Inseparables

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Quisiera poder decir que escuchamos a Alf, pero no lo hicimos. Su metáfora de nosotros follando como animales resultó ser una realidad. Nos volvimos totalmente locos. Todo comenzó con nuestro usual juego de miradas, luego comencé a seguirla y ella se daba cuenta, se deshacía de su amiga con alguna excusa y saltábamos en cualquier salón vacío, baño, armario, nos escondíamos detrás de cualquier árbol en el bosque, algún anaquel en la biblioteca, o cualquier lugar que nos diera un poco de privacidad. Todos los días buscábamos la oportunidad de estar solos, eso era lo más importante de mi día, estar atento a la más mínima oportunidad de que Rose pudiera escaparse conmigo y poder poseerla como si no hubiera mañana, porque literalmente, a veces no había mañana, había días que nos era imposible encontrarnos, había veces que lo hacíamos más de una vez al día, y esos eran mis favoritos, era adicto a ella y estaba muy lejos de poder controlarme.

A pesar del sexo desenfrenado había todavía situaciones sin resolver entre nosotros, como el asunto de Dylan. Parecía perrito tras de Rose todo el tiempo, y aunque le advertí que le cortara las alas él seguía comportándose empalagoso con ella y ella si bien no cedía no terminaba de rechazarlo tampoco y cerraba el círculo. Mi paciencia cada día se agotaba más. No soportaba que la tocara, un día simplemente exploté.

Ella y Jasmine su amiga venían entrando al comedor, cuando Dylan se acercó a Rose y la abrazó por los hombros para convencerla de sentarse con nosotros. Ella estaba visiblemente incómoda, se notaba que quería irse de ahí y ese idiota tenía sus garras clavadas en ella. No lo pude soportar más y caminé hacia ellos, retiré sus garras de ella y le dije tratando de ocultar la rabia que recorría mi cuerpo

— Dylan, Rose quiere ir con su amiga ¿qué no ves? Déjala, vámonos la estás incomodando

— ¿Qué te pasa Malfoy? Claro que no la estoy incomodando ¿verdad Rosie?

— La verdad, si estoy un poquito incomoda, voy a irme, adiós

Rose se salvó ese día pero él no deja de rondarla. Ella y yo nos seguimos mirando a la distancia, como siempre. Un día estaba mirándola y de repente Dylan me dice

— Scorpius ¿estás cogiendote a Rose?

Me atraganté con mi jugo. Comencé a toser y todos se reían y esperaban que contestara

— ¡No!, ¿que te pasa?, ¡no!

— Porque te la pasas viéndola y luego sales tras de ella y se pierden por horas, además que te molesta que la toque, admítelo, estás cogiendotela, lo que no entiendo es ¿por qué a escondidas?

— Las cosas entre Rose y yo son complicadas

— Explícame

Antes de decir nada, miro a los demás que han dejado sus desayunos y nos miran atentos

— Ay no Scorp, no nos hagas irnos, de todos modos nos vamos a enterar, somos tus amigos ¿no? — dice Steph

— Ok no voy a decirles nada de todos modos, lo único importante Dylan es, la incomodas cuando la quieres obligar a hacer cosas que no van con ella como bailar o venir a sentarse con nosotros y dejar sola a su amiga, observa mejor la situación y deja de hacerla sentir incómoda

— ¿Dices que no soy observador y que no sé que quieren las chicas? Porque creo que ha quedado claro que la observo, quizá demasiado, un poco más y tengo que verlos coger porque eso es lo único que falta, y no respondiste mi pregunta, ¿por qué la follas a escondidas?

— Eso se lo agradecemos todos, por cierto, imagina si follaran a la vista de todos, aquí en el comedor por ejemplo — dice Sabrina y todos se ríen con su broma

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