Capítulo 35.-
-En serio, Rebeca, si me tocas una vez más voy a ir a hablar con alguien acerca de ello. Esto está al borde de acoso sexual -gruñó Justin, mirándola y quitando su mano fuera de su muslo. Se veía muy ofendida cuando se puso de pie y salió fuera.
El resto de las chicas estaban sonriendo a sus espaldas. Prácticamente se podía leer sus pensamientos en sus caras: Una chica menos para la competencia. Reprimí una risita y me senté en la mesa. Matt no estaba allí, así que decidí sacar el máximo provecho de eso y realmente empujarlo hoy.
-Hola, Justin -ronroneé, sonriéndole seductoramente.
Su rostro se iluminó cuando me vio.
-Hola. ¿Tuviste una buena mañana? -preguntó alegremente. Puse mala cara y negué con la cabeza. Su rostro se cayó y puso su brazo sobre mi hombro, me miró preocupado-. ¿Qué está mal, Ángel?
Me puse de pie y me senté en la mesa frente a él, apoyando un pie en el banco entre sus piernas, así mi pie estaba casi tocando su entrepierna. Él no pareció darse cuenta, sin embargo; seguía mirando mi cara, preocupado.
-Me lastimé la pierna en clase de gimnasia. Es muy doloroso. ¿Tengo un moretón? -pregunté, abriendo las piernas ligeramente y apuntando a mi cara interna del muslo. Sus ojos de inmediato cayeron a mis piernas.
Estoy apostando a que tenía una visión clara de mi ropa interior, porque una expresión de dolor y hambre cruzó su rostro. Me sentí un poco como una **** por hacer esto, pero al menos nadie más podía ver lo que estaba viendo, de lo contrario no lo habría hecho. Puso su mano en el músculo de mi pantorrilla y la deslizó poco a poco todo el camino hasta mi pierna, a mi cara interna del muslo, gimiendo en voz baja al hacerlo.
-No, no hay moretones -dijo con su voz sensual, haciéndome arder en necesidad mientras masajeaba mi muslo.
-Hmm, ¿de verdad? Duele tanto -mentí, sonriéndole. Él estaba sonriendo hacia mí; su expresión me dijo que sabía que me estaba volviendo loca-. ¿Qué tal si mejor lo besas para mí? -sugerí, alzando las cejas, tratando de parecer sexy.
Escuché algunos de los chicos gemir, ya que obviamente estaban viendo el intercambio. La lujuria cruzó la cara de Justin mientras asentía con una sonrisa sexy e inclinó la cabeza hacia mi pierna. Justo antes de que sus labios tocaran mi piel, alejé mi pierna-. En realidad, es mejor que no. Pensé que tenías una novia - bromeé.
Se rió y negó con la cabeza hacia mí, entrecerrando los ojos, obviamente decepcionado de que no llegó a besar mi pierna delante de toda la escuela.
- Tengo una novia. La amo más que cualquier otra cosa -dijo, su voz llena de honestidad.
Sonreí mientras mi corazón se derritió.
-Bueno, no deberías estar haciendo esto, entonces, ¿eh? -me burlé, sonriéndole y bajando de la mesa. Agarré a mi bandeja del almuerzo-. Me parece que está bien ahora, de todos modos. Tal vez si comienza a doler de nuevo más tarde, te llamaré -coqueteé.
Él gimió cuando le guiñé y me fui a la mesa de amigos. Podía oír a los chicos, todos haciendo comentarios calientes detrás de mí acerca de cuán caliente era eso, y cómo definitivamente "aprovecharían eso", y las chicas diciendo lo ramera que era. Me reí y me dejé caer en nuestra mesa. Kate me sonrió a sabiendas, y Sarah y Sean me estaban mirando con la boca bien abiertas.
-¡Estabas tan ahí! ¡Realmente creo que podrías ganar la apuesta! -dijo Sarah, mirándome con asombro.
No podía dejar de reírme de ella; me miraba como si fuera una especie de diosa o algo así.