Darkness (Bellamy Blake)

Capitulo 17

Hakeldama

Era consciente de lo que Bellamy había provocado. Pike había sido elegido en las elecciones y era obvio cuál había sido su primera medida como canciller: acabar con los terrestres que nos protegían.

Les vi llegar a lo lejos, todos con sangre en sus ropas. Se me estrujo el corazón a ver el rostro de Bellamy, como si eso que acababa de hacer no le importara.

—¡Escuchad todos! Hace veinticuatro horas me elegisteis como canciller– habló Pike, subido en una mesa, para que todo el mundo Le oyera, —cada paso que he dado desde entonces, y cada paso que daré lo daré para alcanzar una Arkadia segura y prospera. Los nuestros han honrado a aquellos que hemos perdido mandando un mensaje a los terrestres. ¡Esta tierra nos pertenece!

Fruncí mi ceño al ver como la gente le vitoreaba. Había asesinado a cien personas y nadie parecía darse cuenta. Mientras seguía hablando, me aproximé a mi padre y a Abby, que parecían tan perplejos con la situación como yo.

—No hay heridos– susurró Abby.— Díez contra trescientos y no hay heridos. ¿Cómo es posible?

Negué con mi cabeza y salí de allí preocupada.

(...)

Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando Bellamy entró por la puerta de la habitación. No giré mi cuerpo para verle porque sabía lo que me costaría mirarle a los ojos.

—¿Cómo ha ido tu mañana?

—¿Mi... Mi mañana? –le pregunté girandome levemente.— ¿De verdad eres capaz de preguntarme por mi mañana?

—¿Tu padre te ha comido la cabeza? ¿Vas a enfadarte conmigo por hacer lo que debía de hacer?

—¿Lo que debías hacer? Bellamy, en el Monte Weather hiciste lo que debías, aquí simplemente estás... Estas siendo un necio.

—Oh, un necio, por supuesto –dijo golpeando la pared, rabioso.— Katia, hago lo que debo y se que a algún día lo entenderás.

—No. Tu serás quien lo entienda algún día y quien busque consuelo en mí. Porque si crees que después de lo que has hecho podrás dormir por la noche estás muy equivocado.

Salí de la habitación golpeando la puerta con fuerza y me dirigí a la enfermería. Grande fue mi sorpresa al encontrarme allí a Jaha. Permanecí algo alejada de la conversación, mientras lavaba mis manos para atender a los pacientes.

Aproveché cuando Jaha se alejó para acercarme a Abby y a mi padre, quienes habían estado hablando con él de algo que no terminaba de comprender.

—¿Es cierto? ¿Ha encontrado la ciudad de la que tanto hablaba?

—Dice que sí, pero... –comenzó Abby, y se quedó mirando al cuerpo tapado con una sabana. –Supuestamente su amigo está ahora mismo ahí.

Fruncí mi ceño, extrañada.—¿Creeis que el calor del desierto le ha afectado? –solté, bromeando. Mi padre me sonrió levemente y se acercó a mi para besar mi cabeza.—¿Y tu chaqueta? –le pregunté dudosa.

—Pike me ha quitado de mi puesto.

—Bellamy parece haber sido abducido por él. Espero que esto se arregle pronto, aunque con la guerra que se avecina... No podremos hacer nada –rodé mis ojos.— Vuelvo a mi trabajo.

—¡Katia! Ven, necesito hablar contigo –me dijo Octavia, agarrando de mi brazo y tirando de mi.— Clarke está aquí, está tratando de hacer entrar en razón a Bellamy porque Lexa ha enviado a un ejército que estará aquí en dos días y...