- Rose, ¿estás bien?
Miro a Jasmine como si fuera un espejismo. La escucho como un eco lejano. Se ve oscuro alrededor. Me duele la espalda. Tengo frío. No puedo moverme, no puedo decir nada, haciendo un tremendo esfuerzo muevo mi cabeza de un lado para otro
- Estás helada - se quita su capa y la transforma en una frazada. Agradezco el calor inmediatamente. - ¿Puedes caminar? Necesitamos volver al castillo
Asiento levemente, pero me recargo casi completamente en la pobre Jasmine. Ella es mucho más pequeña que yo, y delgadita y frágil, como puede me lleva de vuelta al castillo hasta que llegamos al dormitorio, donde afortunadamente, ya casi todas duermen y no pueden ver el estado tan lamentable en el que estoy. Una de las cosas que extraño de Hogwarts es la privacidad, bueno, al menos tenía más que aquí. Allá los dormitorios eran de tres a cinco chicas. Aquí es un galerón enorme lleno de camas flotando en diferentes niveles. Las camas tienen cortinas que puedes correr para tener un poco de privacidad, pero aún así...
Jasmine me acomoda en mi cama y yo empiezo a sollozar de nuevo. Pero ella tiene la prudencia de correr mis cortinas, hacer un hechizo silenciador y acostarse a mi lado, abrazándome mientras me deja llorar histérica, no pregunta nada, no me llena de frases vacías como: todo estará bien y ese tipo de chorradas que uno dice cuando quiere consolar a alguien, pero no tiene ni idea de qué le pasa, me siento afortunada de ser amiga de Jasmine, siempre discreta, siempre amable, siempre leal. A penas y puedo dormir, pero al día siguiente, siento a Jasmine moverme.
- Rose, debemos ir a clases, ¿puedes levantarte?
- Si - contesto con la voz ronca
- Me alegro. Usa esto - me tiende un frasquito con una poción que no reconozco, ella se da cuenta y me dice - es para tus ojos, te verás fresca como una lechuga una vez que te lo pongas. No te sentirás igual, pero si quieres, podemos hablar después de clases, para que te desahogues
- Gracias Jasmine - usualmente no soy una persona expresiva, ni cariñosa, pero me lanzo a sus brazos
Cuando veo a Scorpius mi corazón se estruja en el pecho, busco su mirada, pero él no me responde. No me mira. De cualquier forma, parece distraído, ausente, está ahí en medio de su grupo habitual de amigos, pero algo en él se ve distinto. Sus ojos han perdido su chispa, no sonríe, estoy preocupada por él, ¿le pasaría algo malo? Mala hora escojo para empezar a preocuparme por él. Ahora que él se ha rendido conmigo, ahora que ya ha pasado página.
- ¿Y qué querías? Tú se lo pediste. ¡Dos veces!, al menos por lo que me dices. Eres masoquista. O bipolar. Aún no lo decido.
- Eso mismo dijo él - digo con melancolía - lo de la bipolaridad. Pero es que él debería saber que no era en serio
- ¿Cómo demonios lo va a saber? Rose por mujeres como tu es que los hombres dicen que no sabemos lo que queremos. Tú querías que él se quedara contigo, que te pidiera salir, pero lo que le dices es que no se meta entre tu y Dylan y de pasada, que te deje en paz y te ignore. Bravo, es un mensaje muy claro
Pongo mi cara en mis manos y gimo desesperada. Una vez que lo digo en voz alta, hasta yo me doy cuenta que soy ilógica, irracional y loca. Pero es que estoy tan acostumbrada a tener a Scorpius en mi sombra a pesar de lo que diga y haga que nunca me había detenido a pensar en él, en que quizá algún día se cansaría de mi. Y tiene razón. Yo también me habría rendido conmigo, yo también me odiaría y me ignoraría
- ¿Que voy a hacer Jasmine?
- ¿Qué es lo que quieres?
Me pongo a pensar. Buena pregunta... porque en momentos me da la impresión de que quiero a Scorpius, pero ¿de qué forma? Sé que él me gusta. Me gustan sus ojos, su cabello, su sonrisa, sus manos, su cuerpo, su olor, su sabor, la forma como se ve cuando camina, me gusta como me siento cuando estoy en sus brazos, me gusta como se sienten sus labios en mi cuello, en mis pechos, en mi sexo, en mi boca, me gusta como me mira, como si yo fuera especial, como si su mirada traspasara mi cuerpo y estuviera mirando mi alma. A pesar de lo poco que lo he dejado acercarse a mi, siento que me conoce, ¿otra vida quizá? Nunca me lo había planteado ¿destino? ¿Existía tal cosa? ¿Por qué entonces estoy tan renuente a aceptarlo? ¿Por qué siempre lo he estado? Algo en él me repele y me atrae con igual fuerza, es totalmente contradictorio, por eso no puedo actuar coherentemente cuando estoy con él, por eso pienso una cosa y digo otra, por eso siento una cosa y hago otra. Cada vez lo entiendo menos
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Inevitable
FanfictionA punto de terminar su vida estudiantil, Rose Weasley y Scorpius Malfoy van a un intercambio estudiantil. Gracias a un Pukwudgie malhumorado y sus curiosos hechizos, ellos acaban irremediablemente involucrados, y por si esto fuera poco, extraños ata...