32.- El infinito.

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POV Camila.

Lauren me había llevado a uno de los mejores restaurantes en Estados Unidos, y había sido un momento magnífico para mí, así como tal vez lo sería para ella.

-Camz...- Escuché que alguien decía.- Vamos Camz, levántate...

Sentía cómo mis ojos se abrían lentamente y observaba a quién tenía en frente. Era Lauren tratando de despertarme.

-Lolo...- Dije suavemente, haciendo el esfuerzo por despertarme completamente.

-¿Cómo te encuentras?- Me preguntó, encontré en ella un poco de preocupación.

Me senté sobre la cama para quedar a la altura de su cara.

-¿Qué está pasando?- Le pregunté, tal vez algo andaba mal.

-Bueno, pues...- Intentó decir, se tomó unos segundos para respirar y luego mirarme.- Dinah, Ally y Normani no están, todavía no han llegado... la ciudad es grande, ¿sabes?, al no saber andar por ahí, pudieron haberse... perdido.- Finalizó.

-¿Estás completamente segura de que no están?- Traté de tranquilizarla un poco acariciando su brazo izquierdo.

-No están, en serio no...- Lauren no pudo terminar la frase, ya que un ruido se escucho desde la sala, dejándonas a ambas completamente inmóviles.

-¡Buenos días, familia!- Escuché la voz de Dinah gritando, segundos después, cerrando la puerta y dirigiéndose hasta la habitación de Lauren.

-Con una santa mierda.- Dijo Lauren, suspirando aliviada.

-¿Cómo han pasado la noche?, ¿nos perdimos de toda la acción?- Preguntó Dinah levantando una ceja.

-Será una ofensa que no haya pasado, no nos fuimos en vano.- Decía Ally entrando detrás de Dinah.

-¿En serio sólo piensan en eso?- Pregunté, viendo la cara seria de Lauren.

-No, pero ése había sido uno de nuestros planes, así que espero no lo desaprovechen.- Concluyó Normani.

-¿Algún plan especial para hoy, señoritas?- Volvió a hablar Dinah.

-Lucy regresa hoy, así que podríamos darle una bienvenida después de lo que pasó con su madre, ya sabes, eso suele preocuparla mucho.- Propuso Lauren.

-Podríamos hacerlo, para que sepa que no está sola a pesar de los malos momentos.- Contesté y todas estuvieron de acuerdo con eso.

Lauren y yo salimos a comprar un poco de comida, para que fuera una buena bienvenida.

-¿Crees que esto sea suficiente?- Preguntó Lauren señalando la bolsa de comida que llevaba en la mano.

-Sería suficiente si Dinah no estuviera con nosotras.- Ambas reímos ante eso y regresamos a casa.

Estuvimos aproximadamente dos horas acomodando todo para que estuviera perfectamente a la vista de Lucy, compramos un pastel mediano, ya que Lauren había comentado cuánto le gustaba el pastel.

Normani, Ally y Dinah se encargaron de llenar el lugar con buena música, preparar palomitas para la noche, algunas frituras, refrescos y otras cosas que utilizaríamos para que fuera casi perfecto.

-Recibí un mensaje de Lucy, dice que hay mucho tráfico, pero que llegará a casa pronto. Le he dicho que salimos, así que tendremos que ser muy silenciosas los próximos minutos, y cuando entre, saldremos de lados diferentes.- Informó Lauren, revisando su celular y algunos segundos después, guardándolo en la bolsa de su pantalón y caminando hacia mí.- Tal vez no te lo dije antes.- Puso sus brazos alrededor de mi cintura.- Pero éste día, como los otros, te ves absolutamente hermosa.- Se acercó a mí y besó mi frente.

-Puedes pensar eso, pero tú eres la mujer más hermosa que he visto en toda mi vida.- Le respondí cruzando mis brazos en su cuello y acercándome a ella para besarla.

-Vaya, no sabía que Camren realmente renacería así de rápido.- Dijo Normani poniendo sus manos en su cara, haciendo un intento de cubrirla.

-Siempre pensé que ustedes eran la pareja ideal, Jesucristo, no me equivoqué.- Complementó Ally y su cara se había tornado pacífica con una dulce sonrisa en ella.

-Por favor, dejen de ser unas idiotas y no se vuelvan a perder, nunca vi sonreír a Camila como lo hace contigo.- Habló Dinah, pidiendo que nuestra relación, por el momento inexistente, nunca terminara.

-Ahora ámense como nunca, fin.- Concluyó Ally y todas reímos ante su ocurrencia.

Escuchamos algunos ruidos por fuera de la puerta, alguien estaba subiendo las escaleras, se detuvo en la puerta de Lauren y supimos de quién se trataba.

-Rápido, váyanse a diferentes lugares y esperen a que entre.- Pidió Lauren mientras tomaba mi mano y me llevaba con ella.

Se escucharon las llaves entrando en el picaporte de la puerta y en seguida Lucy entrando, sin notar lo que habíamos preparado, dejó sus cosas a lado de la puerta y se estiró al enderezarse, cuando abrió los ojos con las brazos arriba y vio la sorpresa que habíamos preparado, se quedó quieta, buscándonos con la mirada, primero salieron Dinah y Normani, después Ally y al final Lauren y yo.

-¡Bienvenida a casa!- Gritamos las cinco al mismo tiempo.

-Dios, chicas...- Trató de decir Lucy, pero Dinah la interrumpió.

-No tienes que agradecer, fue sincero y con mucho gusto.- Sonrió al terminar de decir eso, todas lo hicimos.

-Lauren... tú...- Se dirigía a Lauren.

-Sí, sé cuánto sufres por todo lo que está pasando con tu mamá, y no quiero que esa linda cara se ponga triste cuando debe estar feliz.- La voz de Lauren era suave, y se escuchaba sinceridad en ella, mucho cariño.

-Ustedes cinco son las mejores personas de todo el mundo.- Nos acercamos a ella al mismo tiempo y le dimos un abrazo grupal, después un abrazo cada una, iba diciendo cosas para cada quien, hasta que me tocó abrazarla.

-Cuida de Lauren, por favor.- Me pidió.- Ella era débil cuando tú no estabas, siempre actuó como una persona fuerte, y ahora contigo aquí, lo es, por favor, cuídala mucho.- Apretó el abrazo y yo hice lo mismo.

Comimos todo lo que habíamos comprado Lauren y yo, partimos el pastel y en la noche, vimos películas, como toda una gran noche.

-Quédate ahí, Camila, ése es tu lugar.- Me dijo Lucy con una sincera sonrisa cuando intenté levantarme de la cama para dejarle el lugar.

-Pero, es tu casa...- Intenté excusarme.

-Y por eso mismo te pido que te quedes.- Ambas sonreímos.

-Gracias por ser tan buena persona.- Agradecí.

Lucy se retiró y unos momentos después llegó Lauren, se acostó a mi lado y susurró en mi oído.

-Prepárate para mañana.- Después de decir eso, dejó un beso en mi mejilla y me abrazó por la espalda ya estando acostadas.- Te amo.

-Te amo.- Contesté y tomé su mano, que se encontraba en mi abdomen.

Nunca pude imaginarme que realmente debería estar preparada.

Las cosas buenas suceden no muy a menudo en el infinito.

Un poema.- Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora