El almuerzo, esa hora de la tarde en donde uno puede, o ser muy feliz por tu comida, o que tus compañeros de fútbol te traten de niñita.
-Oye, Gayme, pásame un poco de tu pan con manjar.- Dijo Mauricio, tomándome de los hombros, en un intento de ser amigable.
-Pero es mío, no es mi culpa que tus papás no te hagan el almuerzo.- No lo miré a los ojos, pero sabía que con eso, me iba a matar.- Oh, se me olvidó, están muertos.
Nadie habló los siguientes diez minutos, todos concentrándose en su comida. No había tenido una muy buena semana de clases.
En todo el almuerzo, sentí la mirada del Mauricio, pero al girarme, no lo estaba haciendo. Luego de mirarlo varias veces para comprobar, me di cuenta que no era él, que en un punto alejado de el comedor, Nicolás me miraba.
Intenté sonreírle varias veces, pero lo único que salía era una mueca.
Intenté seguir concentrándome en comer, pero la mirada de Nicolás seguía, por lo que solo me comí un poco del pan, un poco de jugo y mis ganas de reventarle la cabeza al Mauricio.
Al finalizar el almuerzo, todo el mundo fue hacia su siguiente clase. Yo no, no había fumado desde que entré a la clase del profesor califa, por lo que tenía un poco de tiempo sin fumar.
Caminé hacia el patio delantero, debajo de un toldo de cristal, un grupo de niñitos intentaban armar un pito sin que se les cayera. Reí para mis adentros y me fui al lado de la salida, donde había un banco bastante viejo e inestable, pero que frente a él, había un árbol gigante, que me permitía esconderme de los inspectores.
-¿Solo?- Preguntó una voz detrás del árbol.
-Siempre.- Quize bromear, pero esa era la verdad.
El sujeto salió detrás del árbol, dejándome ver su chaqueta de cuero.
-Gaule.
-Navarro.- Sonrió de lado, casi causándome un ataque al corazón.- ¿Te gustó el espectáculo de hace unas horas?
-¿Sueles romperle un hueso a todos los profesores que le corren mano a tu polola?
-No es mi polola.- Dijo frío. Miró mis manos y sonrió.- Se te olvidó que no tienes cigarros.
-Si.- Dije un poco apenado, me fumé el último antes de entrar al circo que llaman escuela.
-Pues estas de suerte.- Sonrió de nuevo.- A mi también me gusta fumar.- Sacó de su bolso una cajetilla de cigarros, llena.
-El chico malo que fuma.- Dije divertido.
-Bueno, hay que conservar los estereotipos .- Me pasó un cigarro y de su bolsillo sacó un encendedor, también nuevo.
-Pues por lo que veo, eres el único chico malo que no fuma.- Sonreí.
-Me atrapaste.- Me pasó la cajetilla y el encendedor.- No fumo, pero te he visto venir aquí, y creí que era adecuado darte un regalo por cerrar la boca.
Tomé las cosas y seguí fumando. Ninguno dijo nada, solo estábamos nosotros, y los niñitos poser que intentaban fumarse un pito sin quemarse los dedos.
-Porqué en mis años en esta escuela, nunca te ví.- Preguntó.
-Suelo ser invisible para los chicos que pueden romperte un dedo como si fuera un palito de helado.
-Pues, a diferencia del profesor, yo a ti no te tocaría ni un pelo.
ESTÁS LEYENDO
Frío (Jainico) Jaidefinichon
FanfictionNicolás no sentía nada, su padre se encargó de eso. Jaime sentía demasiado, su abuela se encargó de eso. ~~~~ -¿Tienes algún problema con que te abraze? -¿Qué es esa mierda que siento de el pecho?- Preguntó Nicolás con el ceño fruncido. Jaime so...