Sky. [Daryl Dixon]

Capítulo 19. Blackbird.

Nuestra respiración y algunos pasos fuera de la camioneta en la que nos tienen son todo lo que se escucha. A travez de unos agujeros al costado y parte trasera de la camioneta se pueden ver algunas sombras y figuras pero no se puede distinguir nada en especifico.

Unos silbidos se escuchan y unas luces pasan iluminando el vehículo en el que estamos por solo unos segundos. Se escuchan los frenos de un vehículo y, a los segundos, los silbidos cesan. Todo queda en un aturdidor silencio por unos segundos hasta que se escucha la voz que reconozco como la de Simon — ¡¿Porqué no salen un rato?! ¡Así podemos hablar con más tranquilidad! — se escucha el motor del vehículo ser apagado y como alguien baja de este — ¿Dónde está el resto? — pregunta el hombre con mostacho, notoriamente enojado y confundido.

— No lo diré. — la temblorosa voz de Eugene me sorprende y sospechoso que también al resto .

— Ya veremos eso. — hay un silencio y luego de escuchan golpes y forcejeos que paran luego de unos segundos por lo que me acerco a la puerta, intentando ser detenida por Daryl.

Observó por los agujeros que tiene la puerta de la camioneta pero no puedo ver mucho más que sombras y luces. Puedo ver el rostro de Eugene en cuanto lo obligan a arrodillarse. Puedo ver como la sangre comienza a correr de sus heridas.

— ¿No vas a hablar? — le pregunta quien reconozco como Simon. Eugene no dice palabra alguna, solo lo mira con un miedo palpitante pero con decisión y coraje — Muy bien, vamos a ver si esto lo hace. — a los siguientes segundos las puertas de la camioneta se abren y me veo obligada a volver a mi lugar.

La luz de los autos me cega por un instante, al igual que a mis compañeros. Simon aparece frente a nosotros con una sonrisa mientras mira a Eugene — ¿Qué te parece si matamos a alguien aquí y luego nos dices donde están los demás? ¿Eso servirá? — Eugene tiembla pero no dice nada, tiene miedo, todos lo tenemos. Simon se decide por quién llevarse, y soy yo. Su mano toma mi muñeca y me saca del vehículo. Veo como Daryl intenta seguirme pero los hombres de Negan no le dejan y lo vuelven a encerrar en la camioneta.

Miro a Eugene y le indicó que está todo bien, que esté tranquilo. La punta de un arma se apoya contra mi sien derecha. Eugene llora con más fuerza pero yo me mantengo calmada — ¿Dónde están?

— No tenes porque decirles, Eugene. Estaré bien.

— ¡Callada! — me grita — Decenbucha o la mato, gordito. — dice, quitando el seguro del arma.

— ¡Estaré bien, Eugene! ¡No tenes que preocuparte! — le aseguro sin estar segura yo misma.

— ¡Deja de habla! — escucho como la bala de su arma llega a la cabina y tomo una profunda bocanada de aire, tratando de tranquilizarme — Tenes tres segundos, Eugene. Uno. — cierro mis ojos con fuerza — Dos.

— Te amo, Daryl. — digo, sabiendo que hay muy pocas posibilidades de que me oiga pero queriendo que sea lo ultimo que pueda decir.

— Tr-

— ¡Este! Vienen por el Este. — grita el falso científico, con nada más que miedo.

— Bien pensado, gordinflón. — ríe y quita el arma de mi sien, colocando el seguro de esta — Dwigth, deja a la valiente Juana de Arco en la camioneta. — dice con soberbia y Dwigth me toma por los brazos, arrastrándome por el suelo hasta la camioneta.

Subo a esta y me aferro a Daryl, escuchando su respiración cerca de mí oído. Están por cerrar las puertas cuando alguien los detiene — Espera. — dice la voz que ya reconozco como la de Negan, no lo miro, tengo miedo y solo quiero abrazar a Daryl, apretarme fuertemente a su torso, escuchar su corazón latir dentro de su pecho y así saber que ambos seguimos vivos. Pero tengo más miedo porqué siento la mirada de Negan clavada en mi nuca y sé que él sabe lo que puedo perder y que fácilmente podré perderlo — Lleven a la chica al camper. — ordena el hombre y siento mi cuerpo temblar. Miro a Daryl con miedo, tal como él lo hace conmigo, y Dwigth me saca da la camioneta, llevándome por el brazo, apartándome bruscamente de Daryl.

