Para la cena, ya me había presentado con todo el campamento. El "chico nuevo", se llamaba Rick Grimes. El que conducía el auto robado, Glenn. El hombre de los dos hijos, se lo llamaba Morales. Pude conocer a Isabelle, la mujer que me había asistido; tendría un poco más de sesenta años. Hablamos muy poco, pero se notaba que era una mujer amable. La madre de Carl, se llamaba Lori. Escuché el testimonio de Rick, desde que le habían disparado, el coma, el hospital, su salida, los muertos, la angustia de no encontrar a su familia.
Nos encontrábamos todos al rededor de una hoguera excepto la familia de Carol, su pequeña hija Sophia y su esposo Ed, del cual me enteré su nombre porque me lo contaron. Directamente, él no quiso hablar conmigo.
-Desorientado-dijo Rick-creo que es lo que más se le parece.-su hijo estaba recostado sobre sus piernas y su esposa se apoyaba en su hombro, mientras le acariciaba la cabeza a Carl.-Desorientado... Miedo, confusión, todas esas cosas, pero... Desorientado era lo más cercano.
-Las palabras pueden ser un bien escaso.-dijo Dale mientras dejaba una taza de metal en la tierra.-A veces se quedan cortas.
-Me sentí como si me hubieran arrancado de mi vida-comentó Rick- y me hubieran puesto en algún otro lado... En algún momento, pensé que estaba atrapado en algún extraño sueño del coma, algo de lo que nunca podría despertar.
Hubo un pequeño silencio, interrumpido por Carl.
-Mamá dijo que habías muerto...- comentó el niño.
Rick la excusó diciendo:
-Ella tuvo todas las razones para creerlo, no lo dudes.-acarició la frente de su hijo. Noté como Lori miraba por un instante a Shane y luego bajaba la mirada.
-Cuando las cosas comenzaron a ponerse realmente mal-dijo Lori-me dijeron en el hospital que te iban a evacuar a ti y al resto de los pacientes a Atlanta... Y nunca pasó.
-Bueno, no me sorprende luego de la caída de Atlanta.-comentó Rick.-Y por el aspecto del hospital, fue invadido.
-Sí, no te engañes-se unió a la conversación Shane- casi no pude quitármelos de encima.
-No puedo decirte cuán agradecido estoy contigo, Shane.-soltó Rick-No sé cómo expresarlo.-Vi como Lori miraba al suelo con un sentimiento indescriptible. Quizá... culpa.
-Las palabras se vuelven a quedar cortas...-comenta Dale con una sonrisa.
Hubo un ruido de madera chamuscándose y Shane miró hacia la hoguera de la familia de Ed. Por consiguiente, él habló.
-Hey Ed, ¿quieres volver a plantearte lo de ese fuego?
Todos miraron hacia Ed.
-Hace frío, amigo.-contestó.
-El frío no cambia las reglas, ¿o sí?-miraba hacia el fuego-hay que mantener el fuego bajo, solo brasas, así no podemos ser vistos desde lejos, ¿verdad?
-Dije que hace frío-contestó arrogante-deberías preocuparte de tus propios asuntos por una vez.
Vi como Shane se levantaba y se dirigía a él y dejé de prestar atención. Me pregunté dónde estaría Daryl; ¿seguiría de caza? ¿Estaría seguro en los bosques, de noche? Hacía mucho frío, tanto que Glenn y yo compartíamos una manta en la fogata. Me preocupaba porque, técnicamente, era mi salvador, aunque haya sido él el que me había disparado... pero su amabilidad en ayudarme y no dejarme tirada como un pobre perro era de agradecerse.
-Así que tuviste una pelea con Daryl y sobreviviste...-comentó Andrea, sacándome de mis pensamientos-Tienes suerte, eh.- Sonreí.
-No la saqué barata.-bromeé y me señalé el lugar del flechazo.