Cuando cierro mis ojos, lo veo. Esta frente a mi, me sonríe, me pierdo en sus ojos... a falta de contacto con el verdadero Scorpius, mi mente ha buscado la forma de sobreponerse a su ausencia. Nunca me había pasado, culpo a las hormonas, las mías, porque me ha pasado desde que estuve en su cuerpo. La visión de sus manos sobre mi cuerpo me ha atormentado. Me inquieta, me hace sentir cosas, ganas de que en verdad me toque. Ganas de tocarlo. Cuando estuve en su cuerpo lo resisti pero... ya no puedo. Y él no me lo pone fácil, mirándome desde lejos todos los días. Sonriéndome como si fuéramos cómplices de una broma secreta entre los dos. Y la broma es que perdí el control. Mirando esos ojos grises que son tan transparentes y su sonrisa amable, casi puedo sentir sus manos tocandome. Se deslizan desde mi cintura hacia mis piernas, mis caderas, describiendo curvas, enchinandome la piel. Una mano va hacia mi pecho, siento mis pezones endurecerse, mi entrepierna se derrite, se siente caliente, quema, pongo una mano ahí, siento un poco de alivio, sólo un poco.
— Scorpius...
— Emmmm, no, Jasmine. Levántate, llegaremos tarde
Esta bien Scorpius, seguimos luego. Me levanto resignada y voy a bañarme. Oh como extraño la privacidad de Hogwarts. Creo que si pudiera tener un poco, podría ocuparme de mi... "problema" de ansiedad sexual que me tiene soñando todos los días con Scorpius, porque mi teoría es que la falta de sexo me tiene tan desesperada que ahora fantaseo con él, y eso es culpa de la locura que vivimos, nada más, de otro modo no estaría yo tan obsesionada con su cuerpo, si tan sólo no hubiera estado en él... o si tan sólo hubiera aprovechado y lo hubiera tocado... ¿qué habría tenido de malo? En aquel entonces estaba muy segura de que mis razones para odiarlo pero ahora...
Por la tarde puedo verlo en la sesión del consejo estudiantil. Estamos como siempre, sentados cada quien en su esquina, pero esta vez siento su penetrante mirada en mí. Y no porque tenga la palabra, es decir, todos me miran pero él... Merlin, estoy tan nerviosa.... deja de mirarme
— ¿Olvido algo Malfoy?
Y ahora es él quien tiene las miradas encima. Así que puedo relajarme y deleitarme en observarlo. Ya no tiene caso refrenarme. Me siento tan atraída por él... como quisiera poder acercarme, pero el siempre está rodeado por sus amigos, por esas dos zorras que se cuelgan de él y no lo dejan sólo un momento, me irritan tanto, que no puedo soportarlo, seguro que van a estar encima de él todo el tiempo en la fiesta de Halloween, no lo puedo soportar, definitivamente no voy a ir. Pero cuando la sesión termina y me apresuro para largarme, las gemelas zorras me tienden una emboscada y termino aceptando ir a la estupida fiesta de halloween...
- Rose, no entiendo qué hacemos aquí, honestamente
- Tus heroínas me chantajearon Jasmine, tu eres mi amiga, debes apoyarme
- No te tomes tan en serio todo lo que te digan ellas, vivirás más
- Bueno, sólo estamos haciendo una aparición, en cuanto nos vean y pueda defenderme cuando me digan que soy una antisocial, nos vamos
- ¿Y el hecho de que quieres observar a la distancia a Scorpius Malfoy unas horas más en el día no tiene nada que ver?
- ¿De qué hablas? - le contestó mecánicamente
- ¡Lo estás haciendo ahora!
- ¡No es cierto!
- Pero sí lo estás buscando
Rodé los ojos. Pero sí lo estaba buscando. Teníamos una extraña dinámica ahora, y me encantaba. Me gustaba más que nuestra vieja dinámica de amor - odio, además me gusta la emoción que se siente el no saber qué pasará, si llegará el día en que me hablará, porque curiosamente, después de nuestra extraña situación por culpa del Pukwudgie me di cuenta de que lo extrañaba, yo fui una terrible compañera de maldición, pero él fue de lo mejor. Así que sí, ahora sólo nos contemplábamos desde la distancia pero eran los mejores momentos de mi día.
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Inevitable
FanfictionA punto de terminar su vida estudiantil, Rose Weasley y Scorpius Malfoy van a un intercambio estudiantil. Gracias a un Pukwudgie malhumorado y sus curiosos hechizos, ellos acaban irremediablemente involucrados, y por si esto fuera poco, extraños ata...