No supo en que momento había conseguido deshacerse del agarre masculino. Se alejó de él hacia el lado contrario de donde estaba su madre; no quería involucrarla. Observó la puerta con avidez. Deseaba salir de allí y no volver a ver el rostro de ese hombre, ese doctor. Vió como él se sentaba en uno de los sillones de la habitación cómodamente, sin dejar de sonreír y mirándola ladeando el rostro. Por mucho que quisiera irse definitivamente no volvería a dejar a su madre sola, y menos con él. ¿Por qué no venía nadie?
Recordando la desagradable visión, no pudo evitar que escalofríos recorrieran su cuerpo.Nunca había comprendido que ocurría en su cabeza, con ella misma. ¿Qué eran esas imágenes que siempre venían a su mente?
- Oh vamos Anastasia - fijó la mirada en el hombre al instante, alerta - Dime que no tienes curiosidad por saber qué ocurre contigo -
Parecía saber todo lo que pasaba por su cabeza, despertando cada vez más en su interior la duda que siempre le inundaba por dentro. ¿De verdad su pasado era ser la típica chica adolescente a la que dejaban embarazada y abandonaban? ¿Por qué en su interior le parecía tan irreal? ¿Por qué no recordaba la cara del padre de su hijo? ¿Fué a causa del accidente que le dijeron?
La imagen de un par de intensos ojos oscuros aparecieran en su mente, con el rostro de su ex jefe; Aarón. Apretó los ojos con fuerza deseando por primera vez en mucho tiempo que apareciera a su lado. No supo en qué momento se había empezado a morder el labio inferior con fuerza, saboreando el metálico sabor de su propia sangre.
- Es muy interesante la mente humana - los ojos masculinos parecían poder ver su interior, indagando en rincones que ni ella sabía - ¿No te gustaría saber la verdad? -
Vio como se levantaba y volvía a acercarse a ella. Mecánicamente retrocedió
Sobresaltándose, de repente se escuchó el ruido de la puerta abrirse con fuerza, apareciendo Adam por ella con la respiración agitada. Se incorporó con dificultad mirando fijamente a este último apoyando las manos en la pared, notando como su labio inferior temblaba y sus ojos se humedecían. Vio como el hombre rubio acortaba la distancia hasta llegar a ella rodeándola con sus brazos. Las piernas apenas la sostenían. ¿Por qué siempre era tan débil? Hundió el rostro en su pecho cubierto por la americana y la camisa con los dos primeros botones desabrochados. El aroma masculino la impregnó anestesiando sus alterados y aterrados sentidos. Dejó de Adam la estrechara contra él apoyando una mano en la parte baja de su espalda y la otra en su nuca, por encima de su desordenada melena.
- Dime que estás bien, por favor - se estremeció ante el frío tono de le dirigió, notando que la atención de él estaba fija detrás suyo -
Tan solo pudo apretar los labios y asentir levemente con la cabeza.
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Ese maldito, estaba llegando demasiado lejos. Nada más abrir la puerta pudo detectar perfectamente la presencia de su hermano, al igual de la barrera de energía que puso al instante. Maldijo interiormente. Las dos humanas que Anastasia conocía seguían a su lado abrazadas y medio llorando. No podía hacer uso de sus habilidades demoníacas hasta que se retiraran, era demasiado arriesgado. Esperaba poder romper la barrera. No pisar el infierno desde hacía tantos años traía sus consecuencias. A pesar de ello, seguía siendo uno de los hijos del infierno y una simple barrera hecha por uno de sus hermanos no lo iba a detener.
Tuvo que dormirlas. La dejó a ambas sentadas en las sillas de espera sin que fuera nada sospechoso, ya que las horas que eran y el agotamiento podía con cualquiera. Romper la barrera fue más complicado de lo que creía. Cada fibra de su cuerpo lo notó.
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Tentación Oscura [+18]
Paranormal- Eres....- vio como una sonrisa sin emoción se dibujaba en los labios masculinos mientras lanzaba la toalla que llevaba en la mano en una butaca cercana, empezando a acercarse a ella como un depredador - - ¿Querías decir monstruo verdad? - se mord...