Kem aterrizó en su dormitorio. El suelo estaba sumamente cálido, pero ella no lo notaba. Levantó su cabeza del suelo y vio su cadáver en la cama, esperándola. Rápidamente se levantó. Aun no era hora, sino deberían estar sonando los redoblantes del desfile. De repente, vio a Bick que entraba apurada a la habitación vestida de negro. Tras ella Mikey corriendo sonriente. Cuando pisó la primer baldosa del cuarto cambió su cara, la angustia lo invadió completamente al ver nuevamente el cuerpo de su prima.
Mikey también estaba vestido completamente de negro y unos harapos sucios lo cubrían. Kem no entendía a que se debía tal cosa. Pero luego entendió que era por el gran día de "La Marcha NEGRA". Rápidamente se dio cuenta que ellos se estaban preparando para ir. Se estaban disfrazando de muertos para "acompañar" a los cadáveres, incluyéndola, en el desfile.
Kem lo hacia todos los años con su hermana menor, la mejor parte era imitar estar muertas, así se mezclaban a la perfección con aquel desfile de muertos en pie. Kem ahora ya no tendría que actuar más. Bick había ido a buscar un lápiz negro en el armario para delinearse los ojos. El cadáver de Kem cada vez estaba peor. Se había vuelto un tono más azulado y putrefacto. Sus parpados estaban completamente hundidos y sus manos estaban huesudas y frías. Kem se aterrorizó al verse a sí misma, pero luego se dio cuenta por completo que era obvio que esté tan... muerta.
Mikey se acercó al cuerpo y le rozó el rostro con la mano. ¡Estaba Helado!
— ¿Cómo piensas que se levantará para irse? — preguntó Mikey mirando de reojo a Bick.
— Y... supongo que... no sé. ¿Tu dices que reaccionará? — dijo temerosa acercándose al cadáver.
— No creo que Gerd Dead entre casa por casa tocando la puerta llevándose a los muertos... ¿verdad?
— Creería que se levantará sola...
Bick se sentó en frente de Mikey para pintarle los ojos: "Mira hacia arriba"... Lentamente la chica pasaba el lápiz negro sobre el contorno de los ojos de su primo. "¡Auchhh! ¡Me metiste esa cosa en el ojo!"
— No te comportes como niño ¿quieres? —dijo la chica poniéndose nerviosa.
Kem no podía aguantar la risa mirándolos desde el otro lado de la cama. Mikey lagrimeaba y Bick continuaba metiendo la punta del lápiz negro en su ojo sin querer. Por la puerta entró Edward y se paró en seco frente a la cama.
— Me parece que no deberían estar aquí— dijo muy seriamente —No falta mucho tiempo, ya vendrá la Marcha Negra.
Ambos salieron de la habitación sin decir palabra, Mikey continuaba con los ojos llorosos por el maldito delineador.
Edward permaneció en silencio en la habitación. Nuevamente fue a sentarse junto al cadáver de su hija muerta y unas finas lágrimas se escurrieron de sus ojos.
— No puedo creer aún que te tengo de esta manera junto a mi— dijo tomándole la mano esquelética — Porqué habré sido tan tonto de no haberte prestado atención hija mía. Ni con todo el dinero del mundo podré cambiar el mal que te hice durante todo este tiempo.
Edward se levantó y se marchó cabizbajo secándose las lágrimas. Kem nuevamente estaba sola con su cuerpo vació a su lado. Bick entró lentamente a la habitación otra vez seguida por Velkam que acababa de llegar.
— Mi padre no nos dejaba entrar...
Velkam estaba hermoso. Sus ojos verdes resplandecían. Tenía puesto un traje deslumbrante, una corbata de color rojo intenso como la sangre y una camisa blanca que la cubría un bellísimo saco negro. Kem quedó impresionada e intentó abrazarlo pero una vez más traspasó a su querido esposo.
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La Marcha Negra
Fantasy¿Que tal si te dijera que la muerte viene a buscarte? Y no, no es un funeral, es una fiesta y hay que celebrar. Vivir en una ciudad en donde el día de bodas debes intercambiar tu corazón con el de tu pareja no parece ser algo ideal ni soñado para al...