Sam.

Capitulo Once.

Christian.

Me quedé en mi auto, apoyé mi cabeza en el vidrio.
Dios, es la primera chica que me tiene preocupado, no quiero sentir esto, llamado amor, pero creo que ya era tarde. Me fui y no sé si enojo, soy un tonto. Vi por la ventana y ella salía de su edificio, arranque el auto y la seguí sin que me viera.

Fue al puente muy conocido en esta ciudad.

Salí del auto y solo mire que hacía, ella se quedó por vario rato mirando el lago, pero cuando paso un camión que no me dejo ver que estaba haciendo, no la vi más. Mire a los costados, ella no estaba, lo único que se me cruzo por la cabeza es que ella se tiró del puente. Cruce la calle y si, veía la espuma del agua, sin dudar solo me tire.

Logré sacarla del agua y la lleve a la orilla.

— ¡No, no! Samantha despierta— moví su cabeza, tenía una pequeña raspadura depositada en su mejilla— ¡por favor linda despierta! — me estaba desesperando

Llamé a la ambulancia.

—Joven— me levanté rápido del asiento— ella está bien, por suerte sigue respirando y solo hicimos primeros auxilios, no estuvo mucho tiempo en el agua ¿no? — negué— felicitaciones, fue por usted que ella sigue viva— me sonrió la mujer.

— ¿Puedo pasar a verla? — asintió.

Ella estaba despierta y me miró. Intento pararse pero no la deje. La abracé, me siento muy feliz que no le paso nada, que bien que estés viva hermosa.

—Christian.

— ¿Por qué lo hiciste? ¡¿Por qué te tiraste de allá arriba?! — ella se agarró la cabeza.

—No lo sé, no me regañes please— suspire.

—No lo haré, pero si lo haces devuelta juro que no te salvaré— ella me dió un beso en la mejilla.

—Está bien, no lo haré de nuevo tonto y gracias— tosí.

—Iré a traer unas botellas de agua— camine a la puerta.

Sam.

Lo miré irse.

Se me vino una imagen, yo, mirando al agua cuando me caía, ¿en qué mierda estaba pensando? Encima él fue y me salvo.
Escuché que sonaba un teléfono, era de él, se encontraba al lado mío. Lo agarre y vi que le llegaban mensajes.

"Marie: ¿Cómo pudiste haberme hecho esto? Christian te odio."

"Bro: Al fin dejaste a esa rubia que lo único que hacía era consumirte, la escuela es un desastre amigo, hay una fiesta mañana en la noche ni pienses en no ir, llámame"

O sea es verdad, terminó con Marie.

Deje el teléfono. Sé que me salvo y todo pero no me quiero crear ilusiones, el me gusta sí, pero no quiero que me lastime, no quiero ser uno de sus jueguitos nada más.

Él entro a la habitación y me tendió una botella de agua.

—Gracias— tome un poco de ella— ha estado sonando— miré su teléfono.

—Oh— el miró también su teléfono— la doctora me dijo que te dió el alta, ¿quieres que te lleve a tu casa? — asentí.

Entramos a mi casa y el me llevó a mi habitación, ya que me sentía un poco débil. Me dejó en mi cama y le sonreí.
Se levantó y agarré su mano.

— ¿Puedes... quedarte? — se dió la vuelta, me sonrió y se acostó conmigo, me apoye en su pecho.

— ¿Quién lo diría? Nosotros así— lo miré y estaba sonriendo.