Secrets | h.s

Capítulo 3.

- Arde Scarlett, tranquila. -Pide mientras le pongo un poco de alcohol con agua para limpiar la herida-.

- Deberías de tener más cuidado, Louis. -Respondo enojada- sólo estoy ayudando.

- Perdón. -Masculla-.

Dejo la botella de alcohol y el algodón encima del taburete. Me acerco a Louis quien está sentado en una de las sillas de la cocina. Se había hecho una herida en la rodilla gracias al haber jugado un partido de fútbol hace unos instantes.

- Gracias. -Susurra poniéndose de pie- estaré bien -Dice para sí mismo-.

Tuerzo los ojos.- Lou, es sólo una abertura pequeña, no te vas a morir. -Me burlo riendo mientras lo acompaño a la puerta-.

- No te vas a reír cuando en verdad me muera y vas a decir "Ojalá no me hubiera burlado de mi novio cuando casi pierde la pierna."

- Cálmate "casi pierde la pierna" eres un verdadero exagerado. Anda, ve a casa, necesitas descansar después del juego de hoy. -Le abro la puerta mientras toma su chamarra del perchero situado junto a la puerta de la entrada-.

- ¿Me estás corriendo? -Se hace el ofendido llevando una mano hasta su pecho y me mira indignado-.

- Louis. -Lo miro con los ojos entrecerrados- cállate. -Me acerco hasta sus labios para besarlos lentamente-.

Se separa de mí. Se coloca la chamarra, saca las llaves de su auto y atraviesa la puerta. Gira hacia mí y me sonríe.

- Nos vemos mañana. -Asiento con la cabeza mordiendo mi labio al mismo tiempo que sonrío-.

Espero a que camine hasta su auto pero un impulso hace que corra hasta él y lo jale por la chaqueta.

- Sca...

Lo beso abrazándolo por el cuello. Sonríe sobre mis labios y acaricia con su pulgar mi mejilla, llevando su otra mano hasta mi cintura pegándome más a él.

- Ahora sí, adiós. -Regreso a la puerta. Louis me sonríe y después cierro la puerta detrás de mí-.

Despierto tras escuchar la dichosa alarma que pongo en mi despertador para la escuela. El olor de Hot Cakes inunda mis fosas nasales.

- Delicioso.

Tomo una ducha rápida, me arreglo el cabello, me pongo el uniforme y bajo corriendo las escaleras. Encuentro a mi papá sentado en la mesa de la cocina con periódico en sus manos y su taza de café encima de la mesa de madera.

- Buenos días. -Anuncio. Mi madre entra detrás de mí-.

- Buenos días cariño, siéntate, James no tarda en bajar. -Dice quitándose el delantal y sentándose a lado de mi papá en la mesa redonda- ¿quieres jugo? -Pregunta tomando el envase naranja-.

- No gracias. -Digo amablemente- no te escuché llegar a noche. -Me dirijo a mi padre quien deja el periódico doblado a un lado y me mira-.

- Llegué un poco tarde. Hubo un robo en el banco cerca de la ciudad. Necesitaba ayuda.

Papá es del FBI, ama su trabajo. Desgraciadamente siempre llega muy tarde, lo peor de todo era que mamá se la pasaba preocupándose por él y los peligros que corre al estar en ese entorno. En verdad admiro lo que hace, es tan valiente, me encantaría ser como él algún día.

James baja con el ceño fruncido. Toma su mochila, se la acomoda y se acerca a darle un beso a mamá y después se despide de papá.

- Espera, ¿No vas a desayunar? -Pregunta lo madre-.