•°Pequeños Milagros°• (EN EDICIÓN)

♥Return

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Habían pasado unas horas desde que Viktor y su hijo abordaron el avión para retornar a Rusia.

La despedida para con el tailandés fue bastante emotiva. Viktor lo sabía, extrañaría al pequeño pues su hijo era capaz de robarte el corazón con una mirada, y si te sonreía...Tenías que saber que estabas perdido.

Kiseki dormía plácidamente en sus brazos, con unos pequeños protectores de oídos puestos para evitar las molestias a la hora del viaje. Succionando de su biberón.

Antes de abordar Viktor investigó sobre el primer viaje de un niño, su maleta estaba repleta de revistas sobre el cuidado de los niños y pidió a la aerolínea ambos asientos sólo para ellos dos, así su pequeño viajaría mucho más cómodo.

Fue toda una odisea encontrar protectores para oídos de un día para otro. Pero ahora ya de encontraban en camino a Rusia.

Mirando por la ventana recordó su primer viaje junto a Yuuri.

Él, que no estaba acostumbrado a viajar en clase turista; había jurado que no podría dormir en esos asientos tan incómodos. Pero como se había hecho costumbre, Yuuri hacía que las cosas imposibles sucedieran.

Minutos después de abordar el vuelo, Viktor había caído rendido al sueño, recargando su cabeza en el hombro de su esposo, y al aterrizar; Yuuri no paraba de burlarse de él y cómo terminó dormido "en clase turista"

Una sonrisa nació en sus labios y negó levemente con la cabeza al recordar aquello.

Ese era de sus recuerdos favoritos, ya que su destino fue Canadá, lugar en donde celebraron su luna de miel.

Pero lo sabía muy bien.

Era uno de sus recuerdos favoritos... sólo un vestigio de lo que alguna vez fue, y no volvería a ser.

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Viktor soltó un suspiro profundo al tener que abrir la puerta de su apartamento de forma estratégica. Arrugó la nariz en descontento al notar el aroma a humedad que tenía su hogar.

Ahora se arrepentía de haber comprado tantas revistas de bebé, que seguro terminaría tirando.

Soltó un suave gruñido y miró a su bebé, quien tenía una sonrisita en su rostro.

- ¿De qué te ríes?-preguntó divertido al ver a su hijo despierto (y afortunadamente para él) de buen humor.

Una vez aterrizando comprobó de nuevo el buen funcionamiento de sus pequeños órganos respiratorios.

Logró hacer que guardara silencio gracias a una mujer que le había mostrado la forma correcta de sacar el aire y parar su llanto.

Lo agradeció enormemente antes de tomar un taxi y regresar a su casa.

Su desastroso hogar.

El desastre era... simplemente horrible. Sólo basto que recordar los malos momentos que había pasado unos días antes, para por un momento sentir una tristeza inmensa y querer desaparecer.

Miró los trozos de vidrio regados en la sala, algunas envolturas de cosas empaquetadas y bastante ropa tirada. Todo parecía no dejar que olvidara, si quiera por un momento, que había perdido a quien realmente amaba.

Pero el balbuceó de su hijo lo volvió a la realidad. Viktor dirigió su mirada a él.

Sonrió. Como no lo había hecho en mucho tiempo y cargó en brazos a su bebé, poniéndolo cerca de su rostro, mirándolo a los ojos.

PA esos ojitos color chocolate que tanto amaba a pesar del corto tiempo que habían pasado juntos.

-Tenemos mucho que hacer-giró los ojos cuando Kiseki se removió, lanzando pataditas nerviosas.

La puerta se cerró de golpe haciendo que los ojos del chiquillo de llenasen de lágrimas y su pequeño rostro se desfigurara.

Viktor maldijo bajito a cualquiera que haya hecho eso.

- ¡Maldito calvo!-reconocía esa voz...- ¡Te fuiste sin decir nada!

Yurio se encontraba con el ceño fruncido, Otabek también venía atrás de él, negando con la cabeza.

-Vamos, Yuri. Cálmate, fuiste tú el que acaba de irrumpir en su casa-dijo el kazajo, intentando detener al chico de cabellera dorada

- ¿Para qué deja abierto?-espetó Yuri con el ceño fruncido y las manos en la cintura, mirando a Otabek con enojo.

El sonido del llanto hizo que ambos dejarán de hablar, de nuevo; Viktor entró en un mini-ataque de pánico.

¿Se había mencionado que tenía buenos pulmones?

Bueno, Viktor no era el único en comprobarlo.

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Segundo del día ;D
Es que lo hice cortitos *-*

Se les quiere.

-TheMoreHistory-