Un Hada de otro Mundo

Capitulo 20 - Vuelve a mí

Pov Alex

-Gray...yo

"Maldición no quise decir eso" –Pensé apretando más la sabana que cubría mi cuerpo.

-Eso contesta todo... -Murmuro logrando escucharlo por la agudeza de mi oído.

Mi voz no quería salir y lo odiaba, Gray desvió la mirada para luego empezar a recoger su ropa mientras que yo solo me limitaba a mirarlo intentando hacer que las malditas cuerdas vocales funcionaran... ciertamente estaba algo ronca.

Gray suspiro terminando de colocarse toda su ropa, luego miro hacia donde me encontraba con expresión neutral.

-Iré a dar unas vueltas por la ciudad... Vístete con libertad –Dio la vuelta y se largó cerrando la puerta.

Alcé mi mano como queriendo alcanzarlo, pero solo se quedó en la nada, la soledad que me invadía era doloroso. Las cosas a mi alrededor empezaron a envolverse en una leve capa de hielo, deje caer mis rodillas quedando en el suelo y fue un pequeño error, porque al caer y volver a todos mis sentidos, una sensación extraña en mi intimidad me hizo sentir incomoda.

"Joder... así se siente perder el virgo"

Gateé para alcanzar mi ropa y luego colocármela, ya sentada en el piso mire a la cama donde había dormido junto con Gray...bueno, mucho más que solo dormir. Empecé a sentirme mal, como si todo diera vueltas haciendo que mi vista se fuese nublando poco a poco hasta quedar en la oscuridad.

"Debe ser una broma"

Pov ????

-Ya es tiempo lindura~ -Dije en la total oscuridad concentrando mi magia hacia su destino... Alex.

Cerré mis ojos para luego volverlos a abrir encontrándome una linda habitación junto con una cama matrimonial. Olfateé el aire cerciorándome que tenía conectado todos los sentidos, pase sus manos por las curvaturas del cuerpo sintiéndolo totalmente excitante, olfatee las muñecas para extasiarme de su aroma pero... no era su esencia pura, estaba mezclada con otra persona, junto a ese desagrado, la parte intima estaba extraña.

-No me digas que... -Levantándome corrí al espejo más cercano, el cuerpo de Alex era hermoso, pero para comprobar mis sospechas ladeé la cabeza -... Maldito mago de hielo.

Había chupones entre el cuello y la clavícula, unos muy notorios, y otros que podían disimularlos. Con tal enojo, mi vista paso a la cama, notando una pequeña mancha roja en el centro.

"Mi tesoro... ha sido profanado, juro que lo matare con mis propias manos"

Salí de la habitación y luego de la posada encontrándome el pasar de las personas, me uní a la corriente de individuos para ir a ese maldito árbol y matarlos a todos, mientras caminaba y pensaba la manera de como asesinar a cada miembro, cierta magia peculiar llamo mi atención; y como no, comencé a seguirla entre callejones solitarios.

Luego de un buen rato de caminar termine en un callejón sin salida, olfateé el aire encontrando al objetivo, dándome la vuelta sonreí cínico/ca.

-Zeref~

Él me miraba con seriedad, cosa que me daba algo de fascinación.

-¿Qué haces con él cuerpo de Alex?, bastardo reptil –Pregunto dando pasos muy lentos hacia donde me encontraba –Lo que haces... Lo que hicieron con su cuerpo la está destruyendo acortando su vida.

-¿Y te debería importar que muera otro intento fallido de demonio que no pudo matarte? –Conteste pasando las manos por el pecho –Solo estoy recogiendo las sobras de lo que desechaste antes~