El resto del día constó en enterrar a los muertos. Fui a dejar mis respetos por ellos. Incluso abracé a Andrea, estaba destrozada.
Para las siete de la tarde, Rick y Shane organizaron una reunion al rededor de la extinta fogata.
-He estado... He estado pensando en el plan de Rick-habló Shane-Bueno... No hay garantías, de cualquier modo. Seré el primero en admitirlo. Conozco a este hombre desde hace un largo tiempo-se acuclilló, miró a Rick e hizo una pausa.-Confío en sus instintos. Digo que lo más importante aquí es que necesitamos es permanecer juntos. Así que, para aquellos de ustedes que estén de acuerdo, lo primero que haremos por la mañana será irnos. ¿Está bien?-nadie habló.-El silencio otorga...-concluyó y se levantó.-Intenten tener la mayor parte de las cosas ya guardadas para mañana.-se marchó.
La familia de Morales y Carol con su hija se marcharon a sus respectivas carpas.
-Lori...-me acerqué a ella-Tengo que quitarme los puntos que me ha puesto Isabelle. ¿Sabes hacer eso?-le pregunté. Ella, para mi mala suerte, negó con la cabeza.
-Aunque sé de alguien que sabe hacerlo.-me dijo.-Daryl. Él se llevaba bastante bien con Isabelle y lo más probable es que sepa sacar puntos, además de seguir tratando la herida.-fruncí el ceño notoriamente y carcajeó-Lo sé, suena raro. Pero es así.
-¿Entonces voy y le digo "Daryl, sácame los puntos"?-pregunté en broma pero ella asintió.-Oh, está bien.-dije con los ojos como platos.-Gracias.
-Si quieres le pido yo que lo haga.-se ofreció.
-No, no. No es que le tenga miedo o algo. Es que... Suena raro.-dijé y brotó una carcajada que no pude retener. Lori rió de la carcajada que di.-Bueno... deséame suerte.
-Suerte-dijo con una sonrisa y alzó las cejas.
Menuda noche iba a tener.
Me dirigí a la carpa de Daryl, ya que deduje que debería estar ahí, porque había anochecido. Noté que el cierre de la carpa estaba abierto así que metí lentamente la cabeza para observar el interior: sólo había una mochila bastante grande y llena. No había rastros de Daryl.
-¿Necesitas algo?-escuché una voz ronca detrás mío.
Me di vuelta y me encontré con el fuerte e imponente pecho de Daryl. Él me miraba desde arriba, desde su altura, mientras que yo miraba al suelo, cohibida
-Eeeh, no, no... Bah, sí, sí necesito.-él alzó las cejas-Digo, no, no en ese sentido. Ya sabes. Agh.- Me callé, respiré y me tranquilicé. No pude entender por qué me puse tan nerviosa ese momento. Quizá sea su cercanía; era tal que podía escuchar su respiración, ver su pecho subir y bajar lentamente, sentir el calor que emanaba de su cuerpo o simplemente era su imponente presencia. Parecía un adolescente con los nervios de la primera cita. Me cacheteé mentalmente. Lo miré y él estaba sonriendo. Bajé la mirada el sentir cómo mis mejillas enrojecían. Otra cachetada mental.-Lori me dijo que sabes sacar puntos de las heridas, entonces te quería preguntar si me podrías ayudar.-comencé a jugar con mis dedos, aún mirando al suelo
-No hay problema.-dijo. Era la primera vez que escuchaba su voz realmente calmada y era agradable de escuchar. Era de esas voces que te gustaría escuchar a la mañana despertándote.-Déjame pasar así tomo mi mochila.- Entonces, me di cuenta que le bloqueaba la entrada a su carpa.
-Oh, sí, disculpa.-dije corriéndome del lugar. Él entró y tomó su mochila.-¿Dónde prefieres hacerlo?
-En tu carpa.-sentenció y se dirigió a ella. Sin más, le seguí el camino.
Llegó antes que yo, y esperó fuera. Subí el cierre y pasé primero.
Daryl se agachó para pasar dentro y observó la carpa. No había mucho para ver; sólo una bolsa de dormir en el suelo con un colchón debajo, mi mochila con mis cosas, mi arco y flechas. Me acerqué a las dos velas que tenía en el suelo, al lado del colchón y las prendí con fósforos.
