CAPÍTULO 53: Llámalo el ying y el yang o llámalo como quieras

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- ¿Por qué estamos sentadas en la parte de atrás de un coche?, Está muy oscuro -

- Tu tan solo escucha y observa - la divertida y astuta sonrisa de su subconsciente le ponía los pelos de punta -

- ¿Qué es ese sonido...? -

- Dilo - fijó la mirada sorprendida en el asiento del conductor escuchando una conocida voz masculina, viendo tambien desde su posición su propio cuerpo adolescente sentado a horcajadas sobre el regazo masculino - Admítelo - la voz masculina siguió hablando. Podía ver perfectamente a pesar de la oscuridad dentro del auto, el reflejo en ojos de ella misma, nublados de deseo, con la respiración completamente agitada - Si no me desearas no hubiéramos empezado lo que ocurrió en esa aula...- no tardó en darse cuenta que el chico con el que estaba era Asmodeo, con el mismo aspecto que tenía en el aula de la última visión que le había mostrado su subconsciente. No pudo evitar sonrojarse al ver con detalle el aspecto semi desnudo que ella misma llevaba estando sobre el regazo masculino - No debes avergonzarte del deseo que siente tu cuerpo y menos conmigo - podía ver como los labios masculinos apresaban su oído un instante, mordiéndolo, viendo todo desde fuera, sintiéndose extraña ante la irreal situación- Quiero hacerte mía....- no comprendía cómo podía alterarse de esa manera al escuchar esas palabras salidas de la boca del demonio moreno, estremeciéndose con su voz grave y roca, susurradas en el oído de su visión. ¿Acaso estaba deseando estar en su lugar? -

- Hmmm.. esto se pone muy caliente querida - lanzó una mirada molesta a su subconsciente que sonreía demasiado sugerente para su gusto, analizando todos sus pensamientos, nada nuevo. -

- Deja de sonreír de esa forma, es desagradable - se aclaró la garganta cruzándose de brazos, acomodándose en el lujoso asiento del auto donde estaban sentadas -

- Oh cielo, esto tan solo acaba de empezar -

- ¿Cómo? - tan solo le dio tiempo de escuchar la risa femenina, y seguidamente estar en un campo de visión totalmente distinto al que estaba antes. No le hacía falta pensar mucho donde estaba. La visión del atractivo rostro de Asmodeo a escasos centímetros del suyo con los intensos ojos oscuros mirándola intensamente se lo dejaba muy claro. La había vuelto a meter en el cuerpo anfitrión de ella misma en la visión. Definitivamente la mataría. Mataría a su subconsciente. -

Volver a estar sentada sobre el demonio moreno después de tanto tiempo aceleraba su pulso. En la última y reciente visión del aula que su subconsciente le mostró, pudo disfrutar unos escasos momentos del contacto de los labios masculinos sobre los suyos en un tórrido beso, siendo incapaz de borrar las intensas sensaciones grabadas a fuego en ella. A pesar de que siempre había creído que su subconsciente era la causante de esas sensaciones, después de poder ver y sentir con sus propios ojos lo contrario, la hacía volver a estar en la casilla de inicio. Algo estaba mal con ella. Volvió en sí notando las manos del demonio morenoacariciando la piel de su espalda por debajo de la camisa, sintiendo como se estremecía ante el caliente tacto. ¿Cómo podía sentir tan vívidamente, a caso no era una visión, un recuerdo? Sin darle tiempo a pensar demasiado,los labios masculinos atacaron su cuello, notando la áspera y caliente lengua deslizándose por su piel a placer. Era incapaz de controlar los gemidos que salían de sus labios ante la electricidad y el extraño calor que recorría su cuerpo. La ancha camisa masculina que la cubría fue desgarrada por las manos del mismo demonio moreno, dejando a la vista sus pechos apenas cubiertos por un diminuto bikini. Los ojos oscuros parecían comerla, acelerando su respiración y a la vez sintiendo como su propia temperatura corporal subía sin fin. Sin ser capaz de oponerse o reaccionar, dejó que la besara. Gimió sonoramente extasiada del caliente y ansiado contacto tan adictivo. Después de la visión en el aula, era incapaz de negar que quería y deseaba más. Notaba como los dedos masculinos acariciaban y pellizcaban por debajo de la tela del biquini ambos pezones, sintiendo como se endurecían al momento ante su tacto. No pudo evitar jadear de placer temblando ligeramente, notando la irresistible y hambrienta sonrisa en los labios del demonio moreno mientras interrumpía el beso para acariciar con la lengua esta vez sus pechos.

Tentación Oscura [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora