El que Shane encienda el motor de su Jeep me hizo reaccionar y entré en la casa rodante de Dale. En ella estábamos Glenn, Jaqui, Jim, Dale y yo, guiando el camino. Atrás, estaban Rick, Lori, Carl, Sophia y Carol en la camioneta familiar. Detrás de ellos, iba Shane en su Jeep, siguiéndole T-Dog y Andrea. Y, por último, Daryl en su camioneta.
Estaba sentada en una de las sillas de la casa rodante ya que en el sillón estaba Jim, agonizando de dolor por la herida. Jaqui trataba de calmarlo mojando su frente con una toalla, pero mucho no funcionaba.
Recorrimos un par de kilómetros, observando los restos de la civilización. Autos, gasolineras, casas, caminantes, semáforos sin luz; todo parecía un pueblo fantasma. Bueno, en realidad lo era.
Luego de varios minutos, vimos salir humo desde el capó del vehículo. Avisamos por radio sobre el problema y nos detuvimos, junto con la caravana.
-Te dije que nunca llegaríamos lejos con esa manguera.-le comentó Dale a Rick-Dije que necesitaba la de la camioneta.
Estábamos todos reunidos en el lugar, menos Jaqui, Jim, Carol y los niños.
-¿Puedes repararla?-preguntó Rick mientras se acomodaba su sombrero.
-El daño ya es muy grande. Prácticamente es más cinta que manguera.-dijo observando su vehículo.-Además de que me quedé sin cinta.
-Veo algo por allí...-interrumpió Shane observando a través de sus binoculares.-Una estación de servicio, si tenemos suerte.
Entonces, Jaqui sale disparada de la camioneta y dice:
-Oigan... Jim, está mal. No creo que resista mucho más.-se marchó devuelta a la camioneta apenas terminó la oración.
-Rick, ¿quieres vigilar el fuerte?-preguntó Shane-Conduciré hasta allá a ver qué puedo encontrar.
-Sí, yo también iré a ayudarte.-aportó T-Dog mientras observaba la supuesta estación de servicio, a la distancia.
-Mantengan los ojos abiertos. Ya volveremos.-dijo Shane y se marchó con T-Dog a su vehículo.
-¿Pudiste descansar?-preguntó Daryl, tomando toda mi atención. Me di vuelta y lo observé.
-Para nada. Jim está sufriendo y no para de quejarse. No es que me moleste, pero no me deja tranquilizarme.
-Si quieres puedes venir en la camioneta conmigo. No puedes recostarte..., pero podrás descansar.-propuso mirando al suelo, mientras jugaba con una piedra con su zapato.
-Me parece genial. Gracias.-le agradecí-voy por mis cosas y las llevo a la camioneta.-Él asintió y yo entré a la casa rodante de Dale. Iba a preguntarle a Jim cómo estaba, pero Rick y él estaban hablando así que no quise interrumpir. Tomé mi mochila, el arco y las flechas y me dirigí hacia la camioneta.
Al llegar, abrí la puerta del acompañante con un poco de dificultad y dejé en el suelo de la camioneta la mochila. Cerré la puerta y comencé a volver hacia el grupo. Durante el trayecto, me dediqué a observar el lugar; habían muchísimos árboles, seguramente era un bosque. Y estaba libre de caminantes por el momento. Era como ir de campamento.
Al llegar al grupo, Rick estaba hablando en voz baja.
-Según lo que dice, es lo que quiere.-comunicó, aparentemente sobre Jim.
-¿Y está lúcido?-dijo Carol, aún sin creerlo.
-Parece estarlo.-Rick se sacó el sombrero y pasó su mano por su cabello-Yo diría que sí.
-En el campamento, cuando dije que quizá Daryl Dixon tenía razón y tú me hiciste callar-me señaló-entendiste mal. Nunca estaría de acuerdo en matar cruelmente a una persona. Sólo quería sugerir que le preguntemos a Jim cuál es su deseo... Y creo que tenemos una respuesta.
-¿Simplemente lo dejamos aquí? ¿Y nos largamos? No estoy seguro de poder vivir con eso.-dijo Shane, mirando a Rick.
-No es su decisión.-interrumí y miré a Dale-Es la de Jim.-Dale asintió y me sonrió.
Entonces, fueron por Jim, lo levantaron entre Rick y Shane y lo sentaron al lado de un árbol. Shane todavía trataba de convencer a Jim para que siga con nosotros, pero él no quería.
Todos comenzaron a despedirse. Primero Jaqui, después Rick, quien intentó dejarle un arma "por las dudas" pero Jim la negó, luego Dale, quién le agradeció por luchar con nosotros. El resto no tuvo valor de despedirse, incluyéndome. Vi que Daryl se quedó a lo último e intercambió unas palabras con Jim, pero no llegué a escucharlas.
Todos comenzaron a subir a los autos otra vez, desanimados. Me dirigí hacia la puerta de la casa rodante, pero, en vez de subirme, apoyé mi cabeza en la puerta.
-Te conviene ir en la casa rodante de Dale. Descansa un poco.-dijo una voz detrás mío. Me di vuelta y vi a Daryl, con su ballesta y pose acechante de siempre. Sus ojos estaban aún adormilados.-Te traje tus cosas.-susurró su voz ronca y señalando mi mochila, la que había bajado de su camioneta.
-Gracias.-le dije y colgué la mochila en mi hombro. Daryl volvió a acecarse y besó mi frente con ternura, y se marchó.
Oh. Dios. Mío.
Atontada por lo que acababa de pasar, subí a la casa rodante de Dale y me encontré con Andrea, quien estaba sentada donde yo estaba antes.
-Así que Daryl Dixon...-comentó pero no le respondí. Fui directamente al lugar donde anteriormente estaba Jim, y me dediqué a ver el paisaje pasar rápidamente por la ventana hasta quedarme dormida.
Alguien comenzó a tocarme el brazo para despertarme. Abrí los ojos exaltada y casi le pego un cachetazo a quien me desperto.
-Nunca más trataré de despertarte.-reconocí la voz de Andrea.
-Disculpa...-dije mientras me sentaba en el sillón.-¿Dónde estamos?-pregunté.
-Cerca del CDC, por eso vine a despertarte. Prepara tus cosas.-dijo amablemente y se marchó a la parte delantera del vehículo.
Tomé mi mochila, saqué de ella una pistola y la puse dentro de mi leggings... por las dudas. Tomé mi arco y flechas. Comenzó a hacer algo de frío, así que saqué mi campera de cuero de la mochila y me la puse. Me dirigí hacia Dale y Glenn.
-¿Buenos... días?-les saludé y Glenn rió.
-Buenas noches, en realidad.-sonrió-¿Dormiste bien?
-Sí, mucho mejor que en mucho tiempo.-estiré mis brazos y bostecé. Apoyé mi codo izquierdo en el asiento de Dale, y el derecho en el de Glenn.
-Gracias por el apoyo hoy.-dijo Dale mientras giraba en una curva.
-No hay por qué.-le sonreí por el espejo retrovisor y él imitó mi acción.
-Sabes, Valerie...-comenzó a hablar Glenn.-Te he visto con Daryl, y la verdad... Ese tipo no me da buena espina. No deberías juntarte con él.
-Gracias por el interés, pero no te incumbe.-agaché mi cabeza para que mi cara quede frente a la suya y le sonreí.
-Llegamos.-anunció Dale y estacionó la camioneta.-¿Están listos?-preguntó.
-Como siempre.-afirmé, dando vuelta mi cabeza para mirar a Dale. Carcajeó. Me preparé, abrí la puerta y salí fuera.