Un poema.- Camren.

25.- Más que un sueño.

POV Lauren.

Llegamos al salón después de un par de vueltas, y la fiesta comenzó.

Los novios bailaban al centro del salón, y la gente estaba alrededor, Lucy y yo bailábamos en ratos y después nos sentábamos durante unos momentos a descansar.

Fue mientras pedía un poco de agua que vi a una persona un tanto familiar.

-Oye, Lucy.- Le pregunté a mi novia cuando terminó de pedir su bebida.

-¿Qué sucede, Laur?- Preguntó poniendo sus codos sobre la mesa y acomodando su cara en la palma de sus manos.

-¿Te molestaría si te pregunto algo?- Había causado en ella una duda.

-Claro que no.- Contestó y esperó a que preguntara, como no lo hice, rompió el silencio.- ¿Qué pasa?

-¿Aquella chica del vestido dorado es Camila?- Le pregunté y con mi mirada señalé la mesa.

No noté molestia en Lucy, de hecho, ella nunca se molestaba cuando hablaba de Camila, pues entendía lo que llegó a significar para mí.

-¿Ella?- Hizo una pausa.- Sí, es Camila, y está con Dinah, ¿quieres ir a saludarla?- Una sonrisa sincera se pintó en su cara.

"Sí", quise contestar.

-No.- Respondí finalmente.- Sólo quería quitarme la duda.

Lucy seguía con la cara entre las manos con una sonrisa realmente adorable.

-¿Sabes lo adorable que estás siendo en éste momento?- Le pregunté e imité su posición.

-¿Sabes lo sexy que estás siendo en éste momento?- Utilizó como respuesta, me acerqué hasta ella y besé sus labios lentamente.

Cuando llegó el mesero, dejó sobre la mesa ambas bebidas, en el momento que creí que se estaba yendo, él regresó, recordando algo, y se inclinó para decir algo en mi oído.

-Mandan esto desde una de las mesas para la señorita Lauren Jauregui.- Pasó su mano discretamente por debajo de la mesa, buscando mis manos, haciendo notorio para mí que no quería que Lucy se enterara de lo que estaba sucediendo.

-Gracias.- Respondí, el mesero sonrió y se fue como si nada hubiera pasado.

-¿Todo está bien?- Preguntó Lucy con intriga.

-Sí, cariño, sólo me dio un aviso de parte de Taylor.- Mentí.- Iré al baño un momento, no tardo.- Le informé.

-Está bien, Laur.- Me dijo y deposité un beso en sus labios para después levantarme y dirigirme al baño.

Me paré frente al espejo, recargada en la pared, todo estaba vacío y aproveché para ver lo que el mesero había traído para mí minutos antes.

Era una servilleta casi perfectamente doblada, así que la tomé, la abrí y leí lo que decía.

"Feliz cumpleaños, Lauren Jauregui.
Atte: CC. (demasiado obvio como para no darte cuenta)".

Mi corazón comenzó a latir cuando descubrí de quién se trataba, sabía que Camila estaba ahí, y sabía que había escrito una felicitación por el día de mi cumpleaños, pero todavía no estaba lista para volver a tenerla frente a mí, entablando una conversación, o mirándome, siquiera.

Doblé la servilleta, la metí a mi bolsa y regresé a la mesa que compartía con Lucy.

-¿Todo bien, amor?- Me preguntó mientras me sentaba a su lado.

-A la perfección.- Sonreí.

-¿Bailamos?- Se levantó de su lugar y extendió su mano.

Tomé su mano y me levanté de mi lugar para dirigirnos al centro del salón.

-Bailemos.

Al darle la vuelta a la mesa para poder pasar, volteé discretamente en dirección a Camila, y noté que nos veía, dos segundos después, bajó su cabeza apenada.

Estuvimos bailando por aproximadamente media hora, nuestros pies nos mataban y pedían un descanso.

-Ya no puedo.- Dijo Lucy mientras se recargaba en mi hombro.

-Yo tampoco, ¿nos sentamos?- Le pregunté y sólo asintió con la cabeza.

Casi al llegar a la mesa, me ofrecí para ir a buscar una bebida, ya que las anteriores se habían terminado por el calor.

Fui directo a la barra, y al llegar, sentí un cuerpo chocar contra mí, me volteé para disculparme, y mi sorpresa fue enorme.

-Lo siento...- Dejé que mis palabras se escurrieran por mi boca.

-No hay problema.- Contestó mientras se volteaba, y noté con quién acababa de encontrarme.

-¿Lauren?- Dijo ella.

-Ca... Camila...- Logré decir después de tartamudear un poco.

Estaba a punto de tomar las bebidas e irme, pero un estúpido impulso hizo aquello que me prometí jamás hacer.

Tomé una tarjeta de mi bolsa y se la entregué a Camila, en seguida, tomé las dos bebidas y regresé a la mesa con Lucy sin decir ninguna palabra.

-He llegado.- Anuncié a mi novia, que estaba perdida en pensamientos.

Al notar mi presencia, levantó la mirada para encontrarse con la mía y sonrió al mismo tiempo que yo.

-¿Sabías que te amo con toda mi alma?- Me dijo mientras me sentaba a su lado.

-Yo también te amo, cielo.- Le respondí y volví a besarla.

La noche pasó lenta, entre baile, descanso, entre los besos y abrazos que compartimos Lucy y yo, todo pasó tan lento que disfrutarlo fue lo mejor que pudimos hacer.

Ver a Taylor feliz me llenaba el alma, mi hermana se merecía a alguien que la quisiera y que supiera cómo tratarla.

-Son una pareja tan linda.- Decía Lucy recargada sobre mi hombro, viendo en dirección a Esteban y Taylor.

-Así como tú y yo.- Le contesté y entrelacé nuestros dedos.

-Por supuesto, Laur.- Dejó un cálido beso en mi mejilla y se levantó para ir al baño.

Me quedé sentada en la mesa esperando a Lucy, y pude notar el vestido dorado que llevaba Camila a unos cuantos metros en frente mío, estaba con Dinah, al notar que trataba de reconocerla una vez más, sonrió con cierta tristeza y caminó hasta el baño, dejando a Dinah sola, ésta se acercó a saludarme.

-¡Hey, Jauregui!- Gritó la chica alta llegando justo donde estaba.

-¡Dinah!, ¡qué gusto verte después de tanto tiempo!- Me levanté para abrazarla.

-Es bueno vernos ahora.- Me dijo.- No tengo mucho tiempo, debo ir con Mila, te hablaré, claro que tengo tu número.- Me guiñó.- Y si me preguntas...- Hizo una pausa.- Mila se está muriendo por ti.- A continuación, se fue.

Pasaron segundos hasta que llegó Lucy, recogimos nuestras cosas, nos despedimos de todos y partimos hacia nuestro departamento.

Nos tardamos un poco en quitarnos todo el maquillaje y cambiarnos, pero en el instante que tocamos la cama, caímos dormidas.

"Vaya día", pensé.

Seguramente no fue más que un sueño.