Harry: ¿le tienes miedo?-sonrío divertido.
Tu: sí…bueno…¡me espanta!...tu enfrentaste tu miedo por mí, ahora me va a mí…pero no me sueltes la mano ¿sí?-asintió y entrelazo nuestras manos, entramos a la casa y comenzamos a caminar, la luz era muy poca y parpadeaba de vez en cuando, escuchamos una risa malévola y me aferre al trabajado brazo de Harry, voltee atrás y ahí estaba un hombre enmascarado con un afilado y enorme machete, grite y comencé a correr junto a Harry mientras el hombre nos seguía, entramos a una habitación y cerramos la puerta, intente tranquilizar mi acelerado corazón, me gire y vi un pasillo, las paredes estaban manchadas de “sangre” y rasguñadas, caminamos nuevamente y alguien me tomo del brazo causando que saltara y diera nuevamente otro grito, era un ¡zombi!
Tu: ¡corre!-corrimos nuevamente y vimos una puerta como de hospital, entramos y habían camillas con personas deformes que pedían ayuda y otras gritaban, un hombre como de dos metros, gordo con la cara deformada y una sonrisa malévola sé paro frente a nosotros impidiéndonos el paso.
Tu: ¡el gordo feo de outlast!
Xxx: no escaparan tan fácil.-su voz era aterradora, mire a Harry y este me miro con una sonrisa, ¿acaso se estaba divirtiendo?
Harry: ven.-me guio a una habitación y cerró la puerta, estaba completamente oscuro, escuchamos golpes en la puerta.
Tu: ¡vete gordo feo!-se detuvieron los golpes, mi respiración era entre cortada y me aferraba a la mano de Harry, se abrió la puerta y apareció la cosa rara, di otro grito y Harry me jalo esquivando al hombre y saliendo por fin de esa casa.
Harry: deberíamos hacerlo otra vez.-me miro, con una gran sonrisa.
Tu: ni loca vuelvo a entrar a esa casa.-puse mi mano en mi corazón y note que Harry seguía sosteniendo mi otra mano, nos subimos a muchos juegos más y paramos en los puestos de comida y regalos.- ¡algodón de azúcar!-dije como niña y nos acercamos.
Harry: me da un algodón de azúcar por favor.
Xxx: ¿de qué color?
Harry: azu…
Tu: ¡rosa!-lo interrumpí, me entrego el algodón de azúcar y Harry pago, arranque pedazos de este y lo comí con gusto, Harry me miraba.-ni creas que te voy a dar.-comí lentamente otro pedazo y Harry hizo puchero.
Harry: ¡qué mala novia eres!-se cruzó de brazos.
Tu: está bien.-arranque un pedazo y se lo acerque, lo comió y mordió ligeramente mi dedo.- ¡auch! El dedo no.-lo fulmine con la mirada y él río.
(…)
Tu: me divertí mucho.-dije en la puerta principal de mí casa.
Harry: que bien, adiós hermosa.-se acercó y unió nuestros labios.
Tu: adiós mi sexy novio.-le giñe un ojo coqueta y el sonrío mostrando sus hoyuelos, entro en su porche y lo mire hasta que desapareció de mi vista, entre encontrándome con Dylan Cruzado de brazos.
Dylan: ¿me quieres explicar que fue todo eso?-se acercó a mí.
Tu: ¿él que?- ¿acaso me había espiado?
Dylan: tu besándote, con ese chico.-dijo seco.
Tu: es mi novio.
Dylan: él no es bueno para ti.
Tu: ¡no lo conoces!-cómo se atrevía a hablar de que es bueno para mí o no.
Dylan: ¡no tengo que conocerlo! ¡Te prohíbo seguir con él!
Tu: ¡¿Qué?! ¡Tú no eres nadie para prohibírmelo!-dije enojada.
Dylan: ¡si lo soy!
Tu: ¡no lo eres!-me voltee y comencé a subir las escaleras pero me tomo del brazo y me acorralo contra el barandal.- ¡suéltame! ¡Eres un…
Dylan: ¿un qué?-miro mis labios, su cercanía me ponía nerviosa, su cuerpo estaba pegado al mío.
Tu: ¡un idiota que se cree mí padre!-intente zafarme.- ¡te odio!
Dylan: ¡te amo!
Tu: ¡¿Qué?!-dije sorprendida y deje de moverme.
Dylan: lo que oíste.-me miro a los ojos.