Tentación Oscura [+18]

CAPÍTULO 51: ¿Qué es lo que sabe?

- ¿Estás mejor? -

Volvió a inspirar hondo sintiendo aún los temblores en su cuerpo. Por suerte había conseguido que disminuyeran en gran medida gracias a Gabriel. Hundió la nariz en el hueco bajo la mandíbula masculina envolviendose del característico y dulce aroma del ángel que siempre lo acompañaba, siendo en esos momentos un potente analgésico para ella. Los fuertes brazos que la rodeaban volvieron a estrecharla contra el duro y tonificado cuerpo masculino, notando cada parte entrar en contacto piel contra piel, cubiertos tan solo por su ropa interior. Los cálidos labios besaron su coronilla con delicadeza, provocándole un sonoro suspiro. Cerró los ojos con la mejilla apoyada en el pecho del arcángel, mientras los aterradores recuerdos que habían invadido su mente aún la seguían atormentando. ¿Qué eran esos recuerdos?

Los escalofriantes ojos rojos de Ammón sin pizca de emoción aparecían repetidamente mientras hundía la afilada daga plateada en su abdomen una y otra vez.

¿Cuándo había manipulado su mente? ¿Toda esa obsesión por Asmodeo había sido real? ¿El odio hacia la humana llamada Anastasia? ¿Qué había detrás de toda esa manipulación? ¿Había sido usada como un peón en un juego mucho más grande de lo que era capaz de ver...?

Lentamente, parecía que su mente se iba liberando de los aterradores poderes del poderoso demonio que manipulaba los recuerdos.

Abrió los ojos como platos mientras un dolor intenso sacudía todo su cuerpo, siendo consciente de una cruda realidad en la que jamás podría volver atrás.

- ¿Lilith? - alzó el rostro lleno de lágrimas aún abrazada al arcángel tumbados en la cama, que la observaba alarmado con sus sobrenaturales ojos grisáceos - Lilith, tranquilízate, estoy aquí -

Tuvo que incorporarse con rapidez reprimiendo las intensas arcadas que se apoderaron de ella, mientras el dolor, sumándose a la impotencia, seguían destrozándola por dentro. Corrió hasta el baño de la habitación del hotel donde se encontraban escuchando las rápidas pisadas del arcángel detrás suyo, agarrandose con fuerza y con ambas manos del lavamanos de mármol blanco, mientras el espejo que había encima le devolvía su propio reflejo. La melena roja como el fuego estaba completamente despeinada, rodeando un rostro pequeño y ovalado que en esos momentos era el mismo reflejo del dolor y la desesperación.

La cabeza rubia de Gabriel no tardó en agacharse pegando la mejilla a la suya desde detrás, para estar a su altura mientras el fornido cuerpo la rodeaba por detrás, notando el cálido contacto de los brazos masculinos rodear su abdomen plano. Observó el reflejo de ambos en el espejo del baño, viendo las lágrimas acumuladas en sus ojos deslizarse por sus mejillas pálidas. ¿Cuándo había sido la última vez que había llorado delante de alguien?

- Lilith, sea lo que sea voy a estar a tu lado, ya no tienes que sufrir sola, quiero que lo entiendas - las fuertes manos del ángel le dieron la vuelta a su cuerpo, inclinado ligeramente hacia ella y sujetando su mentón con delicadeza; perdiéndose en el sobrenatural brillo de los ojos grisáceos -

- Soy horrible - vio como el arcángel arqueaba las cejas sin apartarse o moverse un centímetro de su lado - Me han usado como un simple peón y al final la que he acabado perdiendo más soy yo....- no pudo terminar la frase ya que los sollozos volvieron a sacudir su cuerpo, cubriendo con una mano su boca y apoyando la frente en el hombro masculino - Esa noche que nosotros...mi celo....- se limpió con rapidez las lágrimas que no dejaban de brotar de sus ojos irritados para mirar el atractivo y preocupado rostro del ángel - Hasta ahora no recordaba que había quedado embarazada - los ojos masculinos se abrieron como platos - En mi mente había utilizado ese supuesto "engaño" para separar a Asmodeo de la humana...Un engaño que en realidad había sido muy real... - tuvo que sujetarse la cabeza a causa del fuerte dolor - Ammón mató a nuestro bebé manipulando mis recuerdos y Asmodeo me salvó de morir siguiendo el destino de nuestro bebé no nacido...- dejó que el arcángel la abrazara fuertemente ya que en algún momento perdió las pocas fuerzas que le quedaban, notando el temblor que esta vez ocupaba el cuerpo masculino -