Capítulo 22.-
-Hola chica -gorgoreó, saltando de arriba a bajo con emoción.
-Hola Sar, ¿qué pasa contigo? No has estado inhalando esas hierbas otra vez ¿verdad? -bromeé. Era una broma recurrente, Sarah había comprado algunas "hierbas" de un amigo suyo y las encendió en su habitación para limpiar su aura o algo. Terminó siendo marihuana y se colocó, corriendo calle abajo medio desnuda
mientras llamaba a todo el mundo por su teléfono para que vinieran a ver el desfile. Nunca lo superó.
-¡Ja, ja! No, solo que acabo de hablar con Ashley y me ha dicho que la apuesta por el **** de Justin llega a ¡1860 dólares! ¿Puedes creerlo? Así que, voy a intentarlo cuando salga del entrenamiento -dijo, saltando en el sitio y mirando alrededor, buscándolo.
Casi me ahogo, ¡1860! ¿Era una broma? ¡Santa mie'rda! Eso significaba que más de noventa chicas estaban rogándole a mi novio para tener sexo, ofreciéndose en bandeja y yo estaba asustada de que me tocara. Quizás esto no iba a ser tan divertido como pensé en un principio.
Sobre unos cinco minutos después los chicos salieron.
-Hola Justin, wow, hueles bien -ronroneó Sarah seductoramente, mientras se inclinaba hacia él.
Miró hacia ella, con una expresión de horror en su rostro. Mordí mi labio, fuerte, así no me reiría.
-Hola, Sarah. Escucha, quizás no te hayas enterado de que tengo novia así que... -se retiró encogiéndose de hombros.
-Eso esta bien, no me importa compartir -ronroneó Sarah, poniendo una mano sobre su pecho para hacer que se parara delante de ella.
Parecía un poco enfadado.
-Sarah, en serio no estoy interesado, vale -movió su mano y entró en el auto, frunciendo el ceño.
Sonreí en modo disculpa hacia Sarah, porque parecía un poco derrotada.
-Ahí van veinte dólares que no volveré a ver -apuntó.
Reí.
-Hey, cuando gané te devolveré los veinte -le giñé un ojo, haciéndola reír cuando me subía al coche.
Hoy era uno de los días que Matt trabajaba, así que Justin siempre lo dejaba en el gimnasio, donde trabajaba de lunes a miércoles por la tarde. Luego Justin normalmente me llevaba a casa.
-Mier'da, hombre. Creo que he sido golpeado más veces hoy que en toda mi vida. ¿De que demonios se trata? Le digo a la gente que tengo novia, y toda la tarde la gente ha estado rogándome para foll... -paró abruptamente de hablar, mirándome por el espejo como si hubiera dicho demasiado. Me reí. Bendícelo, ¡no tenia ni idea de que un centenar de chicas cachondas estaban intentando dormir con él por una apuesta!-. ¿Qué es tan gracioso, Ángel? -me preguntó, elevando sus cejas hacia mí por el espejo.
-¿Quieres saber porque tuviste atención extra hoy? -pregunté, riéndome.
-Sí -contestó, viéndose un poco aprensivo.
Matt se giró para mirarme desde delante. Sonreí.
-Bueno, hay una apuesta corriendo entre las chicas para ver quien se puede acostar contigo, la primera que lo consiga, gana el bote. Es bastante dinero - declaré, aun sonriendo. Matt estalló en risas, y Justin casi desvía el coche al otro carril por que estaba muy sorprendido.
-¿Están haciendo qué? ¿No saben que tengo novia? -gritó, obviamente muy enfadado. Su indignación parecía hacer reír más aMatt.
Asentí.