Sky. [Daryl Dixon]

Capítulo 14. Don't Hate Me.

Sonrío al despertar nuevamente en los brazos de Daryl.

El motociclista tiene un brazo pasando por mi cintura, acercándome un poco a él, pero esto no me altera en lo más mínimo. En estos últimos días, desde que fueron a la estación de satélites, donde recuperó una moto que no sabía que tenía, estuvimos pasando la noche en la misma cama. Y, aunque no hayan sido mucho más de quince días, no podría estar más acostumbrada.

Su tacto, al igual que el de muchos de los habitantes de este lugar, ya no me altera. Pero, el suyo en específico, me tranquiliza.

Pasó mi mano por todo su antebrazo antes de llegar hasta su mano. Tomo está, entrelazando nuestros dedos. Siento como su cuerpo se remueve detrás mío y me acerca un poco más a él. Río suavemente cuando su crecida barba roza mi cuello.

Volteo a verlo y sonrío al ver sus largos mechones de cabello desordenados en una perfecta y hermosa manera. Acaricio sus cabellos, ordenándolos un poco en el proceso y noto como abre los ojos lentamente mientras lo hago.

Sonrío con vergüenza al ver cómo me mira con sus labios suavemente curvados en una casi invisible sonrisa — ¿Qué? —le preguntó sonriendo con vergüenza — No me mires tanto. — le ordeno, tapándome el rostro con la mano que tenía en su cabello.

— No hagas eso. — me pide con su voz mañanera mientras me quita la mano del rostro — Me gusta mirarte tanto. — dice y le sonrío con timidez. Y pensar que, en cuanto lo conocí, pensé que era frío, porque lo era hasta que decidió no serlo conmigo.

— Basta. — le pido con vergüenza antes de que me bese cortamente — ¿No tenemos esa expedición con Rosita que quería hacer Denise? — le preguntó, levantándome de la cama al mismo tiempo que él.

— Sí, aún no estoy seguro de eso. — murmura mientras agarra una camisa de su mueble, lo miro con mis manos en la cintura en manera de reproche.

— No digas eso. Denise ha estado entrenando mucho para estas cosas, solo quiere probarse a si misma que es fuerte y nosotros debemos ayudarla. — le reprendo mientras tomo la ropa que usare en mis manos.

Dixon gruñe en asentimiento y sonrío con victoria — Me voy a cambiar. — le aviso mientras voy al baño, entro a este y cierro la puerta, pero, cuando recuerdo la ropa interior, vuelvo a abrir, viendo a Daryl con el torso desnudo. Aunque noto unas cicatrices en su espalda, él no me nota a mi.

Llego detrás suyo y noto que su cuerpo se tensa al notar que estoy allí, tan cerca — ¿Qué son? — le preguntó con suavidad mientras toco con la yema de mi dedo la que está en su omóplato izquierdo.

— Cicatrices. — murmura y noto el dolor en su voz. Recuerdo sus palabras de cuando fuimos a Hilltop, sobre cosas que le habían pasado y no podía dejar ir. Estoy segura que está estrechamente relacionado a estas cicatrices que toman lugar en su fornida espalda.

Toco la que está unos centímetros más abajo, del lado derecho. Está es más larga y, según parece, dolorosa, porque noto que su respiración tiembla ante mi tacto. Corto el contacto al pensar que lo estoy sofocando con esto — Lo lamentó, no-no quise incomodarte. — le aseguro pero el niega mientras voltea para mirarme.

— No me incomodaste, es solo que nunca lo habían echo antes, nadie las había tocado. — me dice casi en un susurro, uniendo su frente con la mía por solo unos segundos.

— ¿Cómo te pasó? — le preguntó, triste por verlo tan mal.

— Mi padre, Will. — me dice con la voz un poco quebrada y notablemente triste, desviando la mirada — Igual que a mi mamá y a mi hermano, Merle. — escucho su temblorosa voz y no aguanto más a abrazarlo.