Capítulo 7. My Fault.

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Salgo del baño noto en el espejo que la mayoría de los moretones se están desvaneciendo de a poco, pero aún se puede notar cada uno. Muchos solo se ven como notables manchas amarillas, verdosas o negras muy suaves, y aunque ya se están curando el porqué sigue impregnado en mi mente, y no creo que alguna vez se vaya.

Me comienzo a vestir para la expedición con una remera blanca, que me queda un tanto holgada, y los pantalones de estilo militar que Barbara me consiguió. Son los únicos que me quedaban ya que la falta de comida me ha dejado muy delgada, demasiado, aunque estoy mejor que antes ya que, desde que llegue a Alexandria, recupere un poco de mi peso, pareciendo más saludable, al menos físicamente

Después de ordenar un poco lo que desordene y colgar las toallas para que se sequen, salgo del baño, peinándome el pelo con los dedos. Llego a la pieza y me calzo con las botas que están allí.

— Estoy lista para salir. — les aviso a Rick y Daryl cuando salgo de la pieza. Ambos hombres asienten y se acomodan para salir. Me sorprendo al ver que Rick lleva una bolsa con armas.

La miro, dudosa si preguntar o no pero mi pregunta es contestada sin ser echa — Es por si nos ven. — dice al verme confundida y asiento.

— ¿Alguna vez disparaste una? — pregunta Dixon.

— Solía hacerlo, con mi papá. Pero eso era cuando tenía quince. — ladeó suavemente la cabeza — Estoy un poco oxidada, la última vez que dispare algo como eso fue hace un año. — digo señalando el fusil de asalto en la bolsa de Grimes.

— Me gustaría ofrecerte entrenamiento pero no tenemos suficientes balas. — dice Rick y asiento.

— Esperemos que no este tan fuera de practica. — murmuró antes de avanzar con ellos hacia la calle. Llegamos a los autos y, luego de subir a uno azul, Rick lo conduce hasta el portón.

Eugene se acerca al auto antes de que salgamos y le extiende un mapa a Daryl, quién está de copiloto — Son unos lugares de armas y cultivo que pueden o no estar saqueados, son unas buenas chances que vale la pena revisar. — dice con la voz neutra pero con notables y buenas intenciones de ayudar — Espero que quede algo porque estamos bastante desprotegidos y nuestra situación alimenticia pasó de preocupante a atemorizante. — Daryl mira a Rick cuando Eugene deja de hablar pero no se aleja de la ventana — Buena suerte. — dice finalmente, después de unos segundos y se aleja para dejarnos salir.

Veo por el espejo retrovisor como cierran la reja tras nuestra salida, pero me vuelvo a concentrar en mis acompañantes al escuchar a Daryl decir — No, no, no. Por favor, no. —. Una canción demasiado movida para mi gusto empieza a sonar y me doy cuenta que Rick la eligió porque saca una sonrisa burlona para Dixon y sube el volumen. Daryl me mira de reojo y yo lo miro confundida —Es para alejar a los caminantes. — dice, aún molesto por la selección musical de Rick.

Setenta kilómetros después, con la música de Rick sonando y Daryl aún harto de esta, decido intervenir para no tener al hombre de las alas malhumorado — Es mejor que apaguen la música, si todavía hacen sus rondas, nos van a escuchar. — adviert, aunque en realidad las rondas no se alejan a más de un kilómetro de la base y estamos a siete o más. Lo hago para que el ballestero este más en paz con el viaje, además hay alguna que otra posibilidad que alguno de ellos este más alejado para buscar algo.

Rick asiente y le pone pausa a el disco compacto, dejando que el silencio vuelva al auto. Daryl me mira por el retrovisor y me acusa con la mirada, sé que sabe que es mentira, pero también sé que me lo agradece, esa música era desesperante.

Grimes decide estacionar el auto cuando nota que nos encontramos a unos dos kilómetros. Escondemos el auto con algunas ramas y hojas entre unos árboles que estaban lo suficiente separados como para que quepa el auto ente el medio y no se vea fácilmente.

Sky. [Daryl Dixon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora