Alfa

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Kim Namjoon, un chico alto y un buen parecido, y un buen alfa, su padre era un beta, pero su madre una alfa que con solo verla daba un aire autoritario y fuerte.

Como cualquiera, te das cuenta del tu posición en la jerarquía dependiendo de tu olor, Namjoon tenía un olor algo brusco, el típico olor que se siente justo después de que haya llovido, un olor brusco pero al mismo tranquilo.

El chico de 22 es vaya que muy deseado, chicas omega y hasta alfa, y también chicos, pero nunca tuvo pareja, ninguna sería, como alfa es algo muy raro, pero él quería tener a su pareja ideal, el la reconocería, su pareja debe de tener un olor del cual el nunca se canse, básicamente él cree que tiene una pareja destinada, aun que siendo un chico tan inteligente aún cree en eso.

—Estás escuchando?

El rubio miro a su amigo que al parecer le estaba hablando desde hace un buen rato, pero como le importaba muy poco el que tuviera que decir lo ignoraba y empezaba a reflexionar de cualquier cosa que recordara.

—No, has un resumen de lo que dijiste por favor.

Yoongi, uno de sus mejores amigos, también un alfa, lo conoció en unas clases de piano que lo obligaron a ambos a tomar en secundaría.

El chico de cabello menta solo rodó sus ojos, siempre era lo mismo con su amigo, nunca ponía atención cuando él hablaba, ganas de golpearlo y gritarle todo en el oído hasta que lo memorizara no faltaban.

—Escucha maldición, tengo que dar unas putas clases de piano a mocosos, y me tienes que ayudar.

—¿Pagarán?

—No.

—Entonces no.

—¡Mierda Namjoon! Está bien, depende, si algún mocoso le gusta las clases puede que pida que tú seas su maestro privado o una estupidez de esas, así ganas el dinero.

—No lo sé....estaré ocupado-

—¿Ponerte a ver videos en tu computadora mientras haces no sé qué obscenidades? Creo que puedes dejar eso de lado unos días.

El rubio lo pensó, no odia a los niños pero tampoco sabe tratar con ellos, tampoco serían tan pequeños, lo más probable es que tengan de 13 a 16 años de edad, pueden ser lo suficientemente educados para tratar de manera sutil con ellos.

—Si claro, ¿Cuando iniciamos?

—Mañana.



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Namjoon podía ser un gran alfa y hasta tener liderazgo, pero eso de levantarse a las malditas 7 de la mañana para estar listo a las 8 y dar las malditas clases no le gustaba, ¿Porqué los niños tenían que levantarse tan jodidamente temprano? Esperaba que no hubieran niños para enseñarles, pero sería imposible, en donde tenían clases era una academia muy reconocida por las clases, no sólo de piano, sino de más instrumentos, y de pintura.

Se vistió con unos pantalones negros y una camisa azul marino, aun que odiara y ya se estuviera arrepintiendo, aún así se tenía que ver de manera presentable.

Subió a su auto y llego a su academia, fue hacia la entrada y vio a su amigo platicando con un chico bajito, como 1 centímetro más bajo que Yoongi, se acercó y pudo sentir un olor dulce pero como si fuera de flores junto con lluvia, un omega.

El chico solo se despidió del peli menta y se fue.

—Llegaste.

—Si, con que un omega eh.

—Me sorprende que te dieras cuenta, es solo un amigo.

—Es un omega y tú un alfa...me sorprende.

—No porque el sea omega significa que no se puede acercar a ningún alfa, además, ni que por el simple hecho de que fuera omega lo fuera a violar o algo.

—Ya Ya, tranquilízate, ya entremos.

Ambos entraron y fueron al salón que ambos debían estar, había adentro pocos niños, en específico 3, dos niños y una niña.

—Muy bien, soy su profesor de ahora en adelante, les enseñaré junto con mi compañero, me imagino que nunca han aprendido a tocar uno, así que no se preocupen, para eso estamos nosotros.

El rubio se quedo mirando a su amigo, se veía muy maduro, con su pantalón negro y camisa blanca, un gran alfa.

La niña tenía unos 14 años, callada pero se veía que era la más obediente y hasta madura, a su lado había un chico de 15 que se veía muy nervioso.

Pero le llamo la atención un niño con dientes de conejo, por su estatura sentía que era el mayor con 16 años, tenía buena apariencia y su mirada era tierna pero madura y brusca, aún era muy joven para que se distinguiera su posición en la jerarquía, pero tal vez sería un alfa, y por como era su mirada, juraría que ya había tocado el piano antes ese niño.

Mentiras.

El niño conejo tocaba horrible el piano, aunque que le enseñara y explicara no entendía, era un niño muy testarudo, quiso gritarle pero sólo era un niño.

Las clases terminaron después de 3 horribles horas.

—¿Estresado?

—Esa maldita rata no aprende...

—Vamos Nam, no lo llames así, su nombre es-

—¡Jungkook!

Ambos alfas giraron sus cabezas para ver de dónde provenía el grito, era un chico castaño, alto que abrazaba al menor de la clase.

—¿Como te fue Jungkookie?

—Muy bien, no fue tan difícil.

El rubio no estaba lejos de donde ellos se encontraban, soltó una pequeña risita al escuchar decir eso al niño, él era el peor, nunca vio a un niño tan malo es una malditas clases.

—¿Que te parece tan divertido?

Ese olor...ese maldito olor..

Omega

My Own MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora