¿El O YO? (Furry/yaoi)

Capítulo 22.- Recapitulando.

Me llevó hacia su cuarto, y cerró la puerta con seguro.

Koura: ¿Es necesario el seguro?

Kaoru: Bueno, no queremos visitas inesperadas, ¿o tal vez tu sí?

Koura: No, ¿a quién esperaría?

Kaoru: Lo suponía. - Pone una sonrisa. - Siéntate, mi cuarto es tu cuarto.

Koura: Valla, que modales. - Me siento en su cama.

Kaoru: Quizá.

Koura: Ahora... ¿Me dirás lo que ocurre? - Lo veo directamente mientras se sienta en su silla de escritorio.

Kaoru: ¿Por dónde inicio? - Suspira un poco fuerte.

Koura: No lo sé, tu dímelo.

Kaoru: Lo que pasa, es que Tomoe quiere que Suying y yo... Nos reconciliemos.

Koura: ¿Por qué haría eso Tomoe? ¿Tú  y Suying? - Sonrío irónico.

Kaoru: Bueno, así tendría oportunidad contigo... Y si, los dos estuvimos juntos. - Me mira directamente.

Koura: Pero no tiene sentido... él... él... - Lo miro directamente. - Él no me gusta.

En ese entonces, el silencio sucumbió el pequeño cuarto, Kaoru se levantó y me abrazo sin motivo.

Kaoru: Me alegra, créemelo. - Me mira aun manteniendo el abrazo. - Solo quiero que dejen de pelear esos dos.

Koura: Sí, yo también.... Yo también.

Kaoru: Entonces, ¿quién te agrada?

Necesitaba cambiar tema instantáneamente, así que por más absurdo que suene;

Koura: Oye, aún no le he llamado a mi padre, ¿cierto? Deberá de estar preocupado, más con la tormenta que se avecina. - me asomo por la ventana y comienzo a llamarte.

Kaoru: Claro, iré por algo de comer a la cocina, no tardo...

Mientras Kaoru estaba en la cocina le avise a mi padre, me alego un poco, pero ya era tarde, claramente no podría venir por mí y bueno, tendría tiempo a solas con Alfredo. Después de revisar un rato mi celular, decidí bajar, Kaoru se había tardado demasiado en la cocina.

Koura: Kaoru... ¿Estas bien?

No estaba en la cocina, así que comencé a decir en voz alta su nombre.

Kaoru: ¡Perdón! Estaba ocupado. - Sale de una habitación y guarda su teléfono.

Koura: ¿Seguro que estas bien?

Kaoru: En perfecto estado. - Dice con una sonrisa muy grande.

Comimos un poco de lo que había en su cocina y no mucho más, escuchamos llegar a sus padres y subimos corriendo a su cuarto, como si hubiéramos hecho algo malo, pero no dejaba de ser gracioso en todos los casos. Bajo y le aviso a su mamá que yo estaba aquí, baje a saludar cordialmente, pero podría decirse que fueron muy secos y con muy poco interés, después de eso regresamos a su cuarto.

Koura: ¿Siempre son así? - Pregunto preocupado.

Kaoru: Tranquilo, no pasa nada. - Sonríe. - Ahora, ¿qué quieres hacer?

Koura: Bueno, ¿por qué no me cuentas un poco sobre el proyecto que traen entre manos?

Kaoru: Como dije, es alto secreto; aparte, es entre Tomoe y Suying, yo no tengo nada que ver.

Koura: Pero, ¿no se caen mal?

Kaoru: Se supone, ¡Aaah! Me vuelven locos esos dos, no los comprendo. - Se agarra la cabeza y comienza a caminar de un lado a otro. - Quisiera entenderlos, pero no sé cómo.

Koura: Si me contaras, tal vez podría ayudarte a arreglar esto.

Kaoru: Tomoe me odia a mí, y hará lo posible por lavarle el cerebro a Suying para que regrese conmigo. A él no le importa que yo este enterado, seguirá haciéndolo hasta que lo consiga.

Koura: Se está aprovechando de Suying... Con su estado de ánimo no tardará en lanzarte hacia ti.

Kaoru: Suying no es tonto, él sabe y solo finge seguirle la corriente, el de verdad te quiere, pero... sabe que es inútil.

Koura: Si no fuera tan tonto, probablemente hubiera... podido. - Me callo repentinamente.

Kaoru: ¿Podido qué?

Koura: No es nada, prosigue.

Kaoru: Bueno, es todo... Tomoe es un descarado, maldigo el día en el que te beso. - Cierra sus ojos.

Koura: Tranquilo, si de algo estoy seguro, es que no conseguirán lo que quieren.

Kaoru: ¿Por qué lo dices? - Me mira esperanzado.

Koura: Eh... Es confidencial. - Sonrío.

Me mira enojado y me comienza a hacer cosquillas, yo le suplicaba que se detuviera, pero no me hacía caso, hasta que lo patee un poco fuerte y se echó para atrás.

Koura: Lo siento, no quería hacerte daño. - Le acaricio el estómago.

Se echó encima mío como si fuera su almohada, sin que dijera nada, era obvio que él lo estaba disfrutando más que yo. Procedí a abrazarlo y pensar un poco sobre si decirle lo que siento... La verdad es que no estaba muy seguro de lo que de verdad sentía, pero ya era algo. Pensarlo lo vale, ¿no?

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Perdón si fue muy corto este capítulo, pero intentaré subir mas seguido (No prometo nada :/)

A todos los seguidores de esta historia, de verdad... no saben cuando tes agradezco que sigan esperando algo nuevo, se que muy poca gente lo lee, pero es mas que suficiente.

Los quiero :D!