Un poema.- Camren.

13.- Una flor.

POV Camila.

Después de pasar la noche con Lauren, tuve que regresar a casa, me fue difícil dejarla, pues sabía que no volvería a estar con ella tanto tiempo como lo había estado antes.

Mi madre me miró con ternura, ella sabía que Lauren era verdaderamente especial para mí, lo sabía, incluso cuando no se lo había dicho.

-¿La pasaste bien con Lauren, hija?- Preguntó mi mamá mientras se acercaba a mí y me dedicaba una de sus dulces sonrisas.

-Sí, mamá, estuvimos hasta tarde hablando.- Le respondí y ella tomó mis manos.

-¿Ya no hay amistad?- Sabía a qué se refería.

-No...- Respondí nerviosa y bajé mi mirada lentamente mientras mi cara enrojecía notoriamente.- Ya no.

-Vaya, por fin, se estaban tardando.- Dijo y rió al finalizar la frase.

Después de la corta plática que tuve con mi mamá acerca de cuántas veces Lauren vendría a casa, que, por supuesto, era toda la semana, subí a mi habitación para ordenarla, ya que estaba completamente de cabeza, y después tendría que ir a recoger a Sofi de la casa de su pequeña amiga, pues había tenido una fiesta.

Cuando llegué a la casa de la amiga de Sofi, ella ya estaba preparada para irse, la tome de la mano y fue desagradable la sorpresa que me llevé, por tercera vez lo era.

-Cabello, Cabello, Cabellito, siempre te encuentro hasta cuando ni siquiera recuerdas mi existencia.- Me di vuelta y la sonrisa burlona de Ariana me molestaba.

-¿Qué demonios haces aquí?- Le pregunté molesta y le indiqué a Sofi que se sentara en una banca que estaba a unos cuantos metros.

-¿Yo?, nada importante, realmente.- Dijo y un gesto aburrido ocupó su cara.- Es la fiesta de mi hermana y estoy a cargo.

-Bien, pues ahora debo irme de la fiesta de tu hermana, tengo cosas más interesantes por hacer.- Estaba decidida a caminar de regreso con Sofi, pero unos brazos hicieron contacto con mi cintura y me acercaron al cuerpo de Ariana, por supuesto, ella se dedicaba a joderme el día.

-¿No te parezco linda?- Tomó un mechón de mi cabello y lo puso detrás de mi oreja.

-Basta, Ariana.- Reclamé molesta e intenté separarme del agarre, pero sólo logré que ella me atrajera más a su cuerpo, Sofi había regresado a la fiesta.

-Oh, es cierto, que tienes novia, lástima por mí.- Puso cara de puchero y tensó más el agarre.- De todas formas, no es impedimento para seducirte.- Guiñó su ojo, se acercó a mí y depositó un beso en mi mejilla, asqueroso y desagradable a mi parecer, me separé y Sofi llegó en ése momento.

-¿Nos vamos, Kaki?- Me preguntó y tomó mi mano.

-Vámonos, Sofi.- Le contesté sin siquiera voltear a ver a Ariana y me di la vuelta caminando de regreso a casa.

POV Lauren.

Mis padres estaban subiendo sus maletas a su habitación y me contaban de sus maravillosas experiencias fuera de todo lo laboral.

-Era un restaurante de lo más elegante, había varios espacios completamente negros y pensé que, probablemente, te encantaría estar ahí.- Vaya, sí que sí.

Estuvieron mucho tiempo desempacando, como si se hubiesen traído toda la ciudad, pero eso sólo me dio tiempo de estar un rato encerrada, sin hacer nada, como es de costumbre.

Tomé mi celular y lo revisé, y noté que tenía un mensaje de Camila que había mandado hace cinco minutos.

-Estoy extrañándote cada segundo más.- Decía su lindo mensaje.

-Te extraño desde que tocaste la manija de la puerta, regresa.- Le contesté.

-Iré mañana, ¿te parece?

-Me encanta la idea.

POV Camila.

Como siempre, nos quedamos un rato hablando, un gran rato, lo cual era magnífico, al anochecer, dijo que saldría con sus padres, lo cual me daba un rato para estar con Sofi.

-Hola, pequeña.- Le dije mientras me recargaba en el marco de la puerta.

-Kaki, hola.- Me respondió desde su cama, ella estaba sentada jugando con sus muñecas, típico de muchas niñas.

-¿Puedo pasar?- Ella quitó sus muñecas, las guardó y me indicó que podía sentarme con ella.- Eres una buena niña.- Le dije mientras le daba un abrazo.

-Ariana es odiosa.- Soltó de repente, mientras me alejaba del abrazo.

-¿Te ha dicho algo?- La miré dudosa, por dentro ardía de rabia.

-Cuando supo mi apellido, me llamó cuñada.- Ariana de mierda.- Pero yo sé que prefieres a Lauren.

-¿Ah, sí?- Mi cara estaba roja, de nuevo.

-Sí, todos aquí lo sabemos.

Después de que Sofi me platicara de su fiesta, la escuela, de su vida, le propuse viéramos una película, y ella aceptó, claro.

Preparamos palomitas, compré algunos dulces, y antes de que la película empezara, sonó el timbre, Sofi fue a abrir.

Segundos después, sentí unas manos cubriendo mis ojos, y me imaginé que, si era quien yo pensaba, tendríamos que estar en una realidad paralela.

-Camz, hola.- Por Dios.

-¿Lauren?- Pregunté y lentamente quité sus manos, era ella.- ¡Lauren!- Me levanté, la abracé y después la besé, ignorando la presencia de Sofi.- Creí que habías salido con...

-Era una mentira para sorprenderte.- Me interrumpió.- Por cierto, te preguntarás, tal vez, porqué tardé tanto entonces, y la verdad, es que me perdí.

-¿Te perdiste de camino a mi casa?- Reí ante eso.

-Sí.- Ella también rió.- Acababa de comprar esto y no sabía cómo regresar.- Se estiró hasta una mesa de sala que estaba ahí y tomó algo de encima, me di cuenta que era una flor, y la estiró hacia mí.

-Lauren...- Susurré sorprendida. No pude decir más y sólo la abracé, tan fuerte que creí poder estarla ahorcando.

Esos pequeños detalles son los que pueden matarme, sin duda alguna, y más si vienen de Lauren.

Fui por un florero y puse la flor que me dio Lauren en éste, la invité a ver la película con Sofi y conmigo, claramente aceptó.

Nos la pasamos muy bien estando "en familia", hasta que llegó el momento de que Lauren debía irse.

Cuando fui a mi habitación, escuché mi celular sonar, pues había llegado una notificación.

-Te amo, Camz, te amo demasiado.

-Te adoro, Lolo.

Y esa noche dormí con tanta tranquilidad que me olvidé de soñar.