Sam.

Capitulo Cuatro.

Fui a la clase que me tocaba, Química. Uf odiaba Química, una de las peores.

Lo peor de entrar a clases en una nueva escuela que todos te miran, aun peor, ellos son mucho más ricos que yo y se sienten más arriba, aunque nada que ver.

Me senté atrás del todo, al lado de la ventana, saque mis cuadernos y mis cosas. Venían un grupo de chicos, se iban dirigiendo hacia mí. Mire a la ventana.

-Hola linda-alguien se sentó al lado mío, lo mire y se sorprendió al mirarme.

-Hola.

- ¿Tu eres la nueva? - me miro perplejo y asentí- ¿eres la de entregas de pollo? - asentí- ¿la del brasi...- le tape la boca con mi mano.

-Chris-sus amigos miraban, quite mi mano.

-Oh si...- me miro- muñeca, lamento decirte que este es mi lugar- sonreí.

- ¿Eh? ¿Tu lugar? - asintió-lamento decirte que el "lugar"- hice comillas con mis manos- no es de nadie ¿sí?, vete a otro lugar o no se...- largó una carcajada.

-Eres un hermosa chica pero muy terca, si no quieres moverte por las buenas lo haré por las malas- se levantó, vino hacia mí y...

- ¿Qué está pasando? - una voz de una mujer, que sonó casi a un grito, retumbó por todo el salón, era la profesora, creo.

-Buenos días profesora.

-Qué bueno verte Christian- sonó medio sarcástica.

-Se integró una chica nueva- me miro- está sentada en mi lugar- la señora se cruzó de brazos.

- ¿Y? Christian no seas inmaduro y siéntate en otro lugar- la miró- ¿quieres que llame a tus padres? - golpeo la mesa con las manos abiertas, y se levantó, se sentó atrás del todo también pero del otro lado.

-Bueno ¿querida cómo te llamas?

-Samantha Wood, me pueden decir Sam.

-Bueno Sam, soy la profesora de Química...

Dio inicio a su clase, aburrida obviamente porque odiaba Química, pero esa profesora me cayó bien.
Algo que note que Christian no me quitaba la mirada, no mire, pero sabía que su mirada era seria.

Toco la campana, me dirigí a los pasillos, no quería ni cruzármelo. Camine rápidamente hacia el segundo piso, no creo que me siga, alguien me abrazo por detrás.

-Alex...- toqué mi pecho- casi me das un infarto.

- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Huyes de alguien?

-No sé si decirte que huyo, pero no quiero ver a Christian Weigel.

- ¿Qué? ¿Te hizo algo? ¿Te tocó?- levante mis dos manos.

-Alex, muchas preguntas y no, no me tocó ni me hizo nada.

-Ten cuidado con él- lo miré.

- ¿Por qué lo dices?

-Es un chico muy problemático, inmaduro.

-Ya sé que es así.

-No, no lo conoces, es difícil de explicar- me agarró del brazo- vamos al comedor.

Fuimos hacia el primer piso. Mientras que íbamos, abajo vi una chica salir del baño corriendo y llorando, atrás de ella salía Christian, gire mi cabeza rápidamente.

-Bueno, ¿Qué pedirás?- me dijo la cocinera.

-Solo quiero un puré de papas y unas albóndigas por favor, con un jugo de naranja.