CAPÍTULO 2: Aarón

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Nunca se quedaba tranquila dejando a su madre sola en casa. Tenía que trabajar más horas para poder contratar a alguien que se quedara con ella durante el tiempo que estaba fuera. A pesar de que las cartas del banco no dejaban de llegar. No supo en que momento había dejado de abrirlas, sabía perfectamente lo que ponía. Si no hacía algo rápido se quedarían en la calle. Había pensado seriamente dejar de estudiar, aunque su madre se oponía rotundamente. Intentaba mantenerla ajena a las deudas que tenían, no quería que volviera a sufrir otro ataque. Si no conseguía trabajar más horas donde estaba, decididamente dejaría de estudiar y trabajaría todas las horas que su cuerpo soportara.Para su desgracia, también estaba teniendo serios problemas donde se encontraba. Según el gerente, no podía mostrar ese aspecto a los clientes; refiriéndose a los moratones en su rostro o la ropa destrozada que en ocasiones traía. Apretó los puños con fuerza, mordiéndose el labio inferior. Al instante notó la venenosa mirada verde encima suyo y de la culpable de ello, Rachel Johnson. Para su mala suerte volvían a estar en la misma clase. Vio como le dirigía una sonrisa burlona con sus labios perfectamente maquillados. Cualquier estudiante masculino que ella quisiera caía rendido a sus pies. Notó la angustia en su cuerpo. Debía aceptar que las vacaciones de verano habían terminado y empezaba un nuevo largo año a su lado.

- Saludad a vuestro nuevo compañero - un murmulló se alzó en la clase -

Un chico alto y moreno entró por la puerta situándose al lado de la profesora. Al instante el aula se llenó de chillidos femeninos, escuchando y viendo como la profesora intentaba calmar a sus compañeras. Observó detenidamente al alto y atractivo chico. Aún no llevaba el uniforme del centro, llevando en su lugar una sudadera negra con capucha y unos rotos tejanos oscuros. Se fijó en la cadena que colgaba a un lado de los tejanos. Eso no le gustaría a la profesora. Sus rasgos eran marcados y oscuros, de mandíbula cuadrada y nariz recta. Se dio cuenta que el chico analizaba con la mirada a sus compañeros y compañeras con el rostro inexpresivo, deteniéndose de repente en ella. Sus ojos se encontraron con los de él. Unos profundos ojos oscuros como la noche la miraban fijamente. Al la vez, una ancha sonrisa se formó en los atractivos labios masculinos, dejando a la vista una perfecta dentadura blanca. Los chillidos femeninos subieron de tono.

- ¡SILENCIO! - cortó el contacto visual con rapidez viendo a la profesora golpear la mesa ya histérica, notando como su corazón había empezado a latir con rapidez y sorprendiéndose por ello -

Después de varios intentos de la profesora, sus compañeras dejaron al fin de formar escándalo, escuchando el sonoro suspiro de alivio de la mujer.

- Puedes presentarte ahora que por fin han hecho silencio - pudo escuchar la risa de la clase ante el comentario de la profesora -

- Me llamo Aarón - la voz grave y ligeramente ronca del chico la hizo estremecer sin saber por qué. Siendo incapaz de resistir el impulso, volvió a fijar los ojos en los suyos. Abrió los ojos de par en par al ver que seguía mirándola fijamente mientras hablaba - Hoy empiezo a asistir en este centro - un coro de aplausos resonó por el aula, obligándose a si misma a reaccionar bajo la intimidante mirada de los ojos oscuros de él -

- Gracias Aarón, puedes sentarte en el pupitre vacío al lado de Anastasia -bajó el rostro con los ojos desmesuradamente abiertos -

Maldijo interiormente sentarse sola, cuando normalmente siempre estaba agradecida de ello. Escuchó el ruido de los pasos del chico acercarse hasta el pupitre vacío a su lado y sentándose en el. Los murmullos de envidia de las demás compañeras no tardaron en escucharse, mordiéndose el labio inferior.

Tentación Oscura [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora