Sombrerero estaba enojado, sus ojos comenzaban a ponerse anaranjados ―. Siempre algo malo pasa cuando no soy yo. Siempre lastimo a alguien. Casi te lastimo a ti. Fue exactamente como cuando lastime a mi gran amigo Limowi, Alicia. ¡Lo ataqué hasta cortarle la cara!

― ¿Tú recuerdas a Limowi? ¿Lo recordabas antes de hoy? Él me dijo que tú ya no sabías quién era él.

― Siempre lo recordé. No puedo olvidar lo que le hice. Cuando lo veo en Marmoreal, quiero disculparme con él, pero nunca encuentro el valor. Espera... ¿Cómo sabes de la relación entre Limowi y yo?

― Cuando Stayne te raptó, la Reina hizo que me dieran lecciones para luchar si yo iba a ser el campeón. Limowi me dio lecciones y luego comenzamos a hablar de ti. Y él me contó tu historia.

― ¿Te contó lo del mercurio, verdad? ― al decir eso, el rostro de Tarrant se ensombreció.

― Sí. Pero está bien. Todos tenemos una historia, Tarrant. Y nada de eso cambió mis sentimientos por ti ― la chica entrelazó sus dedos con los de él, pero el Sombrerero rápidamente apartó su mano.

― No, no estás segura a mi lado. Nunca lo estarás, porque nadie está seguro cuando está conmigo. Será mejor que me aleje de ti ― habiendo dicho esto, él se levantó de golpe y comenzó a caminar con paso seguro hacia el camino contrario a Marmoreal. Ella lo siguió, no estaba dispuesta a rendirse. No después de todo lo que había luchado por él y por volver a verlo.

― Tarrant, por favor ― lo llamó ella.

― Aléjate de mí, es por tu bien ― contestó él, sin darse la vuelta. Alicia apuró el paso y cuando lo alcanzó, se puso frente a él, tomándolo con fiereza por los hombros

― ¡Sombrerero! No me importa adonde te vayas, yo te seguiré. Te secuestraron y peleé por volver a verte. No pienso dejarte ir ahora.

―Alicia, no puedes estar conmigo. Corres peligro. No puedes dejar que un viejo como yo, te arruine la vida. Y si llegara a lastimarte, no me lo perdonaría.

― No, no es cierto. A tu lado me he sentido más segura de lo que me había sentido en toda mi vida. No me importa que seas mayor que yo, ambos somos adultos y sabemos lo que hacemos. Y no necesitas preocuparte por lastimarme porque yo puedo defenderme sola. Yo... yo te amo, Tarrant Hightopp y lamentablemente ya no puedes hacer nada para cambiar eso.

Ella lo miraba con decisión y el Sombrerero bajó su mirada, como si estuviera pensando que hacer. Escuchar esas palabras de ella, era todo lo que quería oír. Entonces, levantó su mirada y habló.

― Alicia, yo también te amo. Desde el primer momento en que te v... ― sus palabras fueron interrumpidas por la muchacha, que lo tomó del cuello de su traje y lo acercó a ella para besarlo. Se sentía tan bien como la vez anterior. Si se observaba de cerca, lo que sería imposible porque todos ya estaban camino a Marmoreal, se veía que los dos estaban sonriendo. Se separaron, al fin y se quedaron abrazados disfrutando del momento.

― Mi Alicia, mi dulce y hermosa Alicia.

― No importa lo que suceda. No te quiero lejos de mí.

Y se quedaron allí, bastante tiempo. Casi una hora o quizás sólo unos minutos, el tiempo vuelta cuando es importante. En Infratierra eso serían más o menos unas veinte tazas de té. Luego, cuando hubo que volver, volvieron. Despacio, tomados de la mano, un Sombrerero y su Alicia volvieron a Marmoreal.

Fin.

Nota de autora:

Bueno, espero que lo hayan disfrutado tanto como yo al escribirlo. Esta historia, la original en verdad, fue escrita cuando tenía unos quince años y ahora tengo veintiuno, por eso mismo tuve que reescribirla completamente. Le faltaban acentos, descripciones, guiones, tenía huecos en la trama. Pero bueno, con ayuda del tiempo, mejoré mi manera de escribir y pude traerles esto. Quizás no sea la mejor del mundo, pero al menos agradezco a aquellos que se toman el tiempo de leer mis historias.

Muchísimas gracias.

Si te interesó esta historia y quieres leer más sobre Alice in Wonderland, puedes ver mis historias "La igualdad entre el cuervo y el escritorio" o "Sueños" o "El vacío que tú llenaste".

Gracias por leer, los comentarios serán apreciados

Cereza Queenie

La igualdad entre el cuervo y el escritorio [AliciaxSombrerero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora