Kem se dio cuenta que ellos la habían escuchado y continuó tocando con entusiasmo. Velkam se sentó en la orilla del pequeño banquito negro que estaba un poco alejado del piano y comenzó a tocar una melodía junto a ella. Era impresionante cómo las teclas que él no oprimía se hundían como por arte de magia.
— Esto... esto es imposible — dijo Bick a penas con un hilo de voz.
A lo lejos se escucharon gritos que provenían del piso de arriba. Eran los padres de Bick que estaban indignados por escuchar el piano sonar. Cuando entraron a la sala, vieron a Velkam y se pusieron aún más furiosos que antes. Él dejó de tocar y se levantó de un salto. La música no cesaba.
— ¡Atrevido y desubicado!— gritó Lorine al acercarse al salón. El piano seguía sonando. Kem no paraba quería hacerles notar su presencia - ¡Deja de tocar!
— Pero madre, Velkam no es el que está haciéndolo— dijo Bick señalando las teclas que se movían solas.
— ¿Dónde esta tu hermana? —preguntó Edward sin prestar demasiada atención.
— Padre... Kem... — murmuró Bick mientras sus ojos se cristalizaban — Kem está muerta
Sin decir ni una palabra, Edward derramó un par de lágrimas al instante y Kem dejó de tocar el piano. Se sorprendió al ver la reacción de su padre y no pudo contener las ganas de acercarse a él. El hombre sin verla ni sentirla se limpió los ojos y rápidamente disimuló su tristeza. A Lorine le importaba un bledo, nunca había tenido simpatía por Kem y mucho menos por Bick, después de todo ella era su madrastra pero ninguna de las niñas lo sabía.
— Por dios... — dijo el hombre angustiado —¿Donde está ella ahora?
— Está aquí —contestó Mikey.
— ¿De qué estas hablando? — exclamó Edward mientras observaba a sus alrededores pero no veía a nadie. Kem retomó la melodía en el piano y el hombre al ver las teclas moverse solas se desmayó.
Lorine quedó petrificada al caer en cuenta de lo que estaba sucediendo y comenzó a gritar del susto. "¡Demonio de Satán!" gritaba una y otra vez mientras salía corriendo del salón. Edward continuaba postrado en el suelo, por lo que Velkam y Mikey fueron rápidamente a levantarlo. El hombre seguía sin reaccionar.
Kem dejó el piano y fue lentamente a sentarse uno de los inmensos escalones a mirar aquella escena. Se emocionó al ver a su novio y a su primo levantando a su padre que intentaba pararse haciendo equilibrio mientas ambos lo tomaban de los brazos. Él odiaba a ambos, pero una vez que despertó, los abrazó y les agradeció la amabilidad.
— Hija, llévame a ver a tu hermana — le pidió amablemente a Bick luego de reincorporarse. Ella lo tomó del brazo y se dirigieron hacia el cuarto de la reciente difunta.
Lentamente, Piper, que había visto todo, comenzó a subir las escaleras, por lo que Mikey pensó en seguirlo suponiendo que iba tras de Kem.
Ella continuaba con su vestido de novia pero se encontraba todo desintegrado y sucio. Corrió por el largo pasillo, llegó a su cuarto y se encontró a su padre llorando a un lado de la cama junto al cadáver de su hija mayor. Kem bordeó la cama y se arrodillo del otro lado en frente a él. Su cadáver estaba en medio.
— Lo siento tanto hija mía... — susurró Edward con lágrimas en los ojos — todo fue mi culpa. Si tan solo hubiese dedicado un poco de mi tiempo en tí, podría haber evitado que todo esto ocurriera. Me siento tan culpable...
— No papá, no eres el culpable— agregó Bick que lo miraba con angustia —Kem estaba muy mal hace tiempo, pero no quiso decirlo para no preocupar a nadie. Su único incentivo por continuar era casarse con Velkam. ¡Y lo logró, papá!
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La Marcha Negra
Fantasia¿Que tal si te dijera que la muerte viene a buscarte? Y no, no es un funeral, es una fiesta y hay que celebrar. Vivir en una ciudad en donde el día de bodas debes intercambiar tu corazón con el de tu pareja no parece ser algo ideal ni soñado para al...