Tentación Oscura [+18]

CAPÍTULO 41: ¿Quieres que la diversión termine?

La tenue luz alternándose con los focos móviles del local daban lugar a un ambiente íntimo mezclándose con la música. Era la primera vez que pisaba un lugar así de exclusivo. Hannah le había insistido más de una vez sin éxito, ya que por su parte era madre soltera y no era muy aficionada a salir a lugares así. La mano de Adam volvía a sujetar la suya firmemente, notando perfectamente la calidez del contacto mientras avanzaban entre la multitud del lugar y percibiendo varias miradas masculinas en ella.

Aliviada después de dejar la multitud atrás, pasaron por una puerta que les abrió un fornido hombre trajeado, subiendo unas escaleras hasta llegar a otra puerta esta vez doble. Adam no se había girado ningún momento hacia ella, tan solo avanzaba sin soltar su mano en ningún momento. Esta vez dos hombres flanqueaban la puerta, que en ver a Adam la abrieron al instante inclinando levemente la cabeza. Parecía un reservado, que en esos momentos se encontraba totalmente vacío. La música sonaba ligeramente más tenue pero la iluminación era la misma, sin los focos de luz móviles para darle más intimidad. Tan solo leves luces parpadeantes que creaban sombras en el espacio. Una de las paredes era completamente acristalada, dejando ver la parte inferior del local con toda la multitud. Sofás de cuero ocupaban la mayor parte del espacio, dejando que Adam la guiara hasta el que quedaba cerca de la barra, sentándose.

- ¿Qué te parece? - vio como le sonreía acercándose a ella después de coger varias botellas y vasos detrás de la barra, sentándose a su lado -

- Hmmm.. jamás había estado en un lugar así - observó como vertía el contenido de varias botellas en dos de los vasos ya con hielo -

- ¿No me digas ? - lo escuchó reír ligeramente cruzando unos segundos sus miradas - Me siento privilegiado entonces - le sonrió ampliamente - Tenemos todo este lugar para nosotros - asintió sonriendo levemente - Toma - le tendió uno de los vasos mientras él cogía el otro - Hay que celebrarlo - cogió este indecisa -

- No estoy segura de... es tan solo media tarde -

- Oh vamos cielo, en mi club no hay horarios - una ancha sonrisa ocupó los labios masculinos - Toda esta gente que ves - siguió la mirada de Adam a través de las enormes cristaleras - Quizás lleva más de un día, dos.... - abrió los ojos de par en par asombrada mirando fijamente la gente - Demonios, humanos... aquí no hay reglas -

Volvió a alzar la mirada hacia él, viendo como le sonreía dejando ver su perfecta dentadura blanca al igual que parte de los desarrollados colmillos. Chocó el cristal del vaso alzado de Adam con el suyo, viendo como le guiñaba un ojo complacido. Sin cortar el contacto visual, imitó al demonio rubio llevándose a los labios el vaso, bebiendo un sorbo del contenido. El tibio líquido contrastaba con la frescura del hielo que había en el vaso, notando los toques dulces y ácidos de la bebida mezclarse también con el amargor y la quemazón del alcohol, bajando por su garganta.

- Está... muy bueno - no pudo evitar sorprenderse, jamás había probado algo así. Vio como Adam la miraba complacido,con una sonrisa de medio lado -

- Lo sé - este tan solo se encogió de hombros satisfecho -

- Eres un creído - rió divertida de su mueca - ¿Qué lleva? -

- Secreto profesional querida - alzó una ceja viendo como soltaba un bufido divertido- Es una creación mía -

- ¡Vaya! ¿También eres un experto coctelero? ¿Qué es lo que NO sabes hacer entonces? - lo vio soltar una carcajada -

- La verdad, nunca me he parado a pensarlo - sonrió divertida volviendo a dar un sorbo a la exquisita bebida - Pero aún siendo tan buen partido sigo sin conseguir mi objetivo... - vio como la sonrisa masculina desaparecía un instante con la mirada perdida a través de las enormes cristaleras que dejaban ver la multitud del piso inferior -