—Ven Sam, cúbreme.
Alex siguió adentrándose por el bosque. Mi celular vibro.
"Me pregunto dónde te encontraras ahora, cuidado que puedo estar detrás de ti bonita" — Christian, 17:58 p.m.
Sonreí.
"Ya quisieras casanova" — 17:58 p.m.
Nuevamente su mensaje llego.
"Definitivamente tengo que pensar un apodo para usted señorita, :*" — Christian, 17:59 p.m.
Mire hacia adelante buscando a mi mejor amigo, no estaba allí. Lo busque con la mirada y dando vueltas.
Ok, estoy sola y no sé el camino de vuelta al campamento. Lo peor de todo que ya estaba comenzando el atardecer.
Seguí caminando, no encontraba a nadie. Me cruce una catarata, literal que un fotógrafo se enamoraría de esto.
El atardecer de fondo y la catarata cayendo. Una excelente creación de la naturaleza. Aproveche para sacarle una foto.
Empecé a comerme las uñas, ya estaba por oscurecer y escuche pasos.
Su sonrisa perfecta, y el uniforme protector, no llevaba ningún tiro de pintura. Por lo cual aproveche y mi pistola funciono haciendo que un chorro de pintura roja le diera justo en el medio de su chaleco.
El, como siempre dramático, puso una mano en su pecho y cayó al suelo de rodillas mirándome con la boca abierta. Mis labios se curvaron. Y me acerque a él.
—Touché— estaba en el piso con sus ojos cerrados.
—Me dueles.
—Dramático— niego con la cabeza, y me posicione a su lado sentándome de rodillas, mire para abajo.
Sentí que levantó su cabeza y se apoyó en un brazo. Acerco su cara hacia la mía, su respiración chocaba, y su aroma de perfume caro mezclado con pintura entro sobre mis fosas nasales. Eso hizo que lo mire a los ojos cafés que tiene.
— ¿Qué es lo que me hiciste brujita? No puedo parar ni un segundo en pensar en ti— miro mis labios, ya que el de arriba mordió el inferior— encontré una debilidad mía.
—Yo...— fui interrumpida ya que me beso de repente.
Cruce mis brazos en su cuello, y él me tomo por la cintura. Separándonos del beso intenso, provocativo, me dijo algo, algo que no logro terminar ya que un chico que tenía también manchado su chaleco por pintura.
Creo que me quería decir que me quería, o que me amaba, o ya me estoy creando una ilusión sola.
Al llegar, el equipo ganador fue el de Christian. Tres chicos de nuestro equipo y yo estábamos sin que nos dieran las balas de pintura. En cambio en el equipo de él, eran cinco. Y su mirada arrogante no falto.
—Brujita— susurro a mi lado.
—Casanova.
—Te propongo un reto— alce mi ceja y me cruce de brazos— si mi equipo gana, tendrás una cita conmigo, en el lugar que yo quiera y cuando yo quiera— sonreí.
—Y si mi equipo gana, tendrás que limpiar mi departamento por un mes— el se quedó pensando.
—Bueno te vería siempre, así que acepto— tendió su mano y yo la estreche, antes de soltarme me acaricio con su dedo pulgar.
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Sam.
RomanceSam, una chica de diecisiete años, pasando su vida tratando de ser feliz, ya sin su familia. Cuando llega el, Christian Weigel, un mujeriego que nunca se ha enamorado, cambia totalmente su vida. AVISO: ✘ Prohibido copiar, adaptar o publicar la his...