Capitulo Veintidós.

93 7 4
                                    

— ¡No Samantha! ¡No otra vez! — miraba a Christian que venía hacia mi corriendo.

Agarro su teléfono y marco un número, después de eso ya vi negro.

Mis ojos, se cerraron.


Luego vi a una persona, un doctor, a su lado una mujer, una enfermera. Estaba en movimiento, veía borroso.

Quería vomitar y me dolía el abdomen.

—Intoxicación por sobredosis de píldoras. 

Mi respiración comenzó a aumentar, y también se agito.

—Hey niña, estamos contigo, mantente despierta— una mujer, enfermera me toco el brazo.

Y escuche una voz masculina.

—Sam, estaré aquí, siempre.

Doblaron hacia la izquierda, siguieron por el pasillo.

Y fue una milésima de segundo que lo vi a él, a mi Christian, arrodillado, mirándome.


Christian se fue de viaje por una semana a Manhattan, ya que la iba a acompañar a su madre.

El Lunes por la mañana llegue a la escuela, todos por alguna razón extraña me miraban, se reían de mí. Intente de alguna forma no darle importancia a ello.

Cuando en mi casillero había varios papeles, escritos, de insultos, garabatos no deseados.

"Samantha Wood la puta del Adan's School" "Zorra malparida" "Huerfanita de mierda" "Regala bragas" "Puta barata"

Saque todos los papeles de ahí, y sentí la mirada de todos, riéndose también.

— ¡Que mierda miran! ¡Si tanto se ríen y son tan genios que venga el que me escribió todas estas porquerías!

En ese momento algunos se fueron, algunos hablaron entre ellos, pero, la mayoría rieron al escucharme.

Fui al salón, cuando me di cuenta que mi banco, y mi silla estaba apartada de todos los demás. Mi banco también pegado varias notas, pero estas eran diferentes, decían cosas distintas.

"No te alcanzo con Christian que ahora te andas follando a el profesor de Arte" "Las putas no cambian más" "A las zorras como tu hay que darles su merecido"

Quite los papeles y empecé a romperlos, los tire a la basura y fulmine con la mirada al que me viera.

Hoy no estuvieron mis amigos, ni Alex, ni Zac, ni Dylan. Ailey que compartía esta clase conmigo, estaba sentada en la otra punta, no me hablo, no me saludo, nada.

Fue un malo intento al intentar hablarle, pues ella se había ido, ignorándome por completo.

Y cuando fui a la cafetería, paso lo peor.

Alguien, que no sabía quién en ese momento me empujo, haciendo que tropezara y mi almuerzo se cayera por el piso, y que todos se rieran.

Intente pararme pero me tiraron un líquido, cuando pude ver bien, era Marcus, se reía, a su lado Ethan, que escupió mi playera, y sosteniendo una lata de gaseosa vacía, estaba la rubia, la ex de Christian, Marie.

—Mírala a la miserable— rieron más.

Intente pararme y sostener mi compostura, no me dejo pararme una pierna.

Y Marie se agacho para quedar a mi altura.

— ¿Sabes porque te sucede esto no? — quito un mechón de mi cara, y aleje su mano de un movimiento brusco— cuidadito putita— agarro mi cuello con fuerza— no estás en condiciones de hacer nada.

Sam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora