Cuando Rose se va y yo puedo quedarme en mi lugar sin mover me doy cuenta que el hechizo terminó. Pero no me siento feliz. He decidido dejarla ir porque al parecer ella quiere intentarlo con Dylan, pero luego la forma como me reclama me hace dudar, ¿me habré equivocado?
No vuelvo a ver a Rose en todo el día. ¿Por qué mis ojos no pueden dejar de buscarla? Mi cuerpo siente su presencia o su ausencia, estoy peor que antes, al menos en aquel entonces mis pensamientos se reducían a añorar cosas que no habían sido, pero ahora... evocaba su sabor, sus labios suaves y dulces, sus manos cálidas tocándome, su pupila dilatándose cuando alcanzaba el orgasmo y el azul intenso de sus ojos brillando de excitación. Me odio porque no debería pensar en ella, está a punto de comenzar una relación con otro, y ese pensamiento me duele, me lastima pensar en que otro hombre la besará y la tocará, pero ¿que pensaba? ¿Que ella y yo tendríamos una relación? Una vez se lo pedí. Fue un ataque de adrenalina, pero imaginé que pasaríamos tiempo juntos. En los descansos, que podríamos hablar en clases, hacer tareas juntos, quizá salir a Hogsmeade. Pero la realidad fue que ella se alejó más de mi. Consiguió un novio, lo cual me impidió acercarme a ella para conocerla, hablar, no sé. De cualquier forma pensé que podríamos ser buenos compañeros, pero las cosas fueron de mal en peor.
Cuando llegamos aquí, curiosamente yo ya no quería nada de ella. Después de cómo me había hablado y de cómo me había tratado al inicio de ese año, creí que aunque fuera yo, no merecía ese trato. Aún no comprendo muy bien cómo terminamos enredándonos. No sé si algún día ella y yo podremos arreglar nuestros problemas, digo, una de las cosas que he sacado en claro de esto es que nuestra química nos impide funcionar como un par de personas civilizadas, ya no digamos amigos o algo más. Y lo más raro de todo es cómo terminamos teniendo sexo en medio de todo este desastre, es decir, uno sólo se enreda con alguien que le gusta ¿no? Por un momento pensé que le gustaba a Rose, ¡qué tontería! ¿O lo era? Yo la sentía temblar cuando la tocaba, gemir en mi boca mientras la besaba, enredar sus manos en mi cabello mientras pegaba su cuerpo al mío, ¿realmente era sólo sexo?
El día siguiente la veo en clases. Dylan está con ella y Jasmine todo el tiempo, yo trato de no mirar, tomé una decisión y debo ser firme al respecto, debo aguantar y mantenerme alejado de ella, respetar su decisión de que no me meta entre ella y Dylan y retomar mi objetivo inicial aquí, encontrar mi camino y sacar lo mejor de esta experiencia. Me duele el pecho todo el tiempo. Siento que tengo un hueco ahí. Me siento vacío. Solo. Curioso. Estoy rodeado de personas todo el tiempo, es decir nuestro usual grupo Mario, Josh, Ray, Sabrina, Serena, Sthep, todos son sumamente divertidos, buenas personas, por fin tengo muchos amigos, aunque extraño mucho a Al, le escribo seguido, estamos en contacto constantemente, pero de alguna manera, aunque ahora tengo más gente a mi alrededor que nunca, me siento hueco. Mis amigas tienen como un sexto sentido, saben que estoy mal y saben que es por Rose. Es obvio porque además Dylan ya no se junta con nosotros. Tratan de animarme, pero... me he vuelto algo melancólico, soy más callado, ya no sonrío tanto como antes, o eso me dicen...
Unos días después de que se anuncia nuestro castigo por el asunto de los dormitorios, recibo un vociferador.... a mi edad, desde el otro lado del mundo. Mi mamá debe estar furiosa conmigo, nunca me había mandado un vociferador antes, ni cuando pasó el asunto del gira tiempo con Al, en ese entonces se mostró más bien preocupada, pero ahora no me atrevo ni a abrirlo. Es el día del baile, al cuál tuve prohibido asistir, por ello, creo que no hay mejor momento para hacerlo, es decir, se que debo hacerlo pero necesito privacidad, así que decido ir al salón de las torturas. A pesar de todo, ese sitio es especial para mi, vivi cosas terribles ahí, pero me recuerda a Rose y es todo lo que me queda de ella.
Pero llego ahí y no está vacío, ella está ahí también. Mi corazón se detiene en mi pecho, salta hasta mi garganta, hacia mi estómago y de vuelta. Es curioso, esa sensación me hace feliz, me siento vivo, sonrío. Está sólo sentada, con los ojos cerrados, me quedo observándola y cuando estoy a punto de irme, ella abre los ojos y nos quedamos mirando sin decir nada, hacía varios días que no nos mirábamos y de repente, todo es como antes, cuando nos mirábamos a la distancia y nos sonreíamos. Finalmente, soy yo quien rompe el silencio
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Inevitable
FanfictionA punto de terminar su vida estudiantil, Rose Weasley y Scorpius Malfoy van a un intercambio estudiantil. Gracias a un Pukwudgie malhumorado y sus curiosos hechizos, ellos acaban irremediablemente involucrados, y por si esto fuera poco, extraños ata...