Eran las tres de la tarde y ya estaba oscuro. Era una cálida tarde de diciembre, 5 grados al sol antes de ponerse, una tarde tan cálida como las del pasado noviembre.
Las calles y los tranvías estaban llenos de turistas, unos iban al museo Vasa después de visitar Skänsen, mientras muchos otros pensaban ir a tomar café al bar Mellqvist en Södermalm, esperando encontrarse con Blomkvist o con algún sueco que se le pareciese (como es evidente, eran las turistas quienes iban con la idea de tropezarse con algún Blomkvist y convertirse en su Erika).
Mientras las calles estaban llenas de gente, la Sala de Conciertos de Estocolmo estaba a oscuras, vacía, con el eco del bullicio de hacía pocas horas, cuando la entrega anual de premios.
El diploma y la medalla de oro reposaban en una silla roja de estilo rococó en la Sala de Conciertos de Estocolmo. Ni el diploma ni la medalla fueron entregados ese día, nunca serían entregados. El diploma de la silla sería conocido en el futuro (entre risitas irónicas) como el premio Nobel de Física Recreativa.
El diploma estaba emitido (firmado por el rey Carlos XVI Gustavo) a nombre de Takeshi Martinez, Doctor en Física Cuántica. Se le otorgaba el premio en reconocimiento a sus valiosas aportaciones al campo de la cosmología, citando como hecho especial el descubrimiento de que nuestro universo estaba asociado a otros seis, formando un cúmulo de 7 universos entrelazados en un heptaminó.
El número de artículos de física cuántica en los que se citaban los trabajos del Doctor Martinez se contaban por docenas, y por tanto fue del todo natural que se le propusiera para el premio Nobel.
El problema..., un ligero detalle sin importancia..., es que el profesor Takeshi Martinez no existía..., ni nunca existió, salvo en la calenturienta mente de un aprendiz de escritor.
Nota: Alguna vez sucederá algo parecido, por ahora nosotros ya vamos preparando el terreno... http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/03/12/actualidad/1331580969_944942.html
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Retales (but no re-tales)
Short StoryConjunto disjunto, asonante y difuso, de relatos y otros datos, micro-relatos, nano-poemas, y cualquier cosa que se me ocurra