CAPÍTULO 1: Ángeles y Demonios

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- Levanta, joder -

La chica tirada en el suelo intentó incorporarse jadeante, notando el sabor metálico de su propia sangre en la boca. Se mordió el labio inferior partido con fuerza, intentando silenciar el fuerte grito de dolor sintiendo como agarraban con fuerza su pelo y volvían a tirar de este para obligarla a levantarse del suelo. Notó como sus ojos se humedecían por el fuerte dolor en su cuero cabelludo.

Jadeó mientras sus piernas dejaban de tocar el suelo después de levantarse obligada para notar como era alzada bruscamente por la tela del cuello de su uniforme, sintiendo el contacto de la dura pared en su espalda. La sonrisa cruel del chico que estaba a pocos centímetros de su rostro la obligó a bajar la mirada intimidada y aterrada, con su corazón latiendo con fuerza contra su pecho.

- ¿Es suficiente nena? - gotas de saliva salpicaron su rostro ante la escasa distancia mientras el habitual coro de risas a su alrededor resonaba en sus oídos -

- Uhmmm... déjame disfrutar de la vista unos instantes -

Sus ojos se encontraron con la causa de su sufrimiento diario. Rachel Johnson. Los fríos y calculadores ojos verdes perfectamente maquillados la miraban complacidos por la situación, detrás de la ancha y musculada espalda del chico que la sujetaba firmemente, viendo como acercaba el femenino rostro al suyo desde un lado, quedando muy cerca. Podía oler el caro perfume que acostumbraba a llevar, penetrando en sus fosas nasales. Una sonrisa cruel ocupaba sus carnosos labios maquillados de un rojo oscuro.

- Por hoy es suficiente cariño, ya estoy aburrida...- murmuró haciendo un exagerado puchero y agarrándose del musculoso brazo del chico, apretándose contra él -

Este último la soltó de golpe, sintiendo como sus rodillas y sus piernas impactaban contra el suelo de un golpe sordo, gimiendo de dolor. El fornido chico la ignoraba, dirigiendo toda su atención a la exuberante chica que había a su lado. A los pocos segundos se alejaron de ella con la habitual multitud que los acompañaba.

- Por suerte esta vez el uniforme no ha recibido...- murmuró para si misma empezando a recoger los libros que llevaba en la mochila tirados a su alrededor -

- ¿Estás bien? - alzó la mirada encontrándose con unos increíbles ojos azules como nunca antes había visto, mirándola fijamente. Un chico de más o menos su edad se había agachado a su lado ayudándola a recoger el desastre, tendiéndole uno de los libros mientras miraba la portada - Ángeles y Demonios, un clásico - el chico sonrió de medio lado mostrando unos perfectos dientes blancos -

Se quedó sin respiración, incapaz de apartar la mirada de su atractivo rostro de Adonis. Los intensos ojos azules del chico la miraban preocupados. Los rasgos eran ligeramente marcados, con la nariz perfectamente recta y unos labios carnosos. Llevaba un corte a la moda, con la parte superior de su pelo rubio ligeramente despeinado y varios mechones cubriendo su frente.

- Vaya, tu labio inferior no tiene muy buena pinta - vio como este último fruncía ligeramente el entrecejo, sin que su atractivo disminuyera en absoluto. Se sobresaltó notando como cogía su mano con delicadeza ayudándola a levantarse. Cortando ella misma el contacto con rapidez, avergonzada - Lo siento, no quiero incomodarte- él tan solo sonrió amablemente alzando unos segundos ambas manos en el aire a cada lado del rostro - Me llamo Adam, ¿Y tu? -

- Anastasia - murmuró tímidamente -

Una ámplia sonrisa ocupó los labios del chico mientras lo veía terminar de recoger en un instante los pocos libros que quedaban por el suelo, guardándolos en la mochila y colgándola en el hombro masculino.

- Te acompañaré a la farmacia para comprar algo y poder curar eso, está cerca - observó la irresistible sonrisa que el chico rubio le dirigió mientras se sonrojaba intensamente incapaz de decir nada, incrédula ante la repentina amabilidad de un extraño - ¿Estudias en este centro? - asintió con la cabeza y la mirada baja - ¿Secundaria? - volvió a asentir - Entiendo - con la cabeza gacha, notaba la mirada de él en todo momento encima suyo, poniéndola nerviosa ya que no sabia como reaccionar y a la vez incapaz de creer que alguien como él la estuviera ayudando - No eres muy habladora por lo que veo - alzó entonces la mirada ligeramente, volviendo a cruzarse con los intensos ojos azules que quitaban la respiración y sin que él dejara de sonreír -

Tentación Oscura [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora