Capitulo 31.-
Agarré la mano de Kate, haciéndola caminar un poco por delante de Sarah y Sean quienes estaban conversando algo sobre una galería de arte a la que Sarah quería ir el fin de semana. Sarah estaba un poco chiflada por el arte.
-Kate, creo que necesito tomar la píldora. ¿Todavía está abierta al público la clínica de planificación familiar en la calle Rose después de la escuela? -pregunté.
Asintió en confirmación. Sabía que ella sabría, había tenido un pequeño accidente hace aproximadamente un mes con un condón roto y había ido ahí por la píldora del día siguiente.
-Sí, desde las cuatro hasta las ocho -respondió, mirando por encima del hombro para asegurarse de que nadie pudiera oírnos-. Así que, vas a dar el paso, ¿eh? Creo que es genial. Definitivamente deberías tomar la píldora. ¿Quieres que vaya contigo? -preguntó de forma casual. Sabía que lo decía en serio; era la mejor amiga que una chica podía pedir.
-Todavía no estoy lista, pero no quiero quedarme corta o algo, quiero decir, debe tomar un tiempo que entre en tu sistema o algo. ¿Entonces no te importa venir conmigo? Realmente lo apreciaría -admití, mirándola con agradecimiento. Estaba muy nerviosa acerca ir por mi cuenta, y no se sentía bien pedirle a Justin que viniera. No era exactamente el tipo de cosas que un chico hace.
-¡Por supuesto que no! Tú has estado ahí conmigo un montón de veces. -Ella entrelazó su brazo a través del mío-. Y también hoy tengo mi auto, así que ni siquiera necesitamos caminar.
Sonreí.
-Gracias, Kate. -Suspiré felizmente y nos dirigimos hacia los casilleros. Agarré todos los libros que necesitaba para la tarde, metiéndolos en mi bolso-. Sólo necesito decirle a Matt que lo veré en casa. Te veré en clases -expliqué, volteando en dirección al casillero de Matt. Divisé a Matt y a Justin conversando con algunos de sus otros amigos del equipo-. Hola, chicos -canturreé a medida que me acercaba a ellos. Todos me miraron, sabía que le gustaba a algunos de los chicos del equipo; era obvio por la forma en que me miraban fijamente. Sin embargo nunca ninguno hacía un movimiento... eso probablemente era obra de Matt.
-Hola, ______. ¿Cómo estás? -preguntó Casey, examinándome lentamente.
-Bien gracias, ¿y tú? -pregunté educadamente.
-Mucho mejor por verte -respondió, sonriéndome.
matt le dio un ****azo en el brazo, haciéndome reír.
-Amigo, ¡hermana menor! -chilló furiosamente.
-Matt, sólo quería decirte que no iré a casa contigo esta noche. Kate necesita que vaya con ella a hacer algo después de la escuela. Simplemente te veré en casa más tarde -dije, sonriendo. Pude ver a Justin frunciendo el ceño luciendo un poco decepcionado.
-Bueno, tengo trabajo esta noche, así que habría sido Justin quien te llevara a casa de todas formas -respondió Matt, encogiéndose de hombros casualmente.
Miré a Justin y sonreí.
-Cierto, sí, lo olvidé. Bueno, lamento perderme eso. -Él me regresó la sonrisa y mi corazón casi se detuvo porque era tan apuesto. Me giré para irme caminando antes de detenerme de nuevo, con una idea formándose en mi cabeza. Volteé de nuevo hacia él y lo miré, burlonamente-. Oh, por cierto, Justin, el bote va por más de cuatro mil dólares ahora. Eso son más de doscientas chicas.
Sus ojos se ensancharon.
-No me jo'das, ¿en serio? -preguntó, luciendo sorprendido, y francamente, un poco asustado. Jake estaba partiéndose de la risa, y los otros chicos a nuestro alrededor estaban mirándonos como si nos hubiésemos vuelto locos.