❀Capa de invisibilidad❀

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Aria había intercambiado varias cartas con sus padres y muchas más con su abuelo

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Aria había intercambiado varias cartas con sus padres y muchas más con su abuelo. Por lo general, ella les rogaba a sus padres que tuvieran paciencia con su abuelo y lo entendieran, pedía lo mismo en las cartas hacia su abuelo. Fue un gran alivio para ella saber que su padre y abuelo no tomaran mucha importancia al hecho de que no había sido seleccionada para Hufflepuff. A su madre jamás le importó, pues no había estudiado allí y la división de casa no era de gran importancia para ella.

Lo que si les importó fue acerca de sus amistades. Aria les habló de Marlene, Lily, y los merodeadores. Por supuesto había cruzado la palabra con algún otro estudiante pero los recién nombrados eran más cercanos a ella. Su abuelo le recalcó que sabía que haría buenas amistades, aunque tal vez eso era porque ella les contaba la parte de sus amigos que todo abuelo quería saber, nada de sus bromas, palabrotas o ataques de rebeldía.

Una noche algunos días en su estadía en Hogwarts, Aria se había quedado hasta altas horas de la noche acabando con ensayos, pergaminos, entre otros. Maldijo que el día anterior se había quedado riendo y conversando con Marlene en lugar de adelantar sus tareas, que ahora se habían acumulado. Aria se sentía responsable e irresponsable a la vez. Había dejado todo para última hora, pero se quedó hasta que finalmente terminó. También aprovechó para escribirle a sus padres y abuelo de cómo se encontraban las cosas en Hogwarts.

Cuando salió no recordaba muy bien como regresar. Lamentablemente sabía que hoy no tendría la suerte de chocarse otra vez con un lindo chico alto que la acompañe a su sala común, además era muy poco probable porque hace pocos días ella había intentado hablar con él, sin embargo él la rechazaba caballerosamente con las excusas de que estaba demasiado enfermo. No discutió con él al ver lo pálido y débil que se veía. Él se disculpó varias veces pero ella le tranquilizó diciendo que todo estaba bien. Remus sonreía irónico.

Apenas habían pasado unos días desde que llegó a Hogwarts, poco tiempo para que Aria se memorizara bien algo así como un mapa mental del castillo.

Cerca de ella estaban los merodeadores escabulléndose debajo de la característica capa de James sin que la morena se diera cuenta. Habían estado pensando sobre cómo ayudar a su amigo licántropo.

A final de su primer año descubrieron su secreto, él estaba enojado y avergonzado, por lo que no respondió a ninguna carta de sus amigos en vacaciones (aunque en el fondo quería hacerlo). En su segundo año lograron reconciliarse con él y le aseguraron que jamás dejaron de verlo como el mismo Remus Lupin de siempre. Después de años estudiando en secreto acerca de hombres lobos habían llegado a la conclusión de que los hombres lobo no hacían daño a los animales, por lo que supieron que debían hacer para tomar la forma de un animal. Animagos. En su cuarto año habían estudiado a fondo acerca de los animagos y cómo convertirse en uno ilegalmente. No fue fácil encontrar esa información, pero eran ellos tratando de ayudar a su amigo más cercano, por supuesto que lo lograron. Ahora que sabían cómo hacerlo, debían robar algunos ingredientes de Madam Pomfrey, sumando los que habían podido conseguir en secreto en sus vacaciones.

Secrets ☾R. LupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora