Secrets ☾R. Lupin

❀Profesiones❀

De la poción lila salía un tenue humo. El profesor Slughorn felicitó a Remus y Aria, los creadores de la poción, por los resultados. Cuando el viejo Slytherin se alejó, Remus se acercó a Aria para murmurarle casualmente.

–Cornamenta, Canuto y Colagusano te ofrecieron eso, ¿verdad? –a la mente de Aria se le aparecieron imágenes de ella y sus amigos investigando lo necesario para convertirse en animagos para cuidar a Remus. Ya esperaba que en algún momento él lo descubriera y se imaginaba como él iría con alguna autoridad a delatarlos, pero no esperaba que fuera tan pronto. Este al ver su cara alterada le dijo– Lo sabía. Son muy obvios. Pero tú te negaste, porque sabes que es ilegal y peligroso. Eso es bueno.

–¿Cómo lo sabes?– preguntó sin mirarlo a los ojos.

–Bueno, últimamente estás con nosotros más tiempo. Además, tus ojos te delatan –Aria sitió sus manos sudar– No están rojos.

–Espera... ¿qué?

–No aceptaste fumar con ellos... ya sabes –Aria sintió que su corazón volvió a latir con normalidad– A Canuto no le gustó, le conté a Cornamenta que eso podría afectarle en quidditch y no quiso saber más de la hierba, y Colagusano dijo que era una suerte que no le haya gustado tanto porque no sabría dónde conseguirla.

–¿Y tu?

–Me ofende qué creas que haya aceptado.

–Lo siento.

Escucharon como Trella y un chico rubio de Ravenclaw peleaban porque la poción no había salido como esperaban.

–Gracias a ti, no estoy así en pociones –dijo Remus sacando una pequeña risa de Aria– ¿Y qué carrera quieres seguir?

–Estaba pensando en ser medimaga, pero también me atrae la idea de ser magizoológista.

–Se ambas –Remus le aconsejó.

–Tal vez –dijo con una mirada soñadora– ¿Qué hay de ti?

Remus suspiró. Ya era un poco mayor y podía darse cuenta que no iba a ser fácil conseguir un empleo siendo hombre lobo. No le parecía sensato hacerse ilusión en seguir una profesión. Pero en orientación vocacional, la profesora McGonagall, tomando en cuenta su actitud y calificaciones, creyó que la docencia sería la carrera perfecta para él.

Cuando él le explico porque no quería ilusionarse con ninguna carrera, la profesora McGonagall acotó amablemente que eso le parecía ridículo, y aunque admitía que sería más duro para él, el sombrero no lo había elegido en Gryffindor por coincidencia.

–No lo sé –dijo meneando la cabeza.

La hora había terminado y se dirigieron a su clase historia. Ambos se alejaron y pasaron las clases con sus respectivos amigos.

Remus estuvo pensando sobre su carrera. Hubiera preferido no preguntarle a Aria y así no tuviera eso en mente. James se debatía entre ser un auror o seguir con el quidditch. Sirius estaba igual, pero en lugar de quiddtich le interesaba la música, y le encantaría ir a un conservatorio de música muggle (otro beneficio sería sacarle más canas a su madre). Peter, no estaba seguro que ser, pero le parecía divertido vender dulces a los niños en Honeydukes.