Cap.2

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-Hola, no te importa si ocupó este lugar- Dijo mientras sus enormes ojos azules brillaban.

-Ah... Claro, siéntate- Respondí con la boca abierta,  creo que estaba babeando.

-Y ¿Tú nombre es?-

-Me llamó Rebekah, y ¿tú? ¿Cuál es tu nombre?- Pregunte ansiosa.

-Soy Alex- Dice esbozando una hermosa sonrisa con sus perfectos dientes blancos.

Cuando Alex termina de presentarse, una de las chicas de atrás se levanta, pasa por nuestra mesa y deja caer un pequeño papelito con su nombre y teléfono escrito. Alex se  lo recoge y se ríe.

En verdad el chico nuevo es lo más cercano a la perfección.

Al terminar la clase, él se levanta, al ver la excesiva cantidad de libros que llevó se ofrece a ayudarme. Cruzamos el pasillo al siguiente salón robando miradas de odio por parte de todas las chicas.

Pasan las horas y dejo de ver lo, a la hora del descanso me imagino que al ser nuevo estará solo pero al llegar a la cafetería me doy cuenta de que estoy completamente equivocada, de hecho esta con un grupo bastante grande de chicos, entre ellos mi hermano, Kyle. Camino por la cafetería y  como pretexto me acerco a Kyle para que me preste algo de dinero.

-Kyle, ¿tienes algo de dinero?- Pregunto mientras que admiro la perfección del chico nuevo.

-Si, ten- Me responde entregándome un billete.

-Gracias- A decir verdad esperaba que me diera menos pero soy feliz.

Camino hacia la tienda y compro algo para comer, llegó a una mesa y me siento,  en ella se encuentran algunas chicas de mi clase con las que habló de vez en cuando. Comienzo a comer y Kyle se acerca.

-No iré a casa, llama a Cam a ver si puede pasar por ti- Me dice apurado ya que lo esperan.

-Kyle me dirá que no puede y lo sabes, no quiero volver sola ¿Puedo ir contigo?- 

-Déjala que venga con nosotros- Dice una voz que resulta conocida.

Kyle se limita a mirarlo y le responde.

-¿Conoces a mi hermana Alex?-

-Si, tenemos juntos la segunda hora- Responde sonriendo.

-Si quieres vivir es mejor que no te acerques a ella- Exclama entre risas uno de los amigos de Kyle. A lo que mi hermano reacciona rodando los ojos, no se que clase de cosas les haya dicho a sus amigos pero sea lo que sea ellos nunca se me acercan.

Después del descanso las horas vuelan y llega la salida. Al salir del salón veo a mi hermano que esta fuera esperándome, me apresuro ya que este es la persona más impaciente que conozco y salimos.

-Sabes hubo un cambio de planes-

-¿Ya no saldrás con tus amigos?- Le pregunto sorprendida.

-No saldré, ellos vendrán,  haremos una fiesta- Contesta Kyle esperando que me emocione pero sucede lo contrario comienzo a preocuparme.

Se que West se enojara mucho si llega a casa y encuentra muchos chicos, ruido y será peor si llevan alcohol.

Miró a Kyle preocupada.

-¿Que pasa? ¿No te agrada la idea?- Me pregunta sorprendido.

-No es eso, es que si llega West y nos cacha con una fiesta se enojara mucho-

-No te preocupes, ya todo está arreglado- Dice con un tono despreocupado.

-Solo que no te arregles demasiado, no quiero tener que matar a nadie- Bromea intentando hacerme sonreír.

-Seré discreta lo prometo- Le respondo con una mirada de complicidad.

Entró a mi cuarto y miró entre mis cosas encuentro un hermoso vestido color negro,  me llega arriba de la rodilla y no tiene tirantes. Lo sacó me meto a bañar.

Cuando terminó me maquilló y me lo pongo, a decir verdad me queda muy bien, miro la hora y me doy cuenta de que la fiesta esta por empezar, arreglo los últimos detalles y escuchó la música a todo volumen.

Bajo las escaleras  buscando algún rostro conocido y lo primero que veo es a mi hermano cerca de la puerta  coqueteando con un grupo de chicas. Cosa que no me parece extraña, desde lo de mis padres no hay quien lo baje de su nube. 

Me siento en el sofá y justo a mi lado se sienta una chica.

-Vi como lo mirabas hoy en clase, es mio- Me dice en tono posesivo.

-¿De que hablas? Y ¿Quien eres?- Le digo molesta.

-Soy Madison, y Alex es mio así que más te vale estar lejos-

La verdad no se que sucede,ni se porque esa tipa se preocupa tanto por Alex, no llevo ni un día de conocerlo y ya me esta causando problemas. Permanezco en el sillón y siento como liquido escurre por mi espalda, antes de que pueda reaccionar ya estoy completamente empapada. Mi cabello mi vestido, todo arruinado.

Me levantó a toda prisa intentando contener la vergüenza, todos me miran correr por el pasillo mientras se burlan, no se ni a donde voy pero tengo que salir, cuando creo que ya estoy a salvo mi cuerpo se estrella con alguien, levanto mi cara y es él... No aguantó más y se me caen las lagrimas.

El me pone contra su pecho, me abraza con fuerza, el calor de sus brazos logra calmarme un poco y justo cuando,  me siento segura y creo que todo estará mejor Alex habla.

-Que mal te ves, deberías de haberte arreglado un poco- Su comentario me decepciona, me siento peor que cuando Madison tiro el vaso sobre mí.

-Siento mucho que no te guste lo que Madison me hizo- Le grito y salgo corriendo.

Subo las escaleras a toda prisa y veo como Kyle salta por encima del sillón y lo estampa contra la pared.

Estoy en mi cuarto hecha un mar de lagrimas, escuchó como la música se apaga, acto seguido alguien toca mi puerta y la abre es Kyle.

-Hey, ¿todo bien?- Pregunta mi hermano al verme con todo el maquillaje escurriendo por mi cara.

-Si, ¿y tu fiesta?-

-No te preocupes por eso- Dice dedicándome una sonrisa.

-Buenas noches- Le doy un beso en la mejilla y me meto dentro de la cama.

Él se queda mirándome como si quisiera decirme algo, pero no lo hace. Hace una seña como despedida y sale.

Estoy tan cansada que no tardó en quedarme dormida.  

A altas horas de la noche me despierta un golpeteo en mi ventana, este me causa escalofríos pero decido que lo más maduro es ver que lo produce así que en un acto de valentía, salgo de la cama y camino descalza por el frío suelo, abro la puerta del balcón y reviso que sucede al bajar la vista  me encuentro con una no muy grata sorpresa.

Es Alex, esta sentado en la hierba sonriendo, lo único que me viene a la mente es su pésimo comentario.

-¿Qué demonios haces aquí?  Son las 3 de la mañana- Le pregunto enojada.

-Vine a buscarte, vamos- Dice haciendo una seña para que lo siga.

"Es tan perfecto que asusta"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora