Dylan: ¿qué te paso?-roso mi rasguño con delicadeza.
Tu: un gato, parecía muy tierno cuando lo cargue.-mentí.
Dylan: escucha no quiero seguir así contigo.-dijo sincero.
Tu: ¿así como?
Dylan: pareces odiarme.-hizo una mueca.
Tu: escucha…volvamos a empezar.-dije amable.
Dylan: Hola soy Dylan Goldschmidt.-extendió su mano.
Tu: soy (tn) Knight.-estreche su mano, Reímos.
Dylan: creo que así está mejor-sonrío-por cierto, mis padres hoy harán una cena formal en nuestra casa con todos sus socios, ¿quieres ser mi pareja?
Tu: me encantaría pero no tengo nada formal.-sonreí apenada.
Dylan: no te preocupes eso ya está arreglado, tienes 2 horas para arreglarte.
Tu: en ese caso nos vemos en 2 horas.-corrí a mi cuarto.
Narras tú:
Entre a mi cuarto y cerré la puerta, vi una caja en mi cama, sonreí.
La abrí con emoción y saque un hermoso vestido color salmón, tenía unas cuantas piedras incrustadas, y era largo.
Quede totalmente impresionada, corrí a mi closet y busque entre todos mis zapatos hasta que encontré mis tacones favoritos, eran negros con la suela rosa, de un color parecido al de mi vestido.
Me bañe rápido, peine mi cabello y lo deje suelto dejando ver las ondas en él.
Me hice un smokey eye en morado y agregue brillo a mis labios, dejándolos en su tono natural, cubrí el rasguño lo mejor que pude casi no se notaba.
Me puse el vestido y me di cuenta que tenía la espalda descubierta, le daba un toque sexy pero a la vez el color lo hacía juvenil, me puse los tacones y me vi al espejo.
-me veo…me veo hermosa.- sonreí, yo nunca me había sentido muy bella, me consideraba normal.
Tome una cartera negra y baje.