El doctor salió del quirófano, me miró y vino hacia mí.
—Lo siento Sam, no pudimos salvarla— caí al piso.
Las lágrimas empezaron a caer, no lo podía creer, sabía que en cualquier momento moriría, pero pensé que no iba a doler tanto. Mi pequeña hermanita se fue, me dejó.
No sé si quería seguir viviendo.
Camine por el puente, los autos pasaban, yo solo miraba el cielo y el rio. Al llegar a casa me tire a mi cama, abracé la almohada.
Mia... ¿Por qué me tuviste que dejar? ¿Por qué no seguiste luchando?
Desperté al otro día, fui al baño, me mire al espejo y tenía los ojos morados, como si alguien me hubiese golpeado, de tanto llorar.
¿Alguien me puede decir de qué sirve vivir si no tienes a tu familia, a la gente que tanto amas? ¿Por qué ellos y yo no?
Continuamente me hacia esas preguntas a mí misma.Agarré mi taza de café, vi la ventana de mi departamento, un día nublado.
No fui a la escuela.
Vi la hora en mi teléfono, 13:42, y muchas llamadas pérdidas, había dejado mi Iphone en modo de silencio. Llamadas perdidas de Alex, tres, Zac, dos, Ailey, cinco y cuatro de... ¿Christian?
Deje mi teléfono en la mesada y fui al sillón solo quería quedarme en casa para siempre, no estoy para nadie ni pretendo eso.
Al día siguiente a las seis de la mañana tocaron el timbre de casa, como unas cinco veces, ya me estaba hartando.
— ¿Sam estas aquí? — era la voz de Zac.
—Zac no creo que haya nadie aquí, quizás hoy vaya a la escuela.
—Eso espero.
Creo que se fueron. Me apoye en la puerta, lo siento chicos, no quiero aparecer.A eso de las tres de la tarde tocaron mi puerta de nuevo, pero esta vez a golpes fuertes.
—Samantha sé que estás ahí, abre la puerta o la tirare abajo— Alex se encontraba del otro lado, abrí la puerta y fui a la cocina, serví un vaso de agua— ¿Por qué no vas a la escuela? También, ¿Por qué no contestas mis llamadas? — me miró enojado, cruzado de brazos.
—Mia se fue— tome un sorbo del agua.
— ¿Qué? ¿Es en serio? — asentí y mire a un cuadro colgado en la pared, yo abrazándola por detrás, foto del 2011.
—Los doctores no pudieron salvarla— él se agarró la cabeza y luego apoyó sus manos en la pared.
— ¿Y tú solo lo afrontaste sola? — asentí otra vez, me abrazó.
—Sé que no di señales de vida, lo siento, pero necesito estar sola— el asintió y se fue a la puerta— ¿puedes después traerme la tarea? Vamos a estar en época de exámenes y lo único que puedo hacer es terminar la secundaria— asintió devuelta.
—Sam, te quiero y si necesitas algo solo— hizo la seña del teléfono.
—Ok— cerré la puerta.
Christian.
Samantha no vino de nuevo a la escuela, debo admitir que me preocupa y me importa. No sé si ese tipo, el idiota se la llevo o le está haciendo algo.
Vi a Alex, su mejor amigo, pase por al lado y deje de caminar.
— Sam, ¿sabes como esta? — él se dió la vuelta.
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Sam.
Roman d'amourSam, una chica de diecisiete años, pasando su vida tratando de ser feliz, ya sin su familia. Cuando llega el, Christian Weigel, un mujeriego que nunca se ha enamorado, cambia totalmente su vida. AVISO: ✘ Prohibido copiar, adaptar o publicar la his...