Pasó al lado del hombre que pidió que me llevaran, rozando el cuero de su chaqueta — Tranquilo, no le voy a hacer nada. — escucho su exasperante y cínica risa — Probablemente. — dice y sé que le habla a Daryl porque desde aquí escucho su fuerte, agitada y pesada respiración, como si fuese un toro a punto de atacar.

Dwigth me hace subir los escalones y me empuja dentro, haciéndome chocar la pared del camper que alguna vez me llevo a la seguridad de Alexandria. Me quedo quieta, apretada por mi mismo miedo contra la pared.

Por unos eternos segundos, no escucho más que mi pesada respiración en la densa oscuridad del camper, hasta que el líder, Negan, aparece en la puerta, frenando en el primer escalón. Lo miro tanto con coraje como con miedo. Él me da una sonrisa divertida y sube los dos últimos escalones mientras acaricia su barba.

Deja el bate con púas en el asiento que está frente a la mesa me lo quedo mirando, observando lo limpio que está y lo aterrador que se ve — Ella es Lucille, te la presentare luego, cuando éste el resto. No queremos que piense que sos especial y se ponga celosa ¿Verdad? — dice y no sé si bromea o habla enserio. Por su mirada, creo que es broma pero suena tan convencido que me hace dudarlo.

Da un paso hacia mi y me pongo en un modo defensivo, como si él fuese un animal salvaje que intenta atacarme. Negan ríe, mientras levanta las manos como si fuera inocente de algún crimen que le acaban de acusar — Tranquila, fiera. No voy a lastimarte. Cumpliré con lo que le dije al idiota con el que te acostas. Tu novio, ¿verdad? — me quedo callada y él se mueve para sentarse en frente a la mesa y me invita a sentarme, cosa que rechazó, sin mediar palabra — Como quieras. — le resta importancia — Entonces... ¿Cómo se llama ese perro sarnoso con el que te sacas algún polvo? — me quedo en silencio, mirándolo seriamente — Es un buen nombre — se burla con una sonrisa y espera alguna respuesta por mi parte, cosa que no le doy — Oh, vamos ¿Nada? ¿En serio? — se queja antes de levantarse — Es decir, hablabas mucho con ese idiota cuando estaban solos. — sigue hablando, con sus manos entrelazadas detrás de su espalda, acercándose lentamente a mí, por lo que yo me alejo de él, paso por paso, yendo para atrás en el pasillo del camper — ¿Qué hay que hacer para sacarte algún sonido? — termina su pregunta con una sonrisa, dando un paso mucho más grande, haciendo que yo también lo haga y caiga de espaldas en la cama que, había olvidado, estaba atrás mío — Oh, entiendo. — dice con burla y comienzo a temblar mientras protejo mi cuerpo con mis brazos, cerrando los ojos y sacando sollozos al pensar lo que va a hacer conmigo.

Me extraño cuando pasan varios segundos y no hace algún movimiento, siquiera emite un sonido.

Abro los ojos con lentitud y lo miro con miedo, que se mezcla con curiosidad al notar su cara de espanto. Lo miro mientras me seco las lagrimas, esperando algo de su parte, alguna explicación. Y luego de al menos un minuto de espera, lo obtengo — No violamos. — dice Negan con nada más que seriedad en su rostro — Está más que prohibido. Ningún Salvador puede hacerlo y salir vivo si me entero. — lo miro con un poco más de tranquilidad — Lamentó lo que pareció que insinúe. Solo decía, — su tomo se vuelve más juguetón, como si nada hubiese pasado — si vos aceptabas...

— No. — lo interrumpo, enojada por lo que me propuso.

— Bueno, no me podes culpar por preguntar ¿Verdad? — su tono vuelve a ser divertido, pareciendo que para él es un chiste. Va hacia la mesa nuevamente y llama a un tal Simon pidiéndole que traiga "al gordito" al vehículo recreativo.

— ¿Qué piensan? ¿Vamos a visitar a sus amigos? — nos pregunta cuando Simon entra, obligando a Eugene a entrar también — Bien, no estamos tan lejos. — dice mientras su hombre va hacia el volante y arranca el motor.

Miro a Eugene mientras Negan lo obliga a sentarse, tiene miedo. No es como en las vías, este miedo es real, y puedo verlo en sus ojos cuando toca la sangre que cae de su nariz